Al contrario de la anterior entrega de esta ¿saga? EL SOLDADO es una novela con entidad propia y la extensión suficiente como para desarrollarse sin problemas. Además, no se enreda con complicadas y forzadas explicaciones socio-políticas, que, debido a lo forzado de su inclusión, tan poco lustre daban a EL MERCENARIO.

En ocasiones esta clase de preámbulos parecen ser necesarios para situar al lector en el Universo donde se desarrollarán posteriormente los hechos relatados, pero por lo general no suelen ser todo lo efectivos que debieran y normalmente están más cerca del comentario apresurado y poco elegante. Es más efectivo recurrir a los socorridos fragmentos de enciclopedias galácticas o citas de obras de sesudos eruditos que a esas introducciones.

En el caso de EL SOLDADO Pournelle lo resuelve todavía mejor; da las claves del complejo entramado político y económico de CoDominio intercaladas en la narración, en breves pero efectivas conversaciones entre los personajes y apuntes dispersos aquí y allá, aprovechando que la novela está narrada en primera persona y sin caer en la torpeza típica de hacer que los personajes se reciten los unos a los otros cuestiones que deberían saber ya de memoria.

No es ese el único acierto de Pournelle, no sólo sitúa la acción de la novela dentro de un escenario de una profundidad notable, además es capaz de mantener el interés de la narración página a página, sin que decaiga en ningún momento y resolviendo perfectamente todos los conflictos y situaciones desesperadas en las que mete a sus protagonistas.

Estos son el todavía capitán Falkenberg, el teniente Slater, de la Infantería de Marina del CoDominio y Kathryn Malcom, líder de las fuerzas de autodefensa organizadas por los granjeros de Arrarat, planeta sumido en una situación insostenible, en el que los originales colonos, fundamentalmente pertenecientes a una gran variedad de sectas y congregaciones religiosas, han visto como su mundo era convertido en un planeta prisión, al que el CoDiminio envía miles de presos que acaban por organizarse en bandas que arrasan y aterrorizan a los primeros pobladores.

El batallón de Falkenberg llega a Arrarat con la misión de pacificarlo, pero se encuentra con unas circunstancias que convertirán su misión en algo más que una operación militar, y en la que cada triunfo y cada derrota suponen enormes cambios de poder entre las fuerzas económicas del CoDominio. Una vez que Falkenberg es consciente de esto hace lo único que sabe; su trabajo como Infante de Marina sin importarle las consecuencias posteriores.

EL SOLDADO es pura space-opera; grandes batallas, traiciones, hábiles maniobras estratégicas, ruines maniobras políticas, muchachos que se hacen hombres, hombres que matan y mueren, políticos corruptos y algún que otro romance, esta novela ofrece un poco de todo en un mosaico muy bien construido.

El mayor pero que se puede poner a esta edición, independientemente de lo que hubiera ocurrido con la edición original, es que Ultramar publicara en primer lugar EL MERCENARIO, y posteriormente EL SOLDADO, en la que se cuentan sucesos anteriores, con la natural confusión que puede llegar a provocar. Otra cuestión de la que desconozco más detalles es si además de estos dos libros existen más pero da la impresión de que en la edición original se trataba de un único volumen titulado FUTURE HISTORY, editada aquí en estos dos.

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