Un bolsilibro, vamos novelita de ciencia-ficción pura y dura. Cayó en mis manos hurgando en la Feria del libro de ocasión que se celebró en Valencia en 1997, como todos los años. Mi innata curiosidad, mi afán coleccionista, la fecha de edición en 1961 y la posibilidad de que tras el nombre de John E. Muller se escondiera algún autor de cierto valor, me obligaron a comprarlo. Y porqué no, aunque sea un autentico libro basura lo voy a comentar.
Sobre el año 2.600 la Tierra, unificada después de años de guerras y de haber podido reconstruir a duras penas la tecnología al nivel de la existente a finales del siglo XX, lanza una nave tripulada con destino a Marte. La expedición al llegar encuentra que no son los primeros sino que una nave espacial también tripulada había sido lanzada a finales del S.XX y había llegado con éxito. No solo eso Marte tiene atmósfera respirable y con la temperatura suficiente para andar por ahí sin trajes espaciales. Andando (literalmente) por allí descubren que los famosos canales son obras de ingeniería hidráulica realizadas por una avanzada civilización, con la que más tarde tropiezan, vamos con sus restos, se dan de bruces con un superviviente de la primera expedición terrícola, cosas del clima de Marte. Y a partir de aquí no paran de sonar las armas de fuego prácticamente contra todo lo que se mueve. Salvamento, huida y retorno a la Tierra configuran el final.
Francamente penoso. Personajes esquemáticos buenos y malos, inteligentes y lerdos, fuertes y débiles. Todo un detalle: las mujeres marcianas civilizadas son el genero fuerte y dominante. Huele a rancio desde el principio, parece escrita con la mentalidad de finales del siglo XIX, como aquellos libros de aventuras en Africa en los que los personajes blancos y civilizados trataban a los habitantes negros y a los animales sin distinción, normalmente masacrándolos.
Huir del tal John E. Muller es mi recomendación.