Este libro es la segunda parte de la Trilogía Victoriana, que Félix J. Palma arrancó con EL MAPA DEL TIEMPO y finalizó con EL MAPA DEL CAOS. Yo me enteré cuando iba a mitad de ésta novela, el caso es que había cosas que no terminaban de cuadrarme, y si bien pensaba que se irían explicando a lo largo del libro, finalmente resultaba que parecían tener su entronque con el anterior. Ahora estoy buscando EL MAPA DEL TIEMPO para ponerme al día, y poder finalizar con EL MAPA DEL CAOS en su secuencia correcta.

El argumento es bastante disperso, hay un montón de tramas y subtramas, incluso de historias independientes, todo muy bien contado, la verdad, con cierto aire steampunk y que no aburre, aunque las setecientas páginas que componen el volumen se me hicieron excesivas. Como en cualquier libro de esta extensión hay montones de páginas que sobran. No se si es que hay autores que no son capaces de parar cuando se ponen a escribir, cualidad que envidio, porque en mis escasos intentos narrativos siempre lo he dejado por cansancio, o bien que hay autores que no tienen ninguna capacidad de síntesis, lo que les lleva a acumular página tras página. Si como es el caso está escrito con habilidad, no es una molestia, pero sinceramente, me parece muy egoísta por su parte querer captar la atención del lector durante tanto tiempo.

Luego está el tema de usar personajes y lugares comunes para desarrollar la historia. Eso siempre me ha parecido un recurso facilón, de falta de imaginación. Al tener el personaje construido de antemano, el autor no necesita trabajárselo. Aquí tenemos a Wells y Poe, en su papel de estereotipos de escritores fantásticos del siglo XIX. No se si Palma se habrá molestado en empaparse en las biografías de ambos personajes o bien ha cogido los estereotipos más comunes y a partir de ahí ha ido añadiendo lo que le ha parecido.

Al hilo de esto, tampoco soy un gran entusiasta de los homenajes. No me parece mal que de cuando en cuando el personaje correspondiente declare su amor por tal obra o escritor, pero que el autor base pasajes enteros en obras precedentes creo que va más allá del simple homenaje. Palma abusa demasiado de las referencias a obras previas, nuevamente tenemos el problema del recurso cómodo, no hay necesidad de imaginar nada novedoso, basta con transponer lo que otros ya desarrollaron en su tiempo, y hacerlo a la vez tan reconocible que no se pueda hablar de plagio para tener un montón de páginas escritas.

También me he sentido manipulado. El contrato entre autor y lector es que el primero nunca engañará al segundo, encarrilará la obra de modo que el lector pueda ir avanzando a la par que los personajes y los giros inesperados deberán estar bien fundamentados. En el esquema de folletón que ha elegido Palma para su novela se salta muchas de estas premisas, y se saca de la manga una y otra vez oportunos deus ex machina poco elegantes.

De todas formas no quiero parecer un aguafiestas, la novela es recomendable, quizá con una extensión excesiva, pero estando, como está, bien escrita, y teniendo un buen ritmo, es una lectura que no creo que defraude, pese a los defectos expuestos.

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