Muchas veces se tilda a los personajes de Asimov de superficiales y acartonados. No niego que el Buen Doctor no era un portento creando personajes de una psicología compleja, como se estila hoy día y que era heredero de la tradición clásica del pulp.
Pero si algo destaca en sus novelas, tanto en las de robots como en las del Imperio/ Fundación es la existencia de personajes heroicos.
Asimov comienza en su primera novela, UN GUIJARRO EN EL CIELO, con un personaje marcadamente heroico y casi podríamos decir que romántico: Bel Arvardan, quien a pesar de todo, no deja de tener una componente intelectual o científica: es un arqueólogo. Aunque el verdadero héroe es una persona aparentemente normal que se ha convertido en excepcional debido a la casualidad. Se trata de Joseph Schwartz, un viajero del tiempo proveniente de la Tierra del siglo XX.
Conforme avanzamos en la serie de los robots, aparecen personajes heroicos muy definidos, tanto humanos, como Elijah Bailey, un detective terrestre, como por sus dos ayudantes robóticos: Giskard Reventlov y Daneel Olivaw.
Elijah Bailey se ve envuelto en conspiraciones políticas entre la Tierra y los mundos espacianos. Aquí el héroe presenta uno de los formatos preferidos de Asimov: el detective. No en vano, los relatos detectivescos son muy comunes a lo largo y ancho de la obra de Asimov (BÓVEDAS DE ACERO; EL SOL DESNUDO).
También aparecerá una heroína, lady Gladia Delmarre, quien no desarrollará su papel más destacado hasta novelas como LOS ROBOTS DEL AMANECER o ROBOTS E IMPERIO, donde aparecerá uno de los descendientes de Elijah Bailey: D. G. Bailey, con quien mantendrá una relación amorosa. Ambos se verán envueltos en conspiraciones de orden planetaria o incluso interplanetaria.
De todas formas, aunque los héroes humanos son estos dos, serán Giskard y muy especialmente Daneel quienes acarrearán la carga nada desdeñable de proteger el futuro de la Humanidad. Giskard perderá la vida en el empeño y la labor recaerá sobre las robustas espaldas del robot humaniforme Daneel Olivaw, quien aparecerá posteriormente en las secuelas de la serie de la Fundación.
Y de aquí saltamos a la serie de la Fundación, aunque otros libros como LAS CORRIENTES DEL ESPACIO o EN LA ARENA ESTELAR también tienen sus personajes heroicos.
En FUNDACIÓN aparece el héroe intelectual por excelencia: un anciano matemático creador de la ciencia de la Psicohistoria que permite predecir el futuro de la Humanidad de manera estadística, lo que servirá para acortar el interregno caótico entre la inminente caída del Imperio Galáctico y el surgimiento de un nuevo Imperio, teóricamente más próspero y estable.
Las periódicas apariciones de Seldon en la Bóveda del Tiempo son aclamadas por la población de la Fundación, quienes se sienten protegidos y guiados por la mano muerta del ya desaparecido anciano.
Pero también aparecerán otros héroes como el primer Alcalde de Términus, Salvor Hardin y otros, que no dudarán en aprovecharse de su posición para conseguir que la Fundación sea algo más que un mero capricho intelectual y se convierta en la potencia dominante de la galaxia.
En FUNDACIÓN E IMPERIO y en SEGUNDA FUNDACIÓN también aparecen muchos héroes: Bayta Darell, Arkady Darell y otros. Bayta se enfrentará al todopoderoso Mulo, el antihéroe de la saga, un mutante dotado con poderes mentales que ha puesto en jaque la Psicohistoria de Seldon.
También pueden considerarse héroes los miembros de la Segunda Fundación, a través del sacrificio que hacen en Tazenda y posteriormente los esfuerzos denodados para detener al Mulo.
Pero no todos los héroes de la saga pertenecen a la Fundación. Otro de los héroes clásicos de FUNDACIÓN E IMPERIO es el general victorioso del Imperio, Bel Riose, claramente inspirado en el general Belisario del Imperio Bizantino. De hecho Bel Riose es casi un anagrama de Belisario.
Finalmente, en LOS LÍMITES DE LA FUNDACIÓN y en FUNDACIÓN Y TIERRA, Asimov nos presentará dos nuevos héroes, uno proviniente de la Política y otro de la Historia: Golan Trevize y Janov Pelorat. Por supuesto, irán complementados de dos personajes muy especiales, que no pueden considerarse estrictamente héroes, pero que incidirán profundamente en la trama, en este caso, dos mujeres: Bliss y Sura Novi.
¿Son acartonados estos héroes? La verdad es que Asimov era capaz de definir con muy pocas palabras una escena o un personaje. Eso tiene su mérito, aunque es cierto que está lejos de las actuales convenciones psicologistas de construcción de personajes.
A Asimov no le interesaba tanto la psicología del héroe, ni si quiera la acción que pudiese desarrollar, como la trama, que muchas veces era detectivesca, como hemos dicho con anterioridad. Se busca una solución a un enigma y ello puede plantearse de diferentes maneras, pero el héroe casi siempre sale triunfante.
Dejando aparte el caso del Mulo, quien en cierta manera también triunfa durante un cierto tiempo, no hay antihéroes. Los héroes son de piedra picada y su voluntad suele ser férrea.
Es interesante ver que los personajes femeninos forman parte también del esquema, cosa no muy común en la época en que fueron escritos estos relatos, aunque se nota más, claro, en los relatos más modernos, como FUNDACIÓN Y TIERRA, más acordes con los tiempos que corren.
El único héroe asimoviano que no comentaré es Lucky Starr, más que nada, porque tocaría de oído, ya que es la única serie de libros de Asimov que aún no me he leído.
En definitiva, el héroe asimoviano suele ser un personaje brillante intelectualmente, que utiliza más su cabeza que los músculos, que fija un objetivo y se lanza de cabeza a él, pase lo que pase, mientras todo lo demás parece girar a su alrededor. Se alternan los caracteres masculinos y femeninos (aunque abundan más los primeros) y casi siempre hay un enigma que resolver, cuya resolución será el verdadero triúnfo del héroe, más que una concepción romanticoide del tipo chico se queda con la chica
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