
Mi primer contacto con Peter F. Hamilton fue una prometedora novela titulada LA CAÍDA DEL DRAGÓN. Comencé a leerla con creciente interés, confiando en el texto de contracubierta, aunque mi trabajo ya me debería tener muy prevenido al respecto. Lo cierto es que dejé la novela más allá de la mitad cuando comencé a darme cuenta de que seguía sin ocurrir nada, que seguramente no ocurriría nada más y que lo que en el texto de contraportada se daba por el tema central tenía pinta de no ser mucho más que una anécdota. Eso sí, me gustó la imaginación de Hamilton y la credibilidad y realismo de su universo literario. Pensé que LA CAÍDA DEL DRAGÓN podía no ser más que un tropiezo y me prometí que en el futuro le daría otra oportunidad.
Esa segunda oportunidad llegó con LA ESTRELLA DE PANDORA, un inmenso tocho publicado —igual que la anterior— por La Factoría de Ideas. Los que padezcáis de la vista, ni lo intentéis. Tiene una letra diminuta y los renglones se hacen interminables. No he calculado cuántas palabras tiene, pero creo que empalmando el RAMAYANA, el MAHABARATA, el KEBRA NEGAST y las memorias de Casanova saldría algo por el estilo. He de reconocer que, pese a mi costumbre, andaba buscando una lectura larga y despreocupada que me tuviera cuando más tiempo mejor pensando en algo que no tuviera anda que ver con mi vida cotidiana.
Vaya por delante algo: LA ESTRELLA DE PANDORA podría ser una buenísima novela de ciencia-ficción si no fuera porque todo su músculo está cubierto por una masiva capa de grasa narrativa. Descripciones de tres páginas sobre una ciudad en la que se reúnen dos protagonistas... para no aparecer nunca más. Escenas perfectamente prescindibles que no hacen avanzar la acción ni añaden más que alguna nota de color. Decenas de personajes que no aportan nada excepto más páginas; tantos que al principio hay un dramatis personae para poder enterarse. Una prosa pedestre y descriptiva al más puro estilo best seller. Los que disfruten de esta nueva forma de escribir ciencia-ficción estilo Selecciones de Reader´s Digest lo disfrutarán, a mí me cuesta.
Y sin embargo, LA ESTRELLA DE PANDORA es buena ciencia-ficción. Transcurre en el siglo XXIV o XXV. Gracias a la tecnología de agujeros de gusano la Humanidad se ha expandido por decenas y decenas de mundos (uno de ellos se llama Nueva Iberia y su capital es Salamanca, no es coña), que juntos forman la Federación (en el original, es Commonwealth) La Federación es una nación pacífica que no tiene naves de guerra y se dedica al comercio y la expansión de su sociedad civil. De hecho, no tiene naves de ningún tipo, ya que todos los viajes se hacen a través de agujeros de gusano.
Sin embargo, hay un hecho que lo cambia todo: un astrónomo que vive en un mundo en el exterior de la Federación descubre que dos estrellas a varios años luz de la esfera de influencia de la Humanidad están recubiertas por esferas Dyson. Revisando los archivos se da cuenta de que ambas esferas se levantaron de súbito, no como resultado de un trabajo de décadas. Y, claro, la tecnología capaz de levantar una barrera en torno a una estrella en un día da mucho miedo.
La Federación envía una nave, la Segunda Oportunidad, para investigar Alfa Dyson (una de las estrellas encerradas) Y aquí (a 300 páginas del principio, que ya está bien) comienza lo interesante. La esfera Dyson de Alfa es en realidad... Bueno, no creerían realmente que se lo iba a contar, ¿no? Bueno, pues por si acaso no quiere enterarse de cosas interesantes no siga leyendo.
Para resumir: los acontecimientos se precipitan y hay guerra. Una guerra gorda. La Federación tiene que construir una Marina de Guerra en tiempo récord —y con una considerable oposición política, hay que decirlo— ante la avalancha que se le echa encima: 40.000 naves de guerra cargadas de armas nucleares. Sobre el enemigo digo nada porque ir descubriéndolo es uno de los puntos a favor de la novela.
Pero si uno tiene cierto interés en saber qué ocurrirá con la Humanidad, si sobrevivirá a la peor crisis de su historia, si vencerá en esta guerra... tendrá que esperar mientras se come las uñas hasta las falanges, porque LA ESTRELLA DE PANDORA acaba in media res con las espadas en alto. La historia continua —y, hasta donde sé, concluye— en JUDAS DESENCADENADO, novela que ya ha sido publicada en inglés pero no en castellano.
Espero que haya más personas como yo a las que les haya gustado la novela y el editor decida publicar la continuación, porque si no me voy a ver obligado a aprender inglés, cosa que no me apetece en absoluto.
Lothlórien en Santiago Gª Soláns (rv. 18-04-22)
Mariano Villarreal en Literatura fantástica (rv. 18-04-22)
Adolfina García en CCyberdark (rv. 18-04-22)
Manuel Rodríguez Yagüe en Un universo de Ciencia-Ficción (rv. 18-04-22)
Reseña en Neuronas asesinas (rv. 18-04-22)
LA ESTRELLA DE PANDORA
EL VACÍO DE LOS SUEÑOS
EL VACÍO TEMPORAL
EL VACÍO DE LA EVOLUCIÓN