La imagen de una hermosa y misteriosa mujer vestida de negro aparece una y otra vez en diferentes obras de arte desde hace más de 8.000 años. Cualquier formato es válido para representarla: escultura, pintura, hologramas u obras láser. Podría pensarse que los artistas se iban transmitiendo la inspiración de unos a otros, pero no era probable; había miles de años y billones de kilómetros de distancia entre los distintos autores. Otra coincidencia es que ninguno de los artistas era famoso; de hecho, desempeñaban los más variados oficios, todos ellos peligrosos, que los ponían continuamente al borde de la muerte.
Leonardo, un alienígena de la Casa Crsthion, en el planeta Bjornn, es enviado al planeta Nuevo Londres en un programa de intercambio. Experto en arte, debe desarrollar su oficio en las Galerías Clairborne, regentadas por la inconformista Thai Chong. Después de una alocada subasta, el inocente y siempre políticamente correcto Leonardo, es contratado por un multimillonario miserable y cascarrabias. Su misión: encontrar todas las obras de arte en las que aparezca la enigmática Dama Oscura.
Pero en su ajetreado periplo no viajará solo. Reuben Venzia, protagonista en la subasta citada anteriormente, también busca a la Dama Oscura, pero no para comprar obras que la representen, sino para conocerla personalmente. Según Venzia, la Dama existe y él tiene la imperiosa necesidad de hacerle una pregunta específica.
Otro personaje que se agrega a la búsqueda es Valentine Heath, ladrón profesional, oportunista y capaz de cualquier cosa que le pudiera reportar un buen puñado de créditos. Ha llegado a sus oídos el interés del millonario por la Dama Oscura y planea, una vez encontrada, vendérsela como si fuese una esclava.
El epílogo se produce en el desolado planeta Solitario. Allí, los tres protagonistas son testigos de un hecho que resuelve los interrogantes de cada uno de ellos. ¿O no?
Una vez más, Resnick nos ofrece una obra de ciencia-ficción con poca ciencia y bastante ficción. Como ya he comentado anteriormente, la única relación de LA DAMA OSCURA con SANTIAGO (considerada por muchos primera parte de esta mini-saga) es el espacio en el que se desarrolla la acción y alguna aislada referencia, muy de pasada, sobre personajes o lugares que aparecen en SANTIAGO.
La especialidad de Resnick parece ser la novela clásica de aventuras, sin muchas complicaciones formales ni argumentales. Cuando terminemos de leer una de sus obras no nos pondremos a filosofar sobre el asunto del que trata, pero, en cambio, podremos decir que ratito más bueno he disfrutado.

Locución de Francisco José Súñer Iglesias
Producido por Francisco José Súñer Iglesias para el Sitio de Ciencia-Ficción
Fondo musical: 4th world de Gerd (elysis) Raudenbusch
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