Sitio de Ciencia-Ficción
Opinión.LeidoVistoEnsayoPensadoJugado
CRÓNICAS DE LA TIERRA Y DEL ESPACIO
CRÓNICAS DE LA TIERRA Y DEL ESPACIO Domingo Santos
Título original: ---
Año de publicación: 2011
Editorial: Juan José Aroz, Editor
Colección: Espiral, ciencia-ficción, número 48
Traducción: ---
Edición: 2011
Páginas: 345
ISBN: Ficha en La Tercera Fundación 
Precio: Descatalogado

Tiempo estimado de lectura: 2 min 57 seg

Francisco José Súñer Iglesias

Con Domingo Santos ocurre a veces algo muy curioso: debido a su actividad como editor, traductor y antologista, se tiende a pensar en su producción literaria como el producto de momentos puntuales de inspiración, un tanto fuera del resto de su actividad editorial. Hay que parpadear un par de veces y obligar a la memoria a trabajar un poco para recordar que es uno de los veteranos de las novelas de a duro, con una producción si no desmesurada, si representativa, que además ha publicado unas diez novelas y un par de centenares de relatos, en definitiva, que tiene a sus espaldas un bagaje difícil de superar. Quizá sea la poca espectacularidad de sus argumentos, que la gran mayoría de sus historias transcurren casi únicamente en la Tierra, que sus escenarios son más bien intimistas, sin la grandiosidad de las inmensidades galácticas, lo que le hacen un escritor casi naturalista. En cierto modo, sin grandes batallas espaciales, sin inmensidades infinitas, sin extraterrestres cabezones, su obra da la impresión de ser menor. Cuando no lo es, en absoluto.

Precisamente esta colección de relatos, rescatados (según sus propias palabras) y puestos al día por él mismo para esta antología, muestran su evolución como escritor desde su madurez creativa (el primero es de 1965) hasta nuestros días. Sus temas favoritos son la robótica, la cibernética y el negro futuro al que se ve abocado el hombre a causa de su mala cabeza. Son temas clásicos, de clara inspiración asimoviana en el caso de los robots, y que trata con soltura, aunque siendo relatos de una extensión reducida, no con demasiada profundidad, por ejemplo, el tema de la robótica, o mejor dicho, el despertar de las inteligencias artificiales, queda mucho mejor desarrollado en su novela GABRIEL.

Pese a ser una selección escogida tampoco se libra de la típica proporción en este tipo de antologías, hay más o menos un tercio de relatos prescindibles, un tercio de relatos aceptables y un tercio de relatos interesantes. Esta es la selección:

FELIPE (1965) Un relato al modo de Asimov sobre un multivac a la ibérica. Trata sobre la obsesión de un magnate de la robótica por crear la inteligencia artificial definitiva, para lo que invierte gran parte de su inmensa fortuna. Felipe, que así bautiza a su criatura cibernética, resulta ser inteligente, no hay duda, pero su inteligencia es muy poco humana. Como no podía ser de otra manera.

LA COSA CAÍDA DEL ESPACIO (1967) Esta vez relato al modo de Wells acerca de un extraño objeto caído del espacio. Como en LA GUERRA DE LOS MUNDOS, militares y eruditos se estrellan una y otra vez contra la dura coraza del artefacto sin dar con su verdadera naturaleza, que se descubre justo al final. Es un relato simpático y lleno de sentido del humor.

LA CANCIÓN DEL INFINITO (1967) Es el relato raro del libro. Un astronauta que está realizando trabajos en el exterior de su nave se suelta accidentalmente perdiéndose en el espacio. Aunque en su época pudiera ser impactante a estas alturas resulta rutinario y con un final poco satisfactorio.

LAS ROTAS ALAS DE LOS DIOSES (1969) En un mundo post-apocalíptico los supervivientes pues eso, sobreviven como pueden. Su mayor amenaza son los hombres de metal que periódicamente se llevan a uno o varios miembros de la tribu. Uno de los secuestrados descubre el secreto de los hombres de metal, y acaba considerando que la comodidad está muy por encima de la lealtad.

LLANTO POR UN ASTRONAUTA (1971) Relato amargo sobre la exploración espacial. Un viejo astronauta deambula de bar de bar, ajeno a las celebraciones del primer centenario de la astronáutica. Él sabe cual es la realidad en el espacio, lo que les espera a las colonias de la Luna y Marte, y rechaza asqueado lo que se festeja a su alrededor.

SOLDADO (1978) En este relato la guerra se ha convertido en una estilizada danza de golpes y contragolpes en la que se ha eliminado el combate cuerpo a cuerpo. Las máquinas y los bombarderos estratégicos machacan al enemigo sin que haya necesidad de verle la cara. No obstante, de ocurrir tal accidente, un fuerte condicionamiento impide darle muerte. Un alegato sobre del absurdo de la guerra.

EN LA CIUDAD (1980) Nuevo relato post-apocalíptico en el que un chico y su perro telépata sobreviven a la brutalidad del mundo devastado. No se escatiman descripciones escabrosas de como acabará el mundo una vez que haya sido concienzudamente destruido. Tampoco de como se buscarán la vida los supervivientes.

SANTUARIO (1981) Uno de los pocos relatos de Domingo Santos que ya no solo sale de la Tierra, sino que se aventura en el espacio exterior. Esta vez a lo grande. La humanidad se ha desperdigado por la Galaxia, pero al cabo de mucho, mucho, mucho tiempo le entra la morriña colectiva y su mayor anhelo es volver a la Madre Tierra, convertida en un lugar legendario. La búsqueda se convierte en casi un obsesión universal.

EL SÍNDROME DE LOT (1986) Un breve relato sobre los peligros de la ingesta descontrolada de televisión. Intranscendente, pero aplicable igualmente a feisbuks y redes sociales en general.

ENSAYO DE PROYECCIÓN PROSPECTIVA #3 (1992) Otro relato asimoviano sobre megaordenadores superinteligentes. En esta ocasión la capacidad de la creación de la universidad de Berkeley (dónde si no) es tan desmesurada que siempre está funcionando a medio gas, es más, para lo que se la requiere resulta demasiado cara, por lo que poco a poco va perdiendo clientes. Un avispado científico propone entonces poner todo su potencial al servicio de la prospección de mercado, es decir, a la pura y dura adivinación de tendencias. Tal es el éxito que, llegado un punto, en vez de predecirlas, las marca. El problema es que no se deben hacer preguntas de las que no se quiera conocer la respuesta.

EL LARGO CAMINO AL MAR (2004) Nueva historia post-apocalíptica, esta vez proyectada muy, muy en el futuro. Una tribu que sobrevive malamente en el páramo decide embarcarse en un viaje hacia el mítico mar. El pasado de la humanidad es una mezcla de historias legendarias y conocimientos prácticos dentro de una tradición oral ya al borde de la mitología. El viaje, una aventura de corte iniciático, acaba con el dilema de seguir aferrados al pasado o mirar definitivamente al futuro. Desde mi punto de vista, el mejor relato de la antología.

© Francisco José Súñer Iglesias, (1.067 palabras) Créditos

El contenido de este texto puede ser total o parcialmente reproducido sin autorización explícita y previa del autor y bajo cualquier medio de comunicación siempre que se den las siguientes condiciones:

  • Debe incluirse la totalidad de este pie de página.
  • No puede modificarse, con la excepción de correcciones ortográficas, tipográficas o de traducción a otro idioma, y nunca excepcionando las correcciones de estilo, contextuales o gramaticales, de las cuales se hace responsable el propio autor en el texto original.
  • El autor no renuncia a sus derechos de propiedad intelectual legalmente constituidos y se reserva la posible reclamación oportuna siempre que el medio en que se reproduzca reporte beneficios económicos de cualquier tipo.
© 2011 Francisco José Súñer Iglesias
Publicado originalmente el 24 de abril de 2011 en www.ciencia-ficcion.com

*Comentar este artículo (Ya hay 3 comentarios)
 

Para una referencia más amplia sobre CRÓNICAS DE LA TIERRA Y DEL ESPACIO puedes consultar:
StartPage DuckDuckGo Qwant MS Bing Google Yahoo
Este artículo ha sido leído 1984 veces desde el 24/04/11

Las opi­nio­nes expre­sa­das en los ar­tí­cu­los son de exclu­si­va res­pon­sa­bi­li­dad del co­la­bo­ra­dor fir­man­te, y no re­fle­jan, sal­vo ad­he­sión explí­ci­ta, los pun­tos de vis­ta del res­to de co­la­bo­ra­do­res ni de la ad­mi­nistra­ción del Sitio.

El Sitio no recopila datos de los navegantes y (casi) no usa cookies.ExplícameloTe creo