La primera curiosidad de éste libro reside en que está ambientado en África, en Lagos, la capital de Nigeria. En realidad no es nada extraño por cuanto Tade Thompson, aunque nacido en Londres es de padres nigerianos y se crío allí, así que conoce el ambiente y la ciudad de primera mano.

La segunda es que se trata de un libro de una cierta complejidad, se desarrolla en tres líneas de tiempo diferentes, por lo que en algún momento, pese a lo breve de los capítulos y lo pulcro de su prosa, se puede perder el hilo.

El argumento parte de una extraña invasión alienígena que se produce en Lagos. Los extraterrestres se plantan cerca de allí y montan una cúpula impenetrable, la Xenosfera, alrededor de la que se crea de forma espontánea Rosalera, un poblado donde miles de personas esperan su apertura porque los alienígenas, en ese breve periodo de tiempo, lanzan una especie de rayo o presencia que cura diversas dolencias y enfermedades.

Ese rayo, o influencia, o como lo queramos llamar, también ha creado un particular grupo de mutantes, los sensibles, dotados de superpoderes, que les permiten penetrar en la Xenosfera, de forma psíquica.

Entre ellos se encuentra Kaaro, nuestro protagonista, que puede leer la mente, revivir sucesos pasados y urgar en las vivencias de la gente. También puede manipular a las personas y, en ocasiones, hacerles recrear experiencias desagradables. Gracias a sus habilidades goza de un incómodo pluriemplero, por un lado trabaja en un banco evitando que otros sensibles puedan burlar la seguridad y también como como agente del gobierno, en la supersecreta Sección 45.

El problema es que la Sección 45 está siendo atacada y muchos de los agentes están muriendo misteriosamente, Kaaro deberá averiguar si los sucesos tienen que ver con la influencia de los poderes alienígenas o se trata de una vulgar conspiración asesina.

Esto se imbrica con los propios orígenes de Kaaro, en principio un vulgar ladrón que se desenvuelve a las mil maravillas en los ambientes más sórdidos de Lagos, lo que genera el rechazo de su familia.

Esta es una de esas novelas en las que el autor se pierde un poco en su propio afán de contar más de una historia. Por un lado tenemos la juventud de Kaaro, la fundación de Rosalera, y los primeros efectos que tiene la presencia de los alienígenas sobre los humanos. Por otro el Kaaro adulto aburriéndose en el banco y a la vez viviendo una trepidante aventura intentando resolver los misterios que acechan a la Sección 45. No es una estructura que me entusiasme porque dispersa mucho la atención.

Eso es una apreciación personal respecto a la estructura de la novela, porque por otro lado su lectura es ágil, el estilo de Thompson es fluido y efectivo, sin grandes florituras, lo que hubiera complicado innecesariamente una novela de este estilo. Tampoco es una lectura blanda, en ocasione resulta violenta, con pasajes bastante dantescos y algunos métodos de ejecución salvajes. Pero también trata sobre el nacimiento de las religiones, al cabo la Xenosfera se convierte en objeto de adoración y peregrinación. También, y esto siempre resulta interesante, es un aporte de literatura africanas, obviamente muy influida por occidente, pero con sus particularidares y enfoques propios.

Thompson es un autor brillante, y este es uno de los libros de ciencia-ficción más recomendables que he leído estos últimos años.

Tal ha sido el éxito de ROSALERA que, para variar, Tade Thompson la ha convertido en trilogía, La trilogía de Ajenjo, y ya ha escrito las dos continuaciones, LA INSURRECCIÓN DE ROSALERA, ya publicada en español, también por Alianza, y THE ROSEWATER REDEMPTION, que supongo no tardaremos en ver traducida.

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