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John Byrne
Que los personajes de los cómics apenas envejecen (por fortuna, o por desgracia) es un hecho conocido por todos los aficionados al mundo del cómic. Ahí tenemos a Asterix, Mortadelo, Popeye, Spider-man, Superman, Batman y tantos otros personajes a quienes no les afecta el paso del tiempo A estos dos últimos personajes, que resisten el paso del tiempo a base de nuevas versiones y revisiones de sus orígenes, está dedicada esta colección escrita y dibujada por John Byrne (creador de la penúltima versión de Superman y uno de los mejores autores completos de los años ochenta).
En este cómic imaginario el autor británico nos relata qué hubiera pasado con los dos decanos de los superhéroes si, desde su creación a finales de la década de los años 30 del siglo XX, hubiesen ido envejeciendo (más o menos) y con ellos todo su universo de personajes secundarios y villanos para llegar a un inmejorable último número protagonizado por dos héroes avejentados que quieren seguir dando lo mejor de ellos en un mundo distinto al de su juventud que ya no es el suyo (en la línea de las recientes películas de héroes crepusculares de Clint Eastwood tipo SIN PERDÓN o SPACE COWBOYS). Y hace esto en cuatro tomos repletos de cariño hacia estos personajes y al género superheróico. En donde nos muestra, además, la evolución del género década a década (dos por tomo), dibujando y escribiendo cada episodio tal y como se escribían y dibujaban los cómics en la época en la que se ambientan.
Un lujo de historia que es de lo mejor que me he leído sobre Superman y Batman en mucho tiempo, que recupera también al mejor Byrne de todos los tiempos tanto en guión como en dibujo.
No obstante, a esta gran obra le veo un pequeño defecto: El autor se impuso la regla de no incluir personajes en la historia antes de la fecha de su primera aparición en las viñetas. Entonces ¿Qué hace ahí Superboy (el Superman adolescente), cuando fue creado y reintroducido en la entonces caótica continuidad del Hombre de Acero en la década de 1940? El mayor fallo en España viene dado del alto precio de esta obra completa, 20 euros (5 euros por tomo), que le ha puesto la siempre carera Norma Editorial. Con todo, este es un cómic imprescindible.
