
En 1967 Harlan Ellison reunió a un variado grupo de escritores, algunos representativos y otros ya no tanto, en su famosa antología Visiones Peligrosas, entre los nombres realmente importantes podemos citar los nombres de Farmer, Aldiss, Dick, Sturgeon, Ballard, Brunner, Spinrad, Zelazny y por supuesto Keith Laumer. La premisa que regia la antología era producir historias no convencionales, difíciles de colocar en el circuito establecido por los editores de ciencia-ficción. El relato que Laumer escribió para la antología se titulo PRUEBA PARA LA DESTRUCCIÓN, y fue presentado por Ellison como una visión peligrosa sobre la naturaleza básica del hombre. Vamos a ver por qué.
PRUEBA PARA LA DESTRUCCIÓN desarrolla una historia muy típica de Laumer; la del héroe que se enfrenta en solitario contra un sistema opresivo y dictatorial. El relato comienza con John Mallory, el héroe en cuestión, fieramente acosado por los esbirros de Koslo, el villano del cuento. Después de una persecución especialmente intensa, que deja el habitual saldo de muertos y heridos que se espera en un relato de acción, el maltrecho Mallory es apresado por los secuaces de su archienemigo, Fey Koslo, el autoproclamado Presidente Mundial. A continuación Mallory es obligado a someterse a la influencia de un artefacto espeluznante dotado de la capacidad de inducir el recuerdo en los individuos más reticentes.
La maquina es conectada al cerebro del protagonista, y Mallory se involucra en una extenuante odisea mental. En este plano de realidad aparece el Ree, una mente comunal de origen alienígena que se introduce en el cerebro de Mallory para someterla a un terrible examen. A partir de aquí Mallory se ve agredida por una sucesión de macabras visiones, que pretenden socavar su apego a la existencia. Esto nos lleva al momento más crucial del relato con Mallory acosado entre dos fuegos, pero resistiendo a pie firme, decide contraatacar, confrontando y venciendo a su antagonista más poderoso: la mente de Ree. Laumer describe este duelo así: ...El Egon...lanzó una descarga de fuerza mental por el canal de contacto, la cual se encontró con una contra descarga que penetro como un rayo en su interior, carbonizando el intrincado circuito orgánico de su cerebro, dejando un hoyo humeante frente a sus células
. Con el Egon anulado, Mallory se hace con el control de aquella potente inteligencia alienígena y emplea la nave que los trajo a la Tierra para suprimir a Koslo. Por la abertura de la pared apareció un objeto brillante con forma de torpedo. La pistola del dictador refulgió y la detonación atronó el reducido espacio. De la proa del invasor, salió un rayo de luz rosada. Koslo giro sobre sí mismo y cayó pesadamente boca abajo
. Koslo ha sucumbido ante Mallory y la extraña fuerza que se ha coaligado con él.
Pero esta historia no se cierra con un final feliz, es cierto que la tiranía ha sido vencido, y que el rebelde de antaño ahora ocupa la posición de su odiado antagonista, sin embargo algo ha sucedido en su interior, y el Mallory que gobierna el planeta Tierra no es el mismo que se enfrento a Koslo. Mallory se ha metamorfoseado en una copia aumentada y corregida del autócrata al que derroco.
Mallory es el prototipo de tantos hombres que han combatido contra las imposiciones de un sistema que restringe su condición de individuos, en su ambición de reducirlos a la pura y simple obediencia. No obstante si el rebelde consigue triunfar, puede verse expuesto a todos los vicios que acarrea el uso desmedido del poder, olvidar sus ideales y dejarse seducir por el oscuro impulso de querer mandarlo todo, como ocurre con el protagonista de este cuento.