Texto de contraportada
Mil años después de Alejandro Magno, el Imperio Griego se ha expandido por el mundo con la ayuda de la tecnología más avanzada. Alcanzará el completo dominio del planeta, si logra ganar la guerra que le enfrenta al Reino Medio de la antigua civilización china.
El científico Ayax, comandante de la nave celeste Lágrima de Chandra, se prepara para embarcarse en una misión secreta al Sol, con la intención de robar un trozo del elemento más puro: el fuego. Esta porción definitiva de materia celeste será la base de un arma capaz de acabar por fin con la guerra que enfrenta al Imperio griego con los taoístas del Lejano Oriente. Una novela de ciencia-ficción como la podría haber escrito (es un decir…) uno de los antiguos griegos, conocedor de la astronomía de Ptolomeo, de la física y la biología de Aristóteles, y de la ingeniería de Arquímedes. Una novela de ciencia-ficción dura para uso de humanistas.

Imaginaros que Alejandro Magno no murió joven y logró consolidar un imperio que llegaba hasta las fronteras de China. Imaginaros que Grecia logró convertirse en una gran potencia y que la astronomía de Ptolomeo, la biología de Aristóteles, la ingeniería y la técnica de Arquímedes, es real y efectiva. Por último, imaginaros que la flota aérea griega surca los cielos y el espacio y ha logrado llegar hasta América.
Pues de eso trata esta obra de ciencia-ficción. MATERIA CELESTE es una buena novela, la primera de este autor, que me ha dejado un muy buen sabor de boca. Vemos entre sus páginas cómo la generación espontánea es posible, cómo los cielos están constituidos en un sistema geocéntrico. Por otra parte, los protagonistas pueden comunicarse con los dioses olímpicos que son reales. Todo ello está bien construido y entrelazado y la trama nunca decae.
Como dice Miquel Barceló en su prólogo, remedando las palabras de Harry Turtledove en la contraportada, si hay otra obra de ciencia-ficción que trata de un tema parecido, es EL MITO DE ER de Javier Negrete y que fue un premio UPC. Sin embargo, MATERIA CELESTE es una obra más ambiciosa y que está mas desarrollada.
Para concluir este comentario, esta novela es una ucronía muy interesante y que vitaliza este subgénero, que a mí personalmente me gusta mucho. Cuando se hablaba de ucronías parecía que todo se limitaba a especular con los nazis o con el descubrimiento de América. Esta novela demuestra que hay muchos más temas en donde un autor con imaginación y buen hacer literario puede realizar un gran trabajo.