Babylon 5 era nuestra última y mejor esperanza de una serie de TV inteligente. Una serie de 5 temporadas de largo, localizado a la 7 de la mañana. Un lugar de comercio y diplomacia para un puñado de insomnes. Un faro resplandeciente en el espacio, solo en la madrugada. Era el año en que la Gran Guerra de la Televisión Digital sobrevino sobre todos nosotros. Esta es la historia de última de las estaciones Babylon. El año es 1998. El nombre de la serie, Babylon 5
Javier, The Lone Lurker
Introducción
J. Michael Straczynski concibió Babylon 5 de principio a fin como una larga historia que se extendería durante cinco temporadas de veintidós episodios cada una. Todavía no se había producido la huelga de guionistas que llevó a la industria televisiva a replantearse sus esquemas, y apostar por las miniseries y las temporadas de poco más de una decena de capítulos. En aquella época, lo habitual era empezar a emitir en septiembre, y finalizar las series en abril-mayo, con ocasionales parones navideños.
En 1989, Straczynski presentó a la Paramount este ambicioso proyecto que iba más allá de lo visto hasta entonces. Ya no se trataba únicamente de defenderse de alienígenas hostiles, o explorar el espacio en busca de nuevos mundos, sino de un ambicioso marco galáctico en el que la política, la diplomacia, la religión y la filosofía tuvieran un papel determinante incluso más allá de las batallitas espaciales, que también las habría, por supuesto, no era cuestión de defraudar a los potenciales espectadores.
Además, en la propuesta se señalaba que sería una serie barata puesto que se renunciaba de entrada a las carísimas maquetas y efectos especiales que hasta entonces habían llenado los escenarios de las producciones anteriores. Todo lo referido a las idas y venidas de los esforzados héroes por el espacio estaría generado por ordenador. Era el hito que señalaría el desembarco masivo del CGI en la televisión.
Si embargo, la Paramount ya tenía Star Trek y sus múltiples ramales, así que desechó la idea de Straczynski que tuvo que irse con la música a otra parte, en concreto a la Warner, que dio luz verde al proyecto en 1991... Peeero alguien de la Paramount debió olerse que habían dejado pasar una grandísima oportunidad, una estación espacial donde se comerciaba y negociaba con todo, un punto de encuentro neutral donde cualquier cosa podría suceder. Era una idea demasiado atractiva, así que crearon Star Trek: Deep Space 9, con el consiguiente escándalo y malestar por parte de Straczynski.
Pero eso es otra historia, en Internet hay mucho escrito al respecto.
El caso es que Straczynski ya estaba embarcado de lleno en su proyecto que iba viento en popa... en un mar picado. En televisión, cinco años son muchos como para pensar que iba a llegar hasta el final, y mucho menos como se había concebido originalmente. Las dificultades fueron muchas, desde la deserción o despido de actores, a los que hubo que sustituir por otros personajes con mayor o menor fortuna, hasta una incierta quinta temporada que solo fue posible rodar en el último momento y únicamente porque la TNT asumió el gasto... con un notable recorte presupuestario que si bien no se notó especialmente, si afectó al sueldo del equipo y la espectacularidad de los episodios, que se hicieron más cerebrales (¿les suena?) y con muchas menos de esas batallitas espaciales.
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