Vaya por delante que esta novela no es estrictamente ciencia-ficción. No hay extraterrestres, en su forma literal, ni viajes en el tiempo, ni asombrosos artefactos y la ciencia más avanzada que se encuentra es el fuego precariamente conservado y bebidas alcoholicas obtenidas con más suerte que habilidad.
Sin embargo, que otra cosa se puede decir de una historia donde un grupo de personas viven tranquilamente su vida hasta que una horda de alienígenas invaden su espacio, abducen a sus hijos y quiebran de un modo radical el orden de su destino.
LOS HEREDEROS lleva al lector a la época en la que los neandertales estaban empezando a ser copados por el Homo Sapiens, en el caso de que así fuera realmente, porque sigue habiendo dudas acerca de que ambas especies llegaran a encontrarse cara a cara. Nos encontramos con un grupo de neandertales que viven de forma primitiva, pero sin duda como seres humanos, con un fuerte sentimiento de grupo, con lenguaje, aunque aún poco desarrollado, y complejos procesos mentales que incluyen la religión y el concepto del más allá. LOS HEREDEROS se convierte pues en una parábola sobre el costo del progreso evolutivo, una historia inquietante de inocencia destruida, la pérdida definitiva del Paraíso en un vívido paisaje europeo, hacia el final de la última Edad de Hielo.
Golding cuenta como los agotados miembros de una familia neandertal llegan a finales del verano a su destino tras su periplo de migración anual, pero no advierten las señales de advertencia de que no están solos. El retrato que hace Golding de esta familia es de un grupo unido por el respeto y el cariño, en armonía entre ellos y con su mundo. No están preparados para lo que se les viene encima cuando unos monstruos salvajes matan a la mayoría de los adultos y secuestran a los niños.
Sólo quedan dos de ello, Fa y Lok, que mientras acechan a los extranjeros para intentar recuperar a los niños descubren un grupo humano complejo y peligroso que practica extraños rituales, se emborrachan, cantan, pintan, construyen canoas y chozas. La paradoja es que mientras el lector se identifica con Lok, a través de sus ojos contempla a sus propios antepasados.
La novela es corta pero intensa, LOS HEREDEROS tiene varios niveles de lectura. Por un lado tenemos el paraíso perdido, el entorno apacible de los neandertales se ve alterado irreversiblemente por la irrupción de un actor nuevo y revolucionario en la historia de la humanidad. Por otro, esos nuevos seres humanos han iniciado la carrera del conocimiento; son conscientes de sí mismos de una forma más profunda que los neandertales, no viven en su entorno, lo controlan y lo alteran a su gusto. Hasta hoy.
