Aunque no es la primera edición en español de esta novela, si resultaba a estas alturas necesaria una revisión y reedición de este clásico de la literatura de aventuras (por la época en la que se publicó el término ciencia-ficción aún era desconocido) sobre todo por la necesidad de comprender los orígenes del género y conocer de primera mano las fuentes de la inspiración de los maestros de la edad de oro como Asimov, Farmer, Anderson, Harrison, Sturgeon, etc. Autores todos ellos nacidos a principios de los años veinte y que necesariamente tuvieron entre sus primeras lecturas las obras de Burroughs, absolutamente fascinantes y absorbentes y probablemente forjadoras de más de una vocación literaria.

Además, resulta necesario para vindicar la figura de Burroughs como autor de ciencia-ficción, aspecto este muy olvidado a causa del abrumador éxito de su personaje estrella; Tarzán de los Monos (o de los Alpes, dependiendo del traductor)

En cuanto a DIOSES DE MARTE es puro Burroughs. Con un estilo en el que prima la sencillez se nos relata como John Carter vuelve a Marte tras algunos años de estancia en la Tierra. La primera novela de la serie es UNA PRINCESA DE MARTE, no editada por Pulp Ediciones en la creencia de que la última edición de Aguilar, en 1989, estaría aún disponible. Craso error como han demostrado las peticiones de los aficionados.

El como viaja a Marte y de cómo vuelve a la Tierra son cuestiones que Burroughs no se digna a explicar por triviales, la cuestión es que Carter debe volver a Marte a arreglar los asuntos que dejó pendientes pero una vez allí se encuentra en un lugar ligeramente distinto al que debía llegar, y desde ese mismo instante se desata la acción, que no se detendrá ni siquiera cuando la palabra FIN aparezca tras decenas y decenas (literalmente) de visicitudes.

Monstruos feroces, razas despiadadas, guerreros formidables, paisajes inhóspitos, intrigantes profesionales, cualquier elemento es bueno para enfrentar a John Carter y sus amigos a peligros sin fin de los que saldrán, naturalmente, a golpe de puño y espada. La lucha cuerpo a cuerpo es continua y no importa que, tras un somero calculo, John Carter hubiera debido desangrarse un par de veces sólo en las primeras treinta páginas. Como ya digo son consideraciones irrelevantes, Carter, ayudado por la enorme fortaleza que le da la diferencia de gravedad de Marte con respecto a la Tierra (mismo argumento que años más tarde utilizarían los creadores de Superman para explicar parte de sus poderes) sale con vida y la moral fortalecida de todos sus problemas, para, como en todo buen folletón, buscarse otros de un calado digno de tal personaje.

Que nadie dude pues de lo que se va a encontrar en este libro; aventuras, aventuras y aventuras, tan inverosímiles como desaforadas, pero con un grado de exotismo y emoción que ya raramente se encuentra.

Como última consideración, sería interesante que Pulp Ediciones (este libro está editado bajo el anterior sello Omean Ediciones) olvidara el formato VISIONES y ofreciera sus libros en un tamaño de letra algo más generoso. El aumento de costes al exigir mayor cantidad de papel se compensaría fácilmente con uno de menor calidad, cuestión esta que no suele molestar al lector, pero que si agradece al cabo de horas de lectura absorbente el que las letras no le bailen una polka marciana.

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