
Ya sabéis que eso de los blogs es como la hierba: unas veces crece, otras se marchita, pero siempre la hay, y encima la más persistente es la salvaje, la que crece sin control. Pues eso es lo que me pasa a mi, que soy como la hierba, creando un blog aquí y otro allá, que luego se van marchitando poco a poco hasta que se detiene, por completo, su crecimiento.
Esto viene a cuento en relación con lo que ahora voy a iniciar en esta web. Recordaréis que en su momento mantuve un blog comentando los libros que iba leyendo, llegando a publicar más de ciento cincuenta entradas en un año. Luego ese blog se dividió en varios más, con un ritmo más pausado pero de temática más específica y con algo más de calidad, pero no mucha más. Ellos son mi Marte Digital, mi Kindle Man y mi Rincón Analógico
Los dos primeros continúan más o menos vivos, aunque no publico todo lo que quisiera, sobre todo en el primero, en el que me he saltado comentar muchas lecturas. Para los que no lo sepáis, el primero comenta los libros de divulgación que he leído, mientras que el segundo intenta mantener viva la polémica entre el libro de papel y el electrónico, con entradas situadas entre la crítica más feroz a la estulticia de las editoriales y revisiones más o menos lúcidas de todo lo relacionado con el funcionamiento de los lectores de libros-e (los aparatos, no las personas que los usan)
El tercero de los tres, el más abandonado, quizás sea el más querido, porque prefiero no escribir en él a escribir deprisa y corriendo, como quien dice a salto de mata y a desgana para tener una entrada cada vez que hace falta.
Y es por ese motivo por el que estoy escribiendo esto mismo, para forzarme a crear algo de calidad, al menos de calidad desde mi punto de vista (que ya sabemos lo que pasa, lo que para unos es oro para los otros es caca) Lo que opine el lector es cosa suya, claro está, pero espero que le guste al menos la mitad de lo que me gusta a mi escribirlo.
Si, ya voy a lo que interesa, al motivo de todo esto.
Supongo que, gracias a la labor de Robel, que editó la versión en castellano durante 21 números, sepáis que existe una revista norteamericana de ciencia-ficción que se llama Asimov[1], como el ilustre escritor, que fue fundada por él mismo (es un decir, al menos de lo que se deduce de sus propias memorias, creo que comentado en algún Opus de los que produjo) hace bastantes años y que cuenta, al menos en el mundo anglosajón, de muy buena acogida.
El propio Asimov fue su editor de nombre aunque no de hecho durante muchos años, y creo que publicaba el editorial o al menos aparecía esporádicamente. A su muerte la revista continuó con su devenir y se fortaleció si cabe.
Existen más revistas de ciencia-ficción y fantasía en el mercado internacional, pero hay una que sobresale sobre las demás por derecho propio. Su nombre actual es Analog Science Fiction and Fact, aunque se la suele conocer por su primera palabra o por Analog SFF. Y si la nombramos por su denominación original, Astounding, seguro que os suena a poco que hayáis leído algo sobre la historia de la ciencia-ficción porque ambas son la misma, evolucionando, de forma continua y sin interrupciones, a lo largo de más de 65 años. Se considera que el Analog es la primera revista del género, y aquella en la que, dirigida por John W. Campbell a finales de la década de 1930, convirtió el género en lo que es hoy en día.
Es decir, que Analog es la revista con más solera y reputación, padre de todas las revistas de ciencia-ficción. Si la unimos al Asimov, es posible que, en combinación, formen parte de lo más importante del género. Porque es de ambas de donde salen la mayoría de todos los premios Hugo y Nebula, incluso las novelas. Por ejemplo, DUNE fue publicada por partes en Analog, así como otras muchas.
Y eso es lo que os traigo yo aquí. No las revistas en sí, porque no puedo, pero sí lo más cercano que se puede conseguir sin tener que pagar derechos ni traducciones. Juntando mis ganas de hacer algo con más calidad que mi Rincón Analógico con las de Francisco José Súñer Iglesias y su Sitio de Ciencia-Ficción, os presentaremos mes a mes el contenido de ambas revistas. La idea es escribir un comentario sobre cada número, englobando, si no todos (porque a veces no los leo) sí la mayoría de los relatos que se publican. Algo parecido a lo que podíais leer en mi Rincón Analógico pero con mayor calidad y más detalle.
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No obstante, antes de comenzar, debemos explicar algunas cosas, presentando de paso ambas revistas.
Las dos suelen publicar relatos de ciencia-ficción, y en el caso de Analog, novelas repartidas a lo largo de varios números. Asimov creo que no hace esto último, pero tampoco puedo confirmarlo con seguridad. Sí que puedo decir que en el par de años que llevo leyéndola no lo han hecho nunca. Una diferencia un tanto curiosa entre ambas estriba en que la segunda introduce el relato con una breve reseña del autor y algún comentario inteligente sobre lo que vamos a leer, mientras que la primera sólo hace el comentario, incluso de una o dos palabras, con lo que a veces te quedas igual que si no lo hubieras leído dado que muchas ocasiones inteligente se convierte en críptico.
Por otro lado, Asimov es más literaria que Analog, y con eso no quiero decir que en la última nos encontremos bodrios infumables en cuanto a su calidad ortográfica, semántica y estilística. No, nos referimos a que la primera publica relatos con un estilo más pulido, más mainstream (o comercial) por decirlo de alguna manera. Y para notar yo eso con mi pobre inglés...
Analog es más dura, más orientada a dar el mismo peso a ambas palabras del género, mientras que en la otra podemos encontrar cuentos que, desde mi punto de vista nada tienen que ver con la ciencia-ficción, e incluso de vez en cuando aparece algún relato que yo considero de estricta fantasía. De nuevo no quiero decir que en Analog vayamos a encontrar westerns con pistolas de rayos, pero sí más elementos relacionados con la ciencia-ficción dura, que es por lo que personalmente me gusta más esta que la otra, pese a que en ambas, siempre desde mi estricto y propio punto de vista, de vez en cuando caen truños antológicos, ilegibles y carentes de todo valor.
Además, y a título personal, muchos de los relatos de la Asimov son lo que yo califico como space mainstream en similitud con el space opera: narraciones que podrían muy bien ir en cualquier revista literaria ya que el aspecto de ciencia-ficción no es más que una fina capa eliminable y que muchas veces ni se nota. No quiero pensar que son relatos rechazados por otras editoriales a los que se les ha añadido la capa cienciaficciónera sólo para poderlos vender en el Asimov...
Ambas cuentan con una sección de libros, que más o menos desgrana las novedades del género, con prioridad a los de su propio estilo. También cuentan con un editorial en el que, más que cosas interesantes, asistimos a las manías de cada director. Sheila Williams, la editora del Asimov, tiene fijación por los premios, los talleres y los certámenes literarios, y prácticamente es lo único que vamos a leer en un editorial de esta revista. Stanley Schmidt es el editor del Analog, y ciertamente es más variado que su equivalente en la otra, pero muchas veces muestra unas idas de olla más que antológicas y sin mucho fuste. Eso cuando no se pone a hablar de política y al menos yo dejo de enterarme por completo porque si me interesa poco la patria, lo hace todavía menos la extranjera.
Otra sección común es la de eventos, en la que se enumeran sin más los acontecimientos con relación al género que se van a producir en los meses venideros. También traen un breve resumen de lo que será el próximo número, y Analog cuenta con una de cartas de los lectores, generalmente críticas y alabanzas a cuentos y a artículos publicados con anterioridad.
Asimov publica bastantes poemas mientras que Analog casi nunca lo hace y, como en el caso de los editoriales, pocos me veréis comentar a no ser que los considere interesantes. La poesía no es mi fuerte, juntémoslo a lo abstruso de las rimas en inglés (y a mi pobre conocimiento del idioma) y obtendremos una combinación que al menos a mi me resulta completamente inadecuada. Además, los pocos poemas que he conseguido leer me han parecido infantiles y traídos por los pelos....
Analog cuenta con más secciones que el Asimov. La que más me gusta de todas es la de Reflections en el Asimov, escrita por Robert Silverberg, en la que el famoso escritor tiene completa libertad en lo que escribe, y os aseguro que siempre, siempre, es interesante. La otra sección de esta última revista se llama On the net y como su nombre indica comenta cosas que tengan que ver con Internet y el género.
De Analog solemos tener un The Alternate View que suele contener algún relato corto pero rompedor por su originalidad, desarrollo o feroz crítica a algún aspecto social. Ciertamente la mayoría de veces son tremendamente impactantes, aunque a veces podemos encontrarnos con tonterías y otras con truños. Menos mal que en general son cortos.
Finalmente, en esta revista también se publica Science Fact, muchas veces en relación a alguno de los cuentos publicados. Suelen ser artículos sobre lo último de lo último en algún campo científico, y también muchas veces caen en lo soporífero o excesivamente técnico y detallista, aunque por las cartas que se publican en la propia revista, parecen gustar bastante.
Ambas suelen publicar algunos relatos y secciones del número actual en su Web, por lo que no está de más que si cuando leáis mis comentarios os guste algo, vayáis al lugar adecuado a ver si, por casualidad, ha sido publicado allí. Normalmente todas las secciones fijas están publicadas, y se suelen mantener algún tiempo si no siempre en sus respectivas secciones de números anteriores.
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La publicación de ambas revistas es un tanto extraña. Editan diez números, dos de ellos dobles, sumando, por tanto, la cantidad teórica de doce números anuales. Y digo teórica porque los números dobles suelen ser como uno y medio, con el consiguiente ahorro por su parte. Los números dobles de Asimov caen en los meses teóricos de abril/Mayo y Octubre/Noviembre. Y los de Analog en Enero/Febrero y Julio/Agosto.
La periodicidad es, también, extraña. Independientemente del tamaño del número, sale cada 36 días más o menos, aunque a veces los números dobles se retrasan un poco y los normales se adelantan, por lo que no es extraño leer el número de diciembre en septiembre u octubre, con el consiguiente desbarajuste de fechas en los eventos descritos, que sí que siguen la fecha de publicación y te puedes encontrar en el número de diciembre eventos de octubre que ocurrirán en un futuro, como si las revistas pudieran viajar en el tiempo.
La edición electrónica suele salir unos días después que la de papel, aunque no muchos, y es la que yo leo y recibo, puntualmente, en mi sección de la tienda online Fictionwise[2] (aunque se pueden encontrar en otras tiendas online más) Como los leo con el Kindle y por tanto veo las locations en lugar de las páginas, sé que de hace un año a esta parte los números han adelgazado bastante, sobre todo el Analog, y es que es preferible menos contenido pero de mayor calidad que hacer lo que hicieron en los últimos números anteriores al recorte, que es publicar bastante basura.
Otro dato curioso es que la editorial de ambas revistas es la misma, Dell Magazines, que además de éstas, edita otras de misterio y se centra en revistas de pasatiempos. Vamos, que es como si Zugarto Ediciones editara, también, una revista del corazón.
Pues bien, si no pasa nada, y para dejar tiempo a quien quiera leer las revistas antes de que yo ponga nada (y de paso darme tiempo a mi mismo a leerlas y a escribir sobre ellas) se publicará cada primero de mes la entrada correspondiente al Analog del mes de portada (con aproximadamente unos dos meses de retraso sobre la fecha real de salida) y el 15 la del Asimov, siempre que ello sea posible y los medios lo permitan. Por mi parte llevo ya más de un año leyendo el Asimov y unos cuatro el Analog y siempre he terminado de leerlas antes de la fecha indicada, y también es conocida la diligencia del editor de este sitio, por lo que seguro que pocas veces faltaremos a la cita puntualmente.
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Y ya para terminar con esta presentación, he de comentaros la clasificación de los relatos que suelen hacer los anglosajones en cuanto al tamaño del mismo, que no existe en castellano. Viene a cuento porque en ambas revistas se clasifican de esta forma, y dan una idea del tiempo que vamos a tardar a leerlo. También he de deciros que a veces la clasificación es algo incorrecta y los tamaños difieren ampliamente respecto a su catalogación.
Una novella es un relato que está situado entre un cuento y una novela propiamente dicha. Yo a veces la llamo novelica (por lo de novela pequeña) pero la definición real nos dice que es una obra con un tamaño de entre 17.500 y 40.000 palabras, lo que se corresponde a unas 60 y 130 páginas impresas. En las revistas de las que estamos hablando, suelen ocupar entre el 20% y el 40% del total de un número normal, y solo suele haber una excepto en los dobles, que, habitualmente pero no siempre, tienen dos. En el mundo hispanoamericano es lo que se suele conocer como novela corta.
Una novellette tiene entre 7.500 y 17.500 palabras (de 45 a 89 páginas impresas) De estas suele haber más de una en cada número, aunque tampoco muchas por temas de espacio, sobre todo si la novella es casi una novela
.
Finalmente nos encontramos con el short story, que es cualquier cosa inferior a las 7.500 palabras. No hay una relación directa de estas dos últimas categorías en español: todo lo que sea de longitud inferior a una novela corta es un cuento o relato, y se suele hablar de relato o cuento corto para aquellos que no superan esas 7.500 palabras, pero no existe una definición concreta de pesos y medidas
.
Además, están los poemas y las secciones fijas, de longitud variable aunque nunca excesivamente larga.
Bueno, pues ya está, ya he terminado, querido lector, ahora te queda mirar en la sección correspondiente el número que quiera leer.
[1] Bueno, en realidad se llama Asimov’s, que traducido podría significar la de Asimov en relación a la revista de Isaac Asimov.
[2] Amazon también ofrece ambas revistas pero, aparte del hecho de que salen algo más tarde, no contienen las dos o tres ilustraciones de otras ediciones, y la portada tiene mucha menos calidad. Por otro lado, el mejor formato con el que sale la revista en forma electrónica es el PRC o Mobipocket. La edición en ePub tiene también menos calidad que la PRC o MOBI.
SdCF: Aunque sean Asimov´s y Analog los ejes sobre los que pivotará esta sección, no se descarta en el futuro abrir apartados para otro tipo de publicaciones periódicas. Para ello, la sección se dividirá en tres partes bien diferenciadas. Por un lado las Revistas, donde se incluirán todas aquellas publicaciones de índole profesional, es decir, las que pagan a los autores por su trabajo. Por otro, los Fanzines, que tendrá más bien un carácter histórico, puesto que agrupará las publicaciones en papel que, aunque se distribuyan de forma comercial o semi-comercial, no retribuyen a sus colaboradores, hoy día prácticamente desaparecidos a favor de los Ezines (el tercer apartado), la encarnación actual de los fanzines en formato electrónico unitario y portable
, es decir, PDFs, ePubs o similar, pero nunca como web. Esta clasificación será independiente de como anuncien los editores la publicación.
