
No hace mucho tiempo ya señalé a Luis Ángel Cofiño como uno de los autores más a tener en cuenta en el panorama no ya sólo del género, sino de la literatura española en general. Hoy por hoy creo que hay muy pocos autores con la capacidad que está demostrando, novela tras novela, de manejar argumentos de una complejidad abrumadora y llevarlos adelante con elegancia y desenvoltura. Sus dos novelas previas, el aclamado EL CORTAFUEGOS y la no tan redonda, pero igualmente notable PERROS BAJO LA PIEL, habían dejado un estupendo sabor de boca a todos aquellos a los que habían llegado (lástima de la cortedad de las ediciones de Juan José Aroz) pero con SU CARA FRENTE A MI supera a sus dos obras previas, y saca adelante con una solvencia impresionante una novela de una ambición desmesurada.
El argumento no puede ser más intrincado. En un mundo en el que Estados Unidos ha perdido la batalla tecnológica ante una Unión Europea nuevamente pujante, la carrera espacial no se ha quedado únicamente en intentar llegar primero a la Luna o a Marte, se trata de ver quien llegará antes a un planeta extrasolar. Los Estados Unidos, apremiados por la urgencia de un éxito inminente, son los primeros en enviar su expedición, los europeos son capaces de ser pacientes y esperar a ultimar un propulsor revolucionario para recuperar el tiempo perdido y llegar más lejos mucho antes.
Las cosas no son del todo favorables, terribles accidentes diezman la expedición europea que, sin embargo, vuelve a casa con un descubrimiento asombroso; células alienígenas. Pero ese descubrimiento queda al poco superado por otro no menos prodigioso; la vida eterna, la capacidad de renacer una y otra vez.
De forma bastante curiosa la expedición de la Unión Europea ha contado con la financiación de una empresa privada, la Hi-Tech British Consortium que a su vez es la inventora de la vida eterna. Uno de los muertos en el viaje es Christian Dunford y su esposa Rose, una vez de vuelta a la Tierra, e inmensamente rica gracias a las pagas atrasadas (inútil cobrar en el espacio) decide resucitar a su marido.
Entre tanto, las tensiones América-Europa crecen hasta el borde de la guerra, en Europa la técnica, como se llama coloquialmente al renacimiento provoca a su vez enormes tensiones sociales que culminan con una segunda llegada al poder del fascismo mediante las urnas. La Hi-Tech, atesora un poder descomunal para un ente privado que sólo es contenido en Estados Unidos gracias a las autoregulaciones democráticas y en Europa al miedo mutuo entre las bestias capitalista y fascista.
Pero lo peor de todo es que la técnica no es tan perfecta como asegura la Hi-Tech, los renacidos, aún siendo muy conscientes de si mismos sienten que les falta algo, y la búsqueda de eso será lo que mueva a Rose a lo largo de prácticamente toda la novela.
Sinceramente, me ha dejado absolutamente asombrado la capacidad de Luis Ángel Cofiño de conjuntar y hacer creíbles en la misma novela una exploración en el espacio profundo, una crisis política de tamaño planetario, luchas de poder entre entes casi incomprensibles, trastornos psicológicos impensables, informática de alto nivel, genética avanzada, amor, odio y toda la panoplia de sentimientos y contradicciones humanas. Y todo ello en escasamente trescientas cincuenta páginas con un estilo correcto, sobrio y preciso, al servicio de la historia, Cofiño no necesita esconderse en ampulosas construcciones ni estructuras alambicadas, sabe que quiere contar, sabe como contarlo, y usa la herramienta del lenguaje como lo que es, un medio, no un fin.
Regularmente cae en mis manos un libro que me reconcilia con el género y me hace sentir igual de ilusionado que en mis primeros años de lector de ciencia-ficción. SU CARA FRENTE A MI es uno de ellos.
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Publicado originalmente el 9 de julio de 2006 en www.ciencia-ficcion.com
Mariano Villareal en Literatura Fantástica (rv. 07-06-22)
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Entrevista al autor en SdCF (rv. 07-06-22)