Contraportada
La República Popular de Haven al fin ha encontrado a un almirante capaz de vencer a Honor Harrington, y esta cae en una emboscada. Superada en efectivos y en armas, solo le quedan dos opciones: ver cómo la gente que está bajo su mando es masacrada en una batalla inútil... o sellar la rendición de sus hombres —y la suya propia— ante los peeps. La Armada Popular promete dispensar un trato honorable a sus prisioneros. Sin embargo, los políticos desautorizan a la Armada, y Honor se ve a bordo de un crucero de guerra peep, camino de un planeta prisión al que llaman acertadamente Infierno
... y de su condena a muerte. Sola y humillada, Honor tendrá que encontrar la forma de salir airosa de la situación más dura en la que se ha visto envuelta hasta ahora.
La serie más longeva de ECP y aunque soy crítico con su evolución le tengo un cariño especial por ser esta serie con la que empecé a publicar reseñar y opiniones. Triste que a una colección le lleve casi dos décadas ser traducida al castellano, demasiado lento para leerla en conjunto.
Reseñando este séptimo volumen, ya he leído la octava. La mejora y recuperación de una a otra es sustancial, la decadencia era evidente en la sexta y se confirmaba con esta séptima entrega, después de leerla empezaba a dudar si seguir con las nuevas novelas.
EN MANOS ENEMIGAS, con los argumentos agotados, sigue sin llegar al nivel de las primeras entregas. Parece que el autor no tiene claro que hacer con la saga, hacia donde quiere llevar la serie, la historia pierde mucha frescura y su deriva a novela política no acaba de encontrar la tecla que la haga funcionar bien del todo. Los capítulos van variando según los personajes secundarios toman el relevo de algún personaje principal. Honor, que está en un segundo plano cada vez mayor, deja de ser la protagonista dominante de la saga.
Creo que, junto con la sexta novela, han sido las dos peores entregas, por ahora. En este caso la historia le falta algo que hasta ese momento había sido troncal y consustancial a todo el arco argumental como era cierta dosis de acción, absolutamente necesaria para dinamizar una serie de libros que insisten en buscar un estilo muy introspectivo. Hasta cierto punto, el autor cada vez se encuentra más cómodo con la trama política y las implicaciones tanto de la gestión militar como el politiqueo interno. Ciertamente cuesta imaginar la gestión de la logística necesaria para una fuerza bélica de una escala descomunal. Weber se centra en lo que implica el mantenimiento de una armada espacial, dando explicaciones detalladas de los esfuerzos necesarios en una verdadera guerra; hay mucho realismo sobre los costes económicos, políticos, apoyo social, no hay nada gratuito en las argumentaciones, todo es muy lógico, tanto que al final su lectura se hace muy espesa.
Las novelas de Honor cuando han sabido compaginar este carácter tan realista del tratamiento militar y de las implicaciones políticas, junto con el espíritu de aventura y la acción, sumando la perspicacia de un personaje que es un genio militar, han sido buenos libros. Pienso que en EN MANOS ENEMIGAS pasan pocas cosas que le den emoción para que sea interesante y la lectura enganche. En esta entrega se deduce rápidamente como irá la trama y al final se cae en una rueda de hamster con una lectura densa y poco satisfactoria.
