
Hay un libro cuyo desarrollo recuerdo casi hasta la última coma, pero cuyo título se me escapa, ahora lo he recordado PERIPLO NOCTURNO, lo que no recuerdo muy bien el autor, podría ser Bob Shaw, en que una persona que ha sido cegada, para escaparse de la cárcel necesita ver y desarrolla una especie de transmisor en forma de gafas de sol (para que non parezcan nada sospechoso, que le permite ver a través de los ojos de otras personas o animales, tal vez, esa sea la mejor parte del libro, aquella en que se necesita entrenar a una animal que no se les escape para intentar la fuga. Hay una sorpresa final y una muy buena descripción de una sociedad religioso-represiva, descripciones que los autores modernos del cuño de lo Stephenson y Sterling han transformado en tochos de cuatrocientas páginas de elaborada literatura sin que uno se acabe de enterar del todo de lo que se describe, aunque Stephenson se da mejor maña.
Comparar la cantidad de cosas que un autor como Bob Shaw, podía decir en libros que pasaban como divertimento a las complicaciones jeringonzales y contrasentidos que están a la orden del día para en mas de cuatrocientas páginas no haber imprimido mas que muchas palabras, con arranques de genialidad es cierto, pero que se resolverían en doscientas páginas o tal vez menos. No se de quien es la manía de las novelas largas, siempre las han habido, o porque fuesen en capítulos (FUNDACIÓN) o por que el tema fuese complejo (LIMBO; AY, BABILONIA y algunas mas), pero últimamente parece que en esta presión entre editores para hacer novelas larguísimas, descarto ya las excesivas de Kim Stanley Robinson, porque no creo que ahí el editor tuviese nada que ver y creo que todos estamos de acuerdo que unos generosos recortes le hubiesen venido bien, incluso el editor. Pero muy pocos autores salvo Brin y pocos mas, y a Brin cada vez parece que le cuesten mas de hacer y haga peor esas maxinovelas. ARRECIFE BRILLANTE, no es de lo mejor que ha hecho ni con mucho.
Una súplica por la novela equilibrada en paginación y desarrollo, eso si con un precio acorde, porque como nos siguiesen cobrando esos macroprecios por menos horas de lectura que no fueran de un Delany o un Lem, es para crear una bonita pira de editores, paralela a la que describe Heinlein en EL TIEMPO DE LA BESTIA, con EL DÍA EN QUE ACABAMOS CON LOS ABOGADOS, que aparece en todas las enciclopedias de un planeta, pero con grandes argumentos elusivos, para no explicar lo que de verdad pasó este día.
LOS ASTRONAUTAS HARAPIENTOS
LOS MUNDOS FUGITIVOS
OTROS DÍAS, OTROS OJOS
PERIPLO NOCTURNO
¿QUIÉN ANDA POR AQUÍ?
UNA GUIRNALDA DE ESTRELLAS