A Iris Sellin, pianista y compositora de renombre, se le diagnostica esclerosis múltiple, ante esta perspectiva decidirá clonarse y que el nuevo ser creado a partir de ella pueda continuar con su trabajo.

Todos se buscan a sí mismos en los hijos. Sólo yo lo reconozco abiertamente.

Iris Sellin invitará al doctor Mortimer G. Fisher a un concierto, ella ha leído un artículo sobre su exitosa experimentación en clones de animales y le pedirá que la clone a ella, y de aquí nacerá Siri, la nueva versión de Iris deletreada al revés.

Iris gestará el clon aun pudiendo dejar el proceso a una madre de alquiler y dará a luz a una niña que al crecer será su propia imagen. Desde pequeña Siri será instruida en música y piano y Daniela Hausmann su niñera también será su profesora de música, de hecho es seleccionada para el puesto por ello. Janeck el hijo de esta será de gran importancia en la futura vida de la niña pues ambos crecerán como hermanos.

Siri será de los primeros humanos concebidos por clonación pero con los años el proceso será más frecuente, eso no cambiará la percepción que ellos tengan de sí mismos y de la extrañeza que a veces les provoque haber sido creados mediante la tecnología. Buscará su propia identidad y lo hará al principio con pequeños detalles, no admitirá vestir de negro para su primer concierto tal como Iris lo hace por lo que a última hora añadirá un lazo amarillo a su vestido. Ella quiere diferenciarse del ser original del que ha nacido pero ¿no tiene las mismas reacciones cualquier persona en su evolución a la madurez? En el proceso de decadencia por la enfermedad que Iris padece Siri florecerá como persona que reclama su lugar propio y también como artista, pero no será tal y como Iris lo tenía planeado.

En las páginas finales la autora añade datos que le permitieron imaginar el nacimiento de Siri y también los agradecimientos a las personas que, a través de largas conversaciones, ayudaron en el proyecto.

En 2003 el también alemán Rolf Schübel dirigió la versión cinematográfica de la novela [1].

¿Quién tendría algo que objetar contra un segundo Picasso o un segundo Mozart?

La novela es un recorrido sobre el sentido ético de la clonación y del uso de tecnología genética para obtener humanos a la carta. Desde el millonario que al no tener hijos desea clonarse para dejar su imperio en herencia, la posibilidad de obtener así donantes de órganos, el acceso a la maternidad a una pareja lesbiana que rehúsa otro medio, la partenogénesis como modelo alternativo al natural o la clonación de un niño fallecido para que sus padres tengan una copia del que ya no está, multitud de posibilidades se abren adaptadas a otras tantas necesidades.

En algún capítulo también se habla de lo que ya se hacía en el mundo virtual, copias digitales de actores fallecidos que volvían de la tumba para interpretar nuevos guiones o, a partir de los datos de personas fallecidas, copias con las que hablar y convivir mediante un dispositivo electrónico, si la copia es de un niño se podrá contemplar su crecimiento como de un nuevo modelo de tamagotchi.

Conformarse con la pérdida de alguien o de uno mismo o crear la copia, en el caso de Iris / Siri, ¿qué significa compartir el mismo código genético cuando una tiene dos semanas y la otra treinta y un años? ¿Qué mundo ha visto una y en cuál crecerá la otra?

A partir de un determinado momento, las células de un embrión, al separarse, pierden la capacidad de formar gemelos. Muchos investigadores sitúan precisamente en este momento el comienzo de la singularidad.

Y si se trata de conservar el talento musical de Iris, ¿no se convertirá Siri en la rival que la quiera desbancar?

En el año 2000 la novela ganó el premio Deutscher Jugendiliteraturpreis.

Charlotte Kerner (Alemania, 1950), novelista y periodista con estudios de sociología y economía, debutó con una primera novela sobre la situación de niñas y mujeres en China tras haber vivido un tiempo en el país. Actualmente con su familia vive entre Alemania y Mallorca.