Les pongo en antecedentes, aunque supongo que en este medio no es del todo necesario, Warhammer Fantasy Battle es un juego de mesa creado allá por 1983 en el seno de Games Workshop, empresa especializada en este tipo de entretenimiento. Se desarrolla en un mundo medievalizante, donde la magia y los seres infernales pululan a sus anchas y las batallas sangrientas entre las fuerzas del bien
y las fuerzas del mal
son el pan nuestro de cada día.
Visto el éxito de esta forma arcaizante del juego, en 1987 se lanzó una versión futurista que trasladaba el conflicto al año 40.000, esto es, Warhamer 40.000, o W40K. En un escenario que abarca todo el espacio conocido y una especie de hiperespacio infernal llamado disformidad la humanidad, con un Emperador en coma al frente, se enfrenta a herejes, alienígenas espantosos y más espantosas aún criaturas sobrenaturales en una lucha que va camino de ser eterna.
Desde fuera suele resultar confuso porque los aficionados hablan de Warhammer de una forma un tanto genérica, a lo sumo, los más pro se refieren al 40K, y solo cuando se empiezan a revelar los detalles específicos se descubre el contexto y se distingue uno de otro universo.
Por si las reglas no bastaran, alrededor del juego surgió toda una parafernalia de accesorios en forma de figuritas, artefactos de guerra y elementos arquitectónicos que proporcionan a los aficionados dos entretenimientos, por un lado pintar con primor esos accesorios, y una vez vestidos
los ejércitos, echarse unas emocionantes batallas bajo el influjo de los dados, dados que ya de por si son todo un espectáculo [1]
Para reforzar aún más el background del juego, Games Workshop decidió lanzar una serie de novelas que a día de hoy podrían superar las 500[2] divididas en diversas sagas que tratan aspectos específicos y personajes de este universo.
Yo me he leído unas cuantas, mis favoritas son la serie Los fantasmas de Gaunt, dedicada a la Guardia Imperial y escrita en su totalidad por Dan Abnett, un portento de autor, muy dotado para este tipo de literatura del que habría que hablar con tranquilidad un día de estos.
Pero esta serie solo la componen algo más de una docena de libros, de la Guardia hay algunas otras, incluso humorísticas, pero la serie de referencia es La Herejía de Horus, de la que se han publicado más de medio centenar de novelas y sigue las andanzas de los personajes más icónicos de W40K, los Marines espaciales, o Adeptus Astartes [3], una especie de templarios, superguerreros modificados genéticamente y protegidos con imponentes armaduras.
Con las aventuras de la Guardia me lo pasé en grande, pero el master de este Sitio ya me advirtió sobre los Astartes. En las novelas de la Guardia ya se deja entrever que el transfondo del Universo de W40K es cualquier cosa menos amable
, demasiada obediencia debida, demasiado culto a un Emperador ni muerto ni vivo, demasiado comisario político danzando en las trincheras vigilados por inquisidores extáticos.
Con los Astartes esto se desata y el Imperio aparece sin tapujos como lo que es: un régimen absolutista, un lugar donde la xenofobia, el autoritarismo, la intolerancia, el militarismo exacerbado y la obediencia ciega lo infiltran todo, y ¡Ay de quien se atreva a desviarse del recto camino! Será tachado de impío y hereje, y condenado a algo peor que los fuegos del infierno. En resumen, una versión extrema del totalitarismo teocrático.
Visto este panorama viciado, además de que el resto de los autores no tienen el nivel de Abnett, y leídas dos o tres novelas, no volví a tocar un libro de los Marines, pero hace poco he vuelto a tomar contacto con W40K de una forma un tanto particular. Entre los youtubers que sigo está Sergio Candanedo, más conocido en los mentideros como UTBH: Un Tío Blanco Hetero, calificado por los ciudadanos progresistas
bienpensantes como peligroso fascista maltratador de mujeres[4], y por si fuera poco ¡youtuber andorrano! Huelga decir que, menos lo de youtuber andorrano, todo mentira.
No les voy a aburrir con el tono y orientación de las disertaciones de UTBH, no es el lugar, pero si con un suceso que le ha afectado no hace mucho y que el explica en su canal[5]
La cuestión es que Sergio, también es un forofo del W40K, le encanta pintar las figuritas y se ha mostrado interesado en participar en partidas y torneos. Para ello se puso en contacto con especialistas y organizadores de eventos[6] para saber como podía hacerlo, y al hacerse público cierta facción progresista
[7], de los aficionados al W40K, transmutados en Inquisidores del Ordo Hereticus [8], se puso a pegar alaridos indignados, porque se permitiera a tamaño nazi... participar en un juego que rezuma fascinazitalibanismo tiránico por todos los lados.
Con independencia de cómo acabe el asunto, no deja de ser chusco como unos progresistas
que juegan a un juego ambientado en un universo donde los buenos
son unos teócratas totalitarios de tomo y lomo, y de los malos
mejor no hablar, pongan pegas a que un fascista
de los de verdad
participe en ello.
Por definición ellos mismos no deberían haberse involucrado jamás en semejante aquelarre, pero ya saben que en el comportamiento humano son muy comunes ese tipo de contradicciones: haz lo que yo te diga y no lo que yo haga, y si lo haces, te cubriré de ignominia y deshonor.
[1] https://latiendascum.com/es/1882-dados-warhammer-40k
[2] https://en.wikipedia.org/wi[...]_of_Warhammer_40,000_novels
[3] https://warhammer40k.fandom.com/es/wiki/Marines_Espaciales
[4] Se le puede llamar eso porque hay sentencia judicial que lo avala, pero es difamatorio hacerlo si no es en un contexto irónico y socarrón, como espero que se haya entendido en este caso: https://noticias.juridicas.[...]t;machista-y-violentoquot;/
[5] https://www.youtube.com/watch?v=bRU-dV48xn8
[6] https://www.youtube.com/@wargamesadictos
[7] Si, el entrecomillado es irónico. Extrema izquierda estalinista de toda la vida.


