
Como psicólogo que soy aunque no ejerzo, he de confesar que desde que tuve noticia de este libro sentí curiosidad por él. En toda la historia de la psícología, dos grandes escuelas siempre han estado enfrentadas: por una parte el conductismo, quizás la más científica de ambas, y por otra parte la psicoanalítica, cuyo máximo representante es Sigmund Freud y con unos postulados más humanistas y filosóficos que la anterior. Personalmente me adhiero a la primera corriente aunque con reparos y no desdeño algunos postulados muy interesantes de la segunda.
Viene este a cuento, porque el presente libro toma la figura de Sigmund Freud como hilo conductor de la narración y hace de él la principal justificación de la historia que cuenta. En un futuro próximo, la humanidad puede reconstruir personalidades eminentes del pasado, para asesorarse en determinadas crisis y problemáticas que se les presentan. La historia en si misma no descubre nada nuevo en la ciencia-ficción, aunque Malzberg introduce algunas situaciones atractivas que entroncan con universos alternativos, ya que por ejemplo, Sigmund Freud no murió de cáncer de mandíbula, sino que fue asesinado. Otras figuras relevantes que introduce el autor en su narración son: Emily Dikinson, Samuel Clemmens más conocido como Mark Twain, o Walt Witman. Freud se encontrará por dos veces reconstruido, una vez para tratar de solventar una crisis que se ha producido en Venus y otra para solucionar los problemas de comunicación con los alienígenas de Vega. Entre medias el autor intercala capítulos que tratan de las relaciones de Freud con los personajes de su época, como los ya mencionados arriba. También hay una muy interesante relación del psicoanalista con el famoso compositor Gustav Mahler. El índice de los capítulos del libro no se presentan en orden sucesorio, sino puramente aleatorio. Dice Barceló en su prólogo que hay que leerlos tal como se presentan en el libro.
Y eso es todo. Esta vez creo que Miquel Barceló no ha estado demasiado afortunado en la recuperación de clásicos del pasado. LA RECONSTRUCCIÓN DE SIGMUND FREUD, es a mi entender una obra que no dice nada. Malzberg carga las tintas en consideraciones filosóficas éticas, morales, etc., y olvida lo que es verdadera ciencia-ficción. Pues si bien la obra queda muy bien como un trabajo intelectual y erudito, la acción y la aventura que podemos encontrar en la misma brilla por su ausencia. Algo sin embargo hemos de agradecerle a su autor y es que no nos haya entregado una obra extensa, ya que no es muy larga y se lee rápidamente.