Mi biblioteca se ha enriquecido últimamente con una gran y diversa cantidad de títulos de ciencia-ficción de autores (desconocidos para mí) que no los hubiera comprado sino hubiese sido por los suculentos saldos de Ediciones B en su colección Nova.
Uno de estos autores es Bruce Sterling, escritor que tiende al subgénero del cyberpunk y cuyo libro me ha aburrido soberanamente, pese a las buenas ideas y excelente ambientación.
La frase promocional de la portada es excelente para describir la idea central del libro:
Dentro de cien años, el mundo estará regido por un poderoso complejo médico industrial y la principal preocupación será mantenerse en vida hasta los 150 o 160 años. Pero el placer y la aventura parecen definitivamente perdidos, junto con el fuego sagrado de la existencia creativa
Alrededor de esta idea gira la historia de Mia, una mujer americana de 96 años que ve como su vida post humana no tiene sentido: es incapaz de crear nada nuevo, mientras los jóvenes se convierten en marginados de la sociedad y cuentan cada vez con menos derechos. Para reencontrar su fuego sagrado (su creatividad perdida) se somete a un nuevo y revolucionario tratamiento médico que le otorga el aspecto de una mujer de 20 años. Disfrazada con su nuevo aspecto, se convierte en una fugitiva del estricto sistema gerontócrata al cual había sido fiel toda su vida e inicia un periplo de redescubrimiento que le llevará por Europa, cuna de las ciudades donde la juventud aún puede expresar su forma de ver el mundo.
Como ya he comentado antes, a pesar de la prometedora premisa inicial, el interés del libro se diluye hasta llegar al punto de querer dejar el libro y dedicarse a otra cosa. Sobretodo por su trama hilada a trompicones, donde es muy fácil perderse si no se está muy atento y la cual me ha hecho acabar con un empacho hard. Lo más interesante resulta la extensa ambientación: la evolución de las ciudades, la religión (de lo más interesante), el sexo y muchos otros aspectos de la sociedad. Personalmente prefiero las historias más humanas, donde los personajes tengan un papel menos secundario o, si no es así, que al menos resulten entretenidas (es decir, con cierto ritmo). Todo depende de la habilidad narrativa del autor, la cual me ha parecido que brilla por su ausencia en este libro.
Requiere un esfuerzo meterse en la historia para realmente disfrutarla (que no ha sido mi caso), por lo que no recomiendo la lectura de este libro a los no iniciados en el cyberpunk.