Texto de contraportada

Fue uno de los incidentes menos gloriosos de una antigua guerra. Provocó la destrucción de dos soles y de los miles de millones de vidas que sustentaban.

Ahora, ochocientos años después, la luz del primero de estos antiguos errores ha llegado al orbital de la Cultura Masaq.

La luz del segundo podría no llegar a hacerlo.

Con esta ya llevo nueve novelas de Iain M. Banks, con el que siempre he disfrutado con gran placer de su maestría y capacidad literaria para articular novelas de gran calidad.

Nueve novelas que alternan la ciencia-ficción, casi la mayoría ambientadas en el entorno de La cultura, con temáticas de fuera del género donde también publica buenas novelas (bajo el nombre de Iain Banks, sin la M.) Me quedan aún tres libros de Banks pendientes de leer, incluida su más reciente volumen dentro del universo de La Cultura, MATERIA, de publicada recientemente en castellano.

A BARLOVENTO parte de algunos ingredientes habituales en las novelas de este autor como la redención, la catarsis, la perdida o el sentir de la religiosidad en una sociedad Hedonista que dispone de una utopía de felicidad y supresión de dolor. Banks nos encamina por una reflexión sobre el significado del dolor, no ya físico, sino psicológico, por la perdida, y la manipulación de dicha perdida para ejecutar actos de autentica barbarie. Banks desarrolla un libro difícil de comprender al principio, ya que salta de un entorno a otro, pero poco a poco va cruzando hilos hasta hilvanar una historia completa. Aún no siendo lo mejor de su obra, A BARLOVENTO tiene todos aquellos ingredientes que hacen de Banks un seguro de calidad y de buenas maneras.

La historia nos narra las consecuencias de un error. La intervención de La cultura en un tema interno de una raza alienígena, provoca una breve pero devastadora guerra civil que genera una poderosa corriente religiosa de venganza. Se nos introduce en como se busca, entrena y se manipula a una persona desesperada para llevar acabo este objetivo, y como La cultura ejerce, en contraposición, su propio desgaste a través del poder de un orbital y su sentimiento de culpabilidad. Todo ello decorado con gran despliegue de imaginación y la estupenda caracterización de seres que siempre acompañan las novela de Banks. Solamente puede que fuera necesario algo más de ritmo en algún momento donde éste decae un poco.

Como casi toda novela de Banks cumple sobradamente lo que se espera de un autor de ciencia-ficción maduro y versátil, donde desarrolla todo lo que en los libros fuera de género sería inviable. Para Banks la ciencia-ficción es como una válvula que le permite ir más allá de lo que la novela más contemporánea y realista le permite. Y nosotros lo disfrutamos.

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