He terminado hace poco un libro que al principio me costaba empezar pero que me ha ido interesando según lo leía.
Es LOS AÑOS DE LA CIUDAD de Frederik Pohl en Acervo Ciencia Ficción.
La acción transcurre en la ciudad de Nueva York, durante un tiempo entre 50 y 100 años, y cuenta, en lo que parece una serie de cuentos aislados (pero sólo lo parece) la evolución de la ciudad a través del tiempo según se le van aplicando técnicas para que los ciudadanos participen más en el gobierno, o nuevas construcciones, como una cúpula que aísle la ciudad de las inclemencias del tiempo, o la evolución de la misma población en sus formas de comportarse.
Hay una cosa en este libro que raramente se menciona en libros de CF. Se trata del sistema penitenciario en el futuro. Se describe un sistema mediante el cual el convicto puede canjear una condena o una multa por un número determinado de horas de trabajo para la ciudad. El número de horas depende de la condena y/o del riesgo o guarrería que suponga el trabajo que le encomienden. Una vez acordado el número de horas que debe, puede dedicarse a su actividad normal. Cuando lo necesitan, por ejemplo, para ir a ayudar a apagar un incendio o a limpiar una alcantarilla, u otros trabajos, el convicto recibe un mensaje por e-mail, acudiendo a hacer el trabajo, recibiendo un vale con las horas que ha hecho y las que le quedan por hacer, y volviendo de nuevo a su vida normal hasta la próxima llamada.
También se describe un sistema de reclutamiento ciudadano para servir a la ciudad o al estado. Los reclutados, después de pasar un examen, pueden acabar en el Tribunal Supremo durante un período determinado de tiempo, o en alguna otra actividad.
También se habla de otra cosa, un proyecto para desviar ríos que desembocan en el Artico para que fluyan hacia el sur, regando tierras agotadas. Se ponen como ejemplo los ríos Obi en la antigua URSS y el Yukon en Canadá.