El género picaresco es uno de los estandartes del Siglo de Oro de la literatura española. Personajes que están siempre al otro lado de la legalidad, sobreviven malamente a base del robo y el engaño. Su vida no es, por tanto, fácil y mucho menos envidiable. Los pícaros como el Lazarillo o el Buscón son de extracción humilde, generalmente analfabetos, aunque algún bachiller se una a sus filas, de pasado como mínimo oscuro, cuando no trágico, y su única expectativa de futuro es dejar de pasar hambre, aunque solo sea por unas horas.
Son personajes que además son el perfecto estereotipo, tanto es así que de una forma u otra han sido copiados en casi todos los géneros: buscavidas solitarios a los que la ley les es indiferente y que siempre hacen lo que les viene en gana. No llegan al patetismo de los pícaros del siglo XVII, y las historias fronterizas del espacio son terreno abonado para este tipo de personajes.
Marsuf, es uno de ellos, no tiene nave propia y además es ciego. Entra dentro de esta categoría de vagabundo anarquistas y medio loco. Hace su santa voluntad y como tiene un especial sexto sentido para la comprensión de lo que ocurre en las naves y en el espacio, es querido por armadores y tripulaciones que están encantadas cada vez que elije una de sus naves para ampliar horizontes. Trae buena suerte, dicen.
En este libro se relatan seis (siete, siendo estrictos) aventuras de Marsuf.
POLIZÓN A BORDO.
La Banderitante sufre una misteriosa desviación de su rumbo, y durante las comprobaciones ordenadas al respecto por el capitán Carey, se descubre que es provocada por el exceso de masa que supone un polizón. El polizón es Marsuf, que harto de vagar de taberna en taberna se embarcó en la nave sin importarle mucho su destino. Descubierto y encerrado en un calabozo por el capitán. Daonte, el segundo de a bordo, cuenta a Carey la historia de Marsuf, porqué se quedó ciego y porqué no conviene estar a mal con él.
MARSUF Y LOS MERCADERES.
Tomás Salvador aprovecha para describir como se expandió la humanidad por el espacio, como lo explotó y como acabó organizándose cuando los vínculos con la Tierra se convirtieron en un estorbo. Fue la época de los Mercaderes. En esto la familia Hirkano rescata a Marsuf de una extraña excursión espacial, lo adopta y el lo agradece componiendo La canción de los mercaderes. Marsuf encuentra también, quizá por primera vez en su vida, la horma de su zapato. Los yupiis, unas adorables criaturas que, sin embargo, podían convertirse en una pesadilla a causa de su habilidad para reproducirse sin medida. Hay que hacer mención al capítulo LOS TRIBBLES Y SUS TRIBULACIONES de la serie clásica de Star Trek, por los paralelismos entre tribbles y yupiis. ¿Quien inspiró
a quien?
LA FLOR MARAVILLOSA.
Estando a bordo del Fanfarrón, y durante una escala en Calixto, Marsuf organiza una juerga formidable que dura siete días. Naturalmente todo se retrasa, carga, descarga, consigna, lo único que el capitán Silverio es capaz de traer de vuelta a la Tierra es un cargamento de asombrosas flores, las más bellas del todo el Sistema Solar, encontradas por Marsuf en un valle perdido del satélite. Sin embargo, las flores se han marchitado sin remedio, excepto una, que el propio Marsuf a estado cuidando regándola... con su propia sangre.
LA NUBE ESCARLATA.
Esta vez encontramos a Marsuf de maquinista de la Betelgeuse, que al mando del capitán Platón se encuentra explorando los gigantes gaseosos. En un extraño planeta, raro por composición y ubicación, Marsuf descubre un peculiar fenómeno; una nube escarlata, que acaba por capturar a toda la tripulación con unas intenciones no demasiado claras. Naturalmente, Marsuf está al quite para comprender el fenómeno y darle cumplida respuesta.
EL HIJO DE MARSUF.
El primer párrafo suena a chiste: La Santa María, nave antorcha de la flota ibérica, había despegado meses antes del espacio-puerto de Torrejón
El caso es que la Santa María va llena de emigrantes destino a Marte que solicitan al capitán, vistas las fechas, la instalación de un Portal de Belén. Al poco, desaparece el niño Jesús y, naturalmente, Marsuf sabe bastante al respecto. Curioso relato a medio camino entre la religión y la filosofía.
LOS HOMBRES METÁLICOS.
Ahora embarcado en la nave espía Gladiador, Marsuf es testigo de primera mano del encuentro de ésta con un enorme asteroide de una conformación bastante peculiar. Al poco se revela que está abarrotado de refugiados de una naturaleza muy especial: millones de robots que esperan órdenes de sus creadores humanos.
