El malo es más bien antagonista del bueno, que decidimos que es bueno porque es el protagonista, no porque tengamos la información completa de su agenda e intenciones. De hecho, hay buenos siendo estrictos son malos, Robin Hood es un ejemplo clásico, aunque sus intenciones finales sean en apariencia altruistas, no deja de ser un ladón, un chorizo, un descuidero.

Roy Batty y los replicantes de BLADE RUNNER son uno de los mejores ejemplos. Ni León, ni Roy, ni Zorha ni Priss tienen la menor intención de hacerle mal a nadie, solo han escapado a la barbarie de la guerra en el Límite y quieren llevar vidas más o menos normales hasta su caducidad definitiva, pero como no tienen demasiadas cortapisas morales son peligrosos por cuanto no tendrán escrúpulos en hacer lo necesario para lograr sus objetivos. Además son propiedad de la Tyrrel Corporation, que no ve con buenos ojos que sus creaciones anden por ahí dando mala imagen de marca.

Por tanto, la contienda con Deckard en particular y los blade runner en general es tan solo una lucha por la supervivencia.

En la serie Andor, del universo de Star Wars, hay varios personajes ambiguos. Más allá del arquetipo de Darth Vader, esta serie nos muestra los entresijos de la burocracia del Imperio, muy interesante es el personaje de Dedra Meero (Denise Gough) De nuevo, en apariencis nos encontramos ante una mala al uso, pero Meero solo es una oficial de inteligencia que lleva a cabo su trabajo con fría eficacia.

Lo que ve son enemigos del Imperio que pretenden socavar las bases de una civilización que ha llevado tiempo construir, porque tengámoslo en cuenta y siguiendo la cronología de Star Wars, Meero empezó su andadura profesional durante los tiempos de la República. Hasta donde se, en ningún sitio se habla de purgas o relevos significativos entre los mandos intermedios de la República una vez que Palpatine llega al poder. Solo sabemos que barrió a la orden Jedi, pero ¿de verdad que alguien cree que también podría haber alterado tanto los mecanismos burocráticos de la República para convertirlos en una herramienta a su imagen y semejanza? Lo dudo, a la larga sucedería, pero entre tanto, para los funcionarios y los ciudadanos de a pie pocas cosas habrían cambiado, sobre todo si tenemos en cuenta que la Rebelión no deja de ser un conjunto de sátrapas locales irritados porque el cambio en el equilibrio de poder en Coruscant ha transcurrido de forma desfavorable para sus intereses. Así pues, Dedra Meero sigue haciendo lo que ya hacía durante la República: combatir los enemigos del orden establecido.

Sin salir de Star Wars, dos personajes muy queridos por los fans que son malos: Han Solo y Lando Carlissian. Se les considera buenos porque se hacen amigos de los rebeldes y les ayudan en todo lo posible, pero recordemos, son delincuentes comunes, esos malos a los que la propia Dedra Meero perseguiría en caso de haber optado por ingresar en la policía en vez de los servicios de inteligencia, tal y como hacía el subinspector Syril Karn, antes de ser defenestrado, otro malo que solo era malo por ser funcionario del Estado e intentar hacer su trabajo que era perseguir y detener delincuentes.

Otro tipo de malos bastante incomprendidos son los seres superiores, por llamarlos de alguna manera. Son un enorme peligro para la humanidad porque ésta se ha interpuesto en su camino y, como las hormigas para nosotros, una molestia a exterminar. No hay mala intención ni un odio manifiesto, solo la necesidad de quitar un estorbo de en medio o que tan solo se comportan como su biología les dicta. A ese respecto podemos recordar los mecs del Ciclo del Centro Galáctico de Gregory Benford, las sombras en Babylon 5, los angriffs de Universo de Akasa-Puspa de Juan Miguel Aguilera y Javier Redal, que, con todo deben enfrentar mano a mano con los humanos una amenaza aún mayor, por supuesto, los xenomorfos de Alien ocupan un puesto destacado en esta lista, de hecho les da igual el anfitrión con tal que sea biológico, los Pedrators tampoco hacen ascos a ningún tipo de vida mientras que les proporcione momentos de emoción asegurada, e incluso llegan a simpatizar con su oponente si éste demuestra ser un opositor a la altura.

Por último, un recuerdo para los malos asalariados, esto es, los esbirros. Cientos, miles de ellos han perecido ante los embates de los buenos. Simples mozos de almacén, técnicos, pilotos, personal administrativo, sanitario y de seguridad, que ha perecido cuando las instalaciones del villano de turno son destruidas.

Son malos porque su vida laboral les ha llevado a aceptar un contrato de trabajo en alguna región apartada, una instalación enterrada o una base en órbita. A ellos los planes del villano se la trae al fresco, el sueldo es bueno y las condiciones de trabajo no demasiado penosas, excepto, claro está, cuando se produce el enfrentamiento final. ¿Qué mal hace el responsable de nóminas de la Estrella de la Muerte? Pues imagínese la gracia que les hace reventar de un bombazo.

Un último recuerdo para ellos.

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