Echando un ojo a varias páginas he sabido que Gabriel Tarde fue un sociólogo, y criminólogo francés. Estudió derecho en Toulouse y París. De 1869 a 1894 trabajó como magistrado y juez de instrucción. Se relacionó ampliamente con los fundadores de la antropología criminal moderna, como los italianos Enrico Ferri y Cesare Lombroso, y el psiquiatra francés Alexandre Lacassagne. Con este último llegó a ser el principal representante de una escuela francesa
de criminología. En 1900 fue nombrado profesor de filosofía moderna en el Collège de France. Concibió la sociología como un conjunto de pequeñas interacciones psicológicas entre individuos, siendo las fuerzas fundamentales la imitación y la innovación.
A finales de siglo XIX y principios del XX las descripciones del fin del mundo estaban influenciadas por los principales descubrimientos astronómicos y científicos de la época. Así, Camille Flammarion lo explicó su novela EL FIN DEL MUNDO (1893) como un cataclismo cósmico, mientras que en LA MÁQUINA DEL TIEMPO (1895), H. G. Wells lo describió como el deterioro evolutivo de la humanidad y la extinción gradual de toda la vida terrestre.
En esta novela Tarde plantea un experimento de corte sociológico: la extinción del Sol obliga a la humanidad a esconderse bajo tierra y a reinventarse. Todo queda arrasado y los únicos seres vivos que sobreviven son los humanos. Este escenario permite a Tarde especular sobre una sociedad que se ha visto completamente privada de cualquier recurso natural que no tenga que ver con la minería.
Previamente, Tarde hace la descripción de un futuro en el que la tecnología ha llegado a un gran punto de refinamiento con suministro de energía ilimitado y imponentes máquinas de guerra. Pero no solo eso, tras decenas de años de conflictos, la sociedad se ha decantado por depuradas formas de eugenesia, donde comités de supervisión seleccionan a los mejor dotados para... enviar al resto a combatir al frente.
Entonces el Sol empieza a languidecer, las catástrofes se suceden y la vida en la superficie se hace cada vez más penosa, ¿La solución? Irse bajo tierra. La formidable tecnología disponible suplirá cualquier necesidad, ¿hace falta agua? Se derretirá el hielo, ¿comida? Se sintetizará químicamente.
Es entonces cuando el Tardé sociólogo entra en escena y se lanza a describir esa sociedad subterránea. Asistidos por la tecnología y liberados de la mayor parte de las contingencias materiales, sus trogloditas pueden desarrollar todo su potencial artístico. Por otro lado, el sexo está casi prohibido. El tamaño de la población subterránea debe mantenerse claramente dentro de los límites. Sin embargo, pese los amplios conocimiento químicos de esta sociedad, Tarde sorprende porque no parece ser capaz de imaginar el desarrollo de un método anticonceptivo eficaz, y se decanta por la coerción. Así, los transgresores que se dejan llevar por la pasión son arrojados a un lago de petróleo. Solo aquellos que han producido alguna obra artística sublime tienen licencia para tener hijos. Con todo, la afirmación más extraña de Tarde es que los seres humanos han alcanzado su mayor desarrollo en las ciencias naturales precisamente cuando se ha cortado todo vínculo con ella.
No tengo muy claro si FRAGMENTO DE HISTORIA FUTURA es un libro que Tarde escribió seriamente, como un a modo de utopía postapocalíptica, o se trata simplemente de una visión irónica y crítica de su propia sociedad.
En cualquier caso es otro recordatorio de que muchos de los planteamientos y postulados de la ciencia-ficción hunden sus raíces en trabajos de pensadores y filósofos de la época en la que el maquinismo empezó a conformar la sociedad en la que vivimos.
