A principios de lo noventa, la editorial Martínez Roca empezó a publicar la serie de La Cultura de Iain M. Bank. Se llegaron a editar tres libros y ahí quedo la cosa. Bien es verdad que se dio la circunstancia del comienzo de una árida etapa en el mercado editorial y un hiato de seis años entre el tercer y cuarto libro de la serie. Pues bien, La Factoría de Ideas ha tomado el relevo de Martínez Roca y ha lanzado al mercado el cuarto libro de la serie EXCESIÓN con gran alegría por mi parte.

Y no es para menos, ya que La Cultura es una sugestiva y atrayente civilización galáctica que coexiste en un universo en donde hay otras especies, algunas complacientes y benévolas como el Elenco, y otras que no son tan benéficas, como la belicosa Afrenta. La Cultura es una inquieta sociedad que vive placenteramente en un universo en donde las formas de vida artificial se han desarrollado tanto que las mismas se han convertido en protectoras de los seres humanos. En un universo en donde la aspiración máxima de las especies que lo pueblan es sublimar, es decir alcanzar la trascendencia y colocarse más allá del bien y del mal, la propia Cultura considera que todavía existen sendas y misterios desconocidos en el Universo por los que vale la pena seguir como están y que ya alcanzaran la trascendencia cuando llegue su momento. La excesión a la que se refiere el libro es un término que se puede traducir como excesivo o excepcional y eso es el suceso que ha ocurrido en el horizonte galáctico. Una especie de inmenso agujero negro ha aparecido en el espacio intergaláctico y hacia el se dirigen varias naves de la Cultura y de la Afrenta. La Cultura que ha salido hace algún tiempo de las guerras iridanas, se encuentra abocada a otro conflicto bélico, esta vez con la Afrenta.

Banks ha recreado con gran acierto un rico y complejo ambiente en donde sus creaciones se desenvuelven con una frenética actividad. Tanto Byr Genar-Hofoen, un miembro de la Cultura obsesionado con los cambios de sexo y la adquisición de nuevas experiencias, como Ulver Seich, una pícara y deslumbrante agente de la Cultura, son entrañables y emotivos personajes cuyas acciones siempre están justificadas por el contexto en que se desenvuelven. Hay que hacer notar el rico y numeroso entramado de naves inteligentes que toman protagonismo a cada momento de la acción, ya que debemos leer con atención, pues podemos correr el riesgo de perdernos en el argumento.

Como ya he dicho, bienvenida sea la recuperación de la saga de La Cultura por parte de L a Factoría de Ideas. He de hacer notar que esta misma editorial esta realizando una labor encomiable a la hora de publicar moderna ciencia-ficción y recuperación de algunos clásicos indiscutible. Sin embargo, se echa de menos y de vez en cuando algunas obra de ciencia-ficción psicológica y cercana a la Tierra, ya que las últimas novelas publicadas, son todas modernas space-operas.

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