
Otro año más que para mi gusto o disgusto el premio UPC pasará sin pena ni gloria. No sé que le ven a este premio algunos entendidos y aficionados. Salvo algunas obras que se pueden contar con los dedos de una mano, lo demás es pura y simple paja. Temas que de tan sobados y trillados acaban por cansar, argumentos repetitivos hasta la saciedad, etc.. Por otra parte, algo de este galardón me huele a chamusquina. Si no, ved que en esta edición que se le ha concedido el primer premio a un autor catalán ¿casualidad? que por más señas lo conocerán en su casa y a la hora de comer. No me puedo creer que entre todos los originales recibidos, según las estadísticas que nos facilita Miquel Barceló en la presentación del volumen, no hayan ni existan otras obras mejores. Además en esta edición, los cinco relatos que componen el libro son muy parecidos y todos de autores hispanoamericanos. ¿Donde están los Sawyer, los Foster, etc.. que han participado en anteriores ediciones? ¿Se les habrá agotado la inspiración? Pero vayamos por partes.
TRAFICANTES DE LEYENDAS de Jordi Font-Agusti es una especulación futurista en la que los humanos encargan que se le fabriquen leyendas personales para darse caché. El problema surgirá cuando el protagonista encuentre que le han pirateado una leyenda que el había fabricado. Vulgar y simplona.
POLVO ROJO de Yoss está contada como si fuera una narración detectivesca al estilo de Chandler o Hammett. Se cuenta la enconada persecución por un policía cibernético de un extraterrestre asesino. Narración entretenida pero que no aporta nada nuevo.
SUEÑOS DE INTERFAZ de Vadimir Hernández es otro ciberpunk más y que es mejor olvidar.
FACTORÍA CINCO de José Antonio Bermúdez Santos nos cuenta la búsqueda casi mística de un secreto en un mundo posthecatombe. Para pasar el rato
Por último CARNE de Daniel Mares, para mi gusto, el mejor relato de los que componen el volumen. Es una amena y entretenida especulación de lo que significa ser humano. Los protagonistas, unos cyborg que se creen humanos y que se encuentran trabajando en Júpiter, no tendrán más remedio que plantearse su verdadera naturaleza al encontrar otros seres que les dicen que ellos son los verdaderos humanos.
Resumiendo que en el premio UPC de este año no se encuentra nada nuevo, tónica que ya es habitual en este tipo de certamen. Para olvidar.