Eva la heroína, es la primera sorpresa con la que te encuentras en la obra, su seguridad, independencia y habilidad para moverse en una Tierra deteriorada me recordaron a VIERNESL, la aventurera desplegada en el texto homónimo de Robert A. Heinlein. Asimismo, la síntesis de la situación desesperada, los problemas que les acucian, la merma de agua y el colapso climático siguen la pista trazada por Kim Stanley Robinson en su soberbia obra EL MINISTERIO DEL FUTURO, agregando especificidades que la convierten en una peliaguda y cercana catástrofe.
Las lluvias se agotan, la capa freática se contamina, los océanos acidificados no pueden sostener corales, moluscos o zooplancton, la biodiversidad es cercenada una y otra vez, las pandemias se repiten, la contaminación muestra sus efectos, los glaciares se desvanecen, el permafrost se desintegra y las penurias se amontonan, una cascada sinérgica de dañinos efectos se precipita sobre la sociedad y los servicios que deberían brindársele.
Los migrantes viajan ahora en distinta dirección, de norte a sur, donde observo una especie de justicia poética.
Más sorpresas: El panorama sombrío abierto ante nuestros ojos apenas deja espacio para la esperanza, aunque la misión que comanda Eva podría arrojar un resquicio. La unión de Chile y Argentina, dueños de buena parte del hielo de los Andes y de la Antártida, y vencedores en una segunda guerra de las Malvinas, se erigen como el poder tecnológico y político de la Tierra.
Estar a la cabeza de la ciencia y la tecnología les concede la capacidad para decidir en que dedicar los recursos y se han decidido a lanzar una nave tripulada a Alfa Centauri, el sistema estelar más cercano, viajando a más del 80% de la velocidad de la luz con los consiguientes desfases fruto de la dilatación temporal. Se cumple aquí una de las visionarias ideas de Lyon Sprague De Camp, quien también colocó a la cabeza del planeta un país suramericano: Brasil en su caso, y su empresa Viagens Interplanetarias en su Serie del Mundo de Krishna.
La narración sigue un planteamiento lógico tenaz e irrebatible y se lee fácil, uno queda enganchado en el fluir de las explicaciones y casi sin darse cuenta se llega al momento del despegue de la lanzadera que dará inicio al increíble viaje y sucesivamente a las demás peripecias.
La misión se inicia con el desplazamiento a la Archinaut5 (Estación Espacial ilustrada en la portada, con su módulo con forma de rueda para facilitar gravedad artificial) trayecto en el que se intercala información y se arrojar luz a los lectores, con minuciosidad y amor al detalle, donde destella el cariño hacia al planeta que quedará atrás.
Maniobras y giros, fuerzas de gravedad, maniobras en el pasillo, barandillas y trampillas, alineaciones sincronizadas y velocidades angulares resueltas, son diseccionados con un bisturí, para facilitar la comprensión. Ofrece en términos comprensibles escenas icónicas como las que Kubrick nos brindó con 2001, UNA ODISEA ESPACIAL.
Vía ascensor y su arnés abrochados, nos dirige a la zona ingrávida de la estación espacial. Con calma se suceden los avisos y se cumplen los protocolos para dejar expedito el despegue, largo pasillo con forma de prisma hexagonal tumbado, anillas para impulsarse ante la ausencia de gravedad, superficies de velcro marcadas según su función, aristas, silla de desplazamiento hacia la sala del equipo de coordinación y al hangar de la nave interestelar, escotilla de entrada, cierre hermético y presurización, la Tempo8 entrega sus secretos.
Vívidas y detalladas, las descripciones vibran y nos envuelven, evitando caer en la jerga excesiva y presentándose de manera accesible con datos y detalles. Exhibe vívidas imágenes de los procesos de aceleración, entrelazamiento cuántico y sus aplicaciones criptográficas, derivado todo ello del dominio tecnológico de la antimateria el uso de la Trampa de Penning para aislar la antimateria almacenada como fuente de energía. Es semejante a leer un artículo científico en forma novelada.
Sorpresas de diverso tipo: Los mecanismos de comunicación son expuestos con prolijidad y pormenorizados, dejándonos con la sensación de que no sólo requiere de transpondedores sino de un cierto grado de intuición y empatía, aquí se empieza a sentir la soledad de Eva, y nos va cayendo una tristeza que nos acompañará al final.
Las exposiciones filosóficas contribuyen en cierta forma a diversificar las preguntas y hasta las conclusiones, por ejemplo, el debate sobre las estrellas y sus movimientos conduce a preguntarnos ¿qué hay más allá de estas estrellas que vemos? La locura acecha con sus alas retorcidas por el interior de la cosmonave y el aislamiento expone al desquiciamiento.
La arquitectura de los Módulos Gemelos rinde beneficios al mantenerlos conectados. Los transpondedores redundantes vigilan la autenticidad de los mensajes mediante cronomarcadores. Llegamos así a la antesala de la navegación en el vacío interestelar, su cruce del abismo, con instantes de máxima tensión en la maniobra extravehicular mientras los módulos se mantienen enlazados en su movimiento giratorio. La exploración de Eva avanza mientras compara los distintos hábitats, sin embargo, no erosionan su soledad, a la que no sucumbe mientras la enorme biblioteca a su disposición continúe abasteciéndola.
Es notable la tenacidad de JuanFran G. Molina en mantener claras las explicaciones, no ceja en el objetivo de iluninarnos. A medida que explora y cumple con las fases programadas, entramos en un segmento que podríamos denominar Desaceleración en el Sistema Centauro y llovizna de descubrimientos
; así, aparece Rigil, la Nube Andes, se desacoplan los módulos para seguir distinto rumbo. Y siguen más planetas.
La biosfera de Atacama será revisada, menudearán los experimentos y exploraciones de Eva sobre el terreno, el narrador omnisciente la observa desde lejos pero no desde afuera manteniendo la empatía de un hermano mayor y es que ella se emociona y palpita y eso la nutre y la ayuda a mantenerse cuerda.
Igual le aporta el seguimiento de las conjunciones y oposiciones durante los paseos nocturnos que proclaman una hermosa danza de estrellas entre Rigil, Atacama, Toliman; la cornucopia tecnológica nos mantiene en novedad también sobre los terrenos de Atacama. Tras su viaje en solitario el segundo módulo retorna y se reúne descendiendo también al igual a que ya lo hizo el otro módulo a la llegada de Eva. Y preferimos cerrar los ojos, ya que los módulos no tienen capacidad para despegar ni les queda combustible para un viaje de retorno.
Las sorpresas están a la orden del día. Aun estando en un planeta estéril, Eva se preocupa por la contaminación agrícola. Eva agrega a astronauta el título de colona, y el ritmo es otro, come de sus cultivos, produce oxígeno con filtros de zeolita, se baña en el lago, podríamos denominar a esta etapa de actividad: intromisión en los ciclos y conquista del lago
o problemas por la latencia temporal en las comunicaciones interestelares, y la losa de la soledad
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Si hasta el momento lo que comento es laudatorio para su estructura de ciencia-ficción dura, en la segunda parte nos arrastrará a más asombrosos descubrimientos, pero incorporando la espiritualidad, conserva una excelente cadencia pedagógica, tanto que podría ser un manual para que nos comprenda y nos interprete una entidad de otro mundo. Se facilitan propuestas audaces, se bosquejan decisiones, proyectos y rutas de viaje. Llega más gente de refuerzo, más actores, más racimos de posibilidades, más rovers, más drones, más módulos. Se expanden el área de contacto y de influencia. Mientras de la Tierra siguen llegando noticias de su horizonte sombrío con nuevos desastres en cadena. La perspectiva allí es terrible, lo que hace más necesario perseverar en la misión.
Me gusta la calma que elige el autor para transmitir su mensaje, que es a la vez abierto y cerrado, porque puede mantenerse la comunicación, pero... aunque Eva sienta la presencia de otros seres sentipensantes y seamos bienvenidos, tras la el encuentro queda el misterio inalterable y el vacío.
Justo ahí, se establece contacto, pero destriparía el contenido si comentara lo que sucede en los últimos capítulos, confiad en lo que os digo, os sacudirá y dejará atónitos, recomendable es poco, imprescindible se acerca más, por eso transcribiré solo mis notas personales sobre la lectura de esa sección sin aludir a su envergadura informativa.
Entropía es a equilibrio químico como comunicación es a intercambio interminable & Dudas existenciales que poseen su propio metabolismo y energía & Biblioteca compartida que nutre el concepto de dualidad de especies & Matrix y sus simulaciones que terminan por semejarse a las simulaciones digitales de Bostrom & Una parte sustantiva de la cultura actual de la sociedad global que descansa en el humus donado por la ciencia-ficción & Entre Madre Naturaleza y Teoría Gaia es visible la conexión, más allá de como ocurre en las redes de Hartig & A la Atlántida se recurre por acuerdo y a la mudez por defecto.
Cerraré reiterando que la emoción alcanza cotas que rozan lo sublime y que lo tecnocientífico continúa siendo revelado con claridad y sencillez.
