
Conocí a Concepción Regueiro hace ya unos años en la HispaCon que se celebró en Vigo, donde impartió una interesante charla, junto con Ignacio Agulló, sobre la literatura fantástica gallega. Desde ese momento me he interesado por su labor en el mundo de la literatura.
Publicó dos novelas cortas en el libro LA ESTIRPE DE TORDÓN Estos dos inusuales relatos, por su calidad superior a la media, daban una medida de las capacidades de esta autora en el campo de la literatura fantástica. Después ha publicado TESAURO DAS ÁNIMAS en 2006, VISTAS AL RIO en 2007 y ha colaborado en diferentes antologías del fantástico.
La novela que se nos propone ahora es un relato difícilmente catalogable dentro del género fantástico. Sí, tiene elementos de ciencia-ficción, de novela histórica, de remota ucronía, pero también de género negro, epistolar y critica social.
La historia trascurre en dos tiempos diferentes: la actualidad y el último cuarto del siglo XIX en una España convulsa que está inmersa en la restauración monárquica de Alfonso XII. El hilo conductor de las dos historias es uno de los personajes, Clara Suances, de la que se narra su historia en una revista literaria llamada El prodigio de las letras, nombre mas que sugerente y que parece remontarse a principios del siglo XX. Los artículos sobre la misma parecen tener relación con un extraño homicidio que investiga la policía. En ese ambiente se ve involucrado el director de la revista y algunos de sus colaboradores que observaran asombrados unos hechos que desembocan en varias tragedias.
LA MODERNA ATENEA en una novela que se presenta formalmente inusual. La historia se desenvuelve a través de los artículos que se publican en la ficticia revista El prodigio... y la correspondencia, bien por correo convencional, bien por correo electrónico, entre el director de la misma y un número diferente de corresponsales entre los que destaca Juana María Mayoral, protagonista de la novela.
La autora nos introduce también en el mundo del anarquismo y la acracia del siglo XIX, que resulta ser uno de los mas interesantes aciertos de esta novela. Por medio de las vivencias de los protagonistas observamos, si bien sólo en esbozo, cómo se desarrollaban las sociedades anarquistas y secretas
de la época. Recordemos que el anarquismo en España se desarrolla en Cataluña a partir de la primera reunión ácrata en 1868 y en Andalucía tiene su auge a partir de 1880. En esta mezcla de sociedades secretas, en la que resalta resulta muy interesante la alusión a las sociedades de baile
que eran tapadera de actividades muy marginales como el mismo anarquismo, la teosofía y el espiritismo o la homosexualidad.
La sociedad secreta que inventa Regueiro se nutre de las clásicas pautas que tanto han sido expresadas en la literatura: hermetismo, ritos de iniciación y una finalidad, digamos que peculiar. En este caso la finalidad de la sociedad Moderna Atenea tiene por objetivo la equiparación de la mujer con el hombre en cuanto a su formación y desarrollo personal. No difiere mucho de otras sociedades similares que pudieran haber existido. Sin embargo el fin último es otro diferente que podemos vislumbrar a medida que nos adentramos en los pasajes y escritos de la novela. Hay que agradecer a la autora que nos brinde una explicación, fantástica por supuesto, pero plausible y muy bien encajada dentro del texto.
Interesantes son asimismo, las referencias a un incipiente feminismo en el siglo XIX. Las mujeres de la época generalmente no tenías acceso a una educación básica y menos a una educación de carácter superior, pero además carecían de derechos básicos que ahora consideramos normales. Hubo algunos intentos tímidos de enmendar estos problemas a través del terreno educativo, la Institución Libre de Enseñanza fue paradigma en esto, pero la conciencia feminista no estaba implementada en la sociedad ni en los poderes públicos. Esas incipientes y minúsculas propuestas son recogidas en la novela por Regueiro que nos narra cómo esta sociedad Atenea, con métodos krausistas, desarrolla un programa de feminismo incipiente con las mujeres que pertenecen a la misma. El fracaso del mismo no se debe a cuestiones educativas sino científicas, porque, dirán ustedes, por lo que nos ha comentado hasta ahora el libro parece una historia muy realista. Y sí que lo es, pero su desenlace, y las pistas que nos va dejando la autora, la definen claramente como una historia de ciencia-ficción. No esperen un final feliz, porque no lo hay. Como ocurría con EL MODERNO PROMETEO: el jugar a ser dioses termina siendo una mala opción.
