
Libro interesante que se lee rápido (o eso, o es que las vacaciones de verano me sientan bien) Dentro de la ciencia-ficción lo clasificaría como space-opera... protagonista que va de una parte a otra, todo con poca profundidad, pero con una historia que engancha.
El libro está ambientado en un futuro lejano en el que el secreto de los viajes superluminales está en manos de una raza alienígena llamada Shoal, que ejerce un control absoluto sobre esta tecnología y por ende, controla el comercio y la exploración de la galaxia. Las razas que desean utilizar esta tecnología deben ceñirse a las normas que dictan los Shoales, sin excepción.
Por su parte, los humanos (que utilizan la tecnología Shoal) están divididos en diferentes tipos de sociedad y mientras que unos han adoptado todo tipo de tecnología invasiva en sus cuerpos y por lo tanto llevan implantes craneales entre otros dispositivos, otros grupos han rechazado este tipo de tecnología y rehuyen a los que la han adoptado. Las estructuras sociales de unos y de otros también varían y despiertan el interés del lector.
La protagonista de esta historia es una ex piloto militar cargada de implantes y con un pasado turbio. A lo largo de toda la narración tendrá que lidiar con su pasado, con los extraterrestres, con mafiosos y con militares. También con naves que casi tienen sentimientos y finalmente con otra raza extraterrestre. Este personaje es el más trabajado y el que tiene más dimensión, aunque el protagonista Shoal también está bien tratado. En cambio, otro de los personajes principales, el humano mafioso, pienso que podría habérsele sacado más partido.
El libro tiene sus momentos divertidos, por ejemplo, los Shoales, que son criaturas acuáticas con tentáculos incluidos, utilizan nombres humanos de lo más sugerente. Nombres como: Comerciante-de-Excrementos-Animales, Rigor-Mortis, o Guardián-de-los-Secretos-Íntimos-de-los-Comprometidos-Involuntariamente.
Un libro 100% recomendable.
