Encontrar ejemplares de la desaparecida colección Super Ficción debe ser un gran placer para todo fan de la ciencia-ficción en el mundo de habla hispana. Y lo es porque para muchos fue un primer acercamiento al género y para muchos otros la oportunidad de leer novelas no tan conocidas producidas en el mundo anglosajón y un poquito más allá. En mi caso, aún no había nacido cuando esta colección ya daba de qué hablar. Mi encuentro con estos libros a finales del milenio pasado representó una verdadera fascinación personal para un chaval, ya que sus portadas provocaban esa sensación del sense of wonder que todo fanático del género ha experimentado alguna vez.

¿Dónde encontrar estos ejemplares? En México, bibliotecas consagradas como la Biblioteca México o las librerías de viejo de la calle Donceles (aquella que describe Carlos Fuentes con maestría en su novela AURA) aún guardan en sus rincones muchos de los ejemplares amarillentos de esta colección. Actualmente, el costo de estos libros es altísimo, mas ahora, gracias al formato epub y al lector electrónico, los fanáticos de esta colección podemos disfrutar a un precio simbólico o incluso de forma gratuita muchos de estos libros. Brincando de gusto y terminando a veces con disgusto, que la colección Super Ficción genere estas y otras sensaciones representa uno de los más grandes placeres como lector del género en español. EL ROECEREBROS es uno de aquellos títulos que nunca habían caído en mis manos y que ninguna librería de viejo tenía. Ahora que con un click se ha descargado en cuestión de segundos, se presenta la oportunidad para disfrutar de los títulos que me falta leer de la colección.

Luego de que casi se produjera un accidente aéreo, Alexander Mawn empieza a convencerse de que las facultades cognitivas de algunas personas han ido disminuyendo paulatinamente. Tratando de investigar un poco más, Mawn se verá envuelto en una marcha contrarreloj para probar su tesis y de paso descubrir qué es lo que está provocando que muchas, muchísimas personas se conviertan en unos tontos. Sin embargo, no todo será tan sencillo: habrá intereses particulares cuya investigación del efecto roecerebros no sólo no les convenga, sino que los posibles resultados podrían de arruinar de lleno las ganancias. En una serie de brincos para allá y para acá, si es cierto que existe dicho efecto y arruina las facultades mentales de las personas, una central nuclear en Escocia podría desatar un verdadero infierno si el efecto se presentara en el personal laboral.

Gerry Davis y Kit Pedler, hábiles guionistas de series como Dr. Who, ponen al lector a brincar por todos lados en una carrera contrarreloj. Sin embargo, la principal habilidad de los autores es la divulgación científica, por lo que la novela cuenta con un fuerte enfoque explicativo en ese rubro. En este sentido, uno de los momentos más farragosos de la lectura es la detallada descripción de la central nuclear. Si bien a estas alturas del partido uno puede meterse en la Wikipedia y conocer con detalle las partes y el funcionamiento de la misma, en la época hubiese preferido buscar un libro de divulgación como los de Asimov. Uno busca una novela como ésta por la aventura y el escape, no por el didactismo.

Luego de que Davis y Pedler se aseguran de que hemos comprendido con lujo de detalles cómo funciona la central, una serie de fallas humanas provocan el desastre necesario en la misma para que Mawn obtenga la atención de políticos y científicos. La última parte de la historia consistirá en una búsqueda del agente que provoca el efecto roecerebros y la confirmación del mismo.

Los autores cuentan con una serie de novelas en las que situaciones extremas buscan resolución a partir de la habilidad científica de los protagonistas. La expresión Eureka no sólo conforma parte de los golpes de inspiración de personajes que han buscado una solución para algo, sino que en el libro éstos son necesarios para encontrar la solución a un mal que amenaza al mundo entero.

Novela muy sencilla e ideal para los amantes de la ciencia-ficción hard y de las aventuras cuyos descubrimientos científicos generan pasión en sus lectores, EL ROECEREBROS disgustará o dejará indiferentes a lectores que buscan historias menos rimbombantes y más centradas en cuestiones sociales, literarias o psicológicas.

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