Cuando hace justo ahora siete años abrí la Página de Ciencia-Ficción el panorama editorial en España era desolador. No hacía mucho que Ultramar y Martínez Roca habían dejado un enorme hueco que parecía casi imposible de llenar, sólo Ediciones B, con Nova, se mantenía como colección regular de ciencia-ficción, acompañada por algunas obras dispersas publicadas en colecciones generalistas, como VIB, también de Ediciones B ó las colecciones de Plaza y Janés, y la sempiterna Minotauro, las estanterías especializadas de las librerías se veían inundadas por las exitosas dragonadas de Timun Más, arrinconando a los pocos libros del género que se atrevían a publicarse, y los saldos eran prácticamente la única forma segura de conseguir lectura.
Por fortuna, en estos siete años se ha producido un cambio radical, Nova y la renovada Minotauro siguen ahí, pero ahora acompañadas por una pléyade de pequeñas y medianas editoriales que animan mes a mes los boletines de noticias, amplian el elenco de autores extranjeros y nacionales en las estanterías y recuperan clásicos olvidados con gran éxito.
En apariencia estamos en un periodo de bonanza y múltiples editoriales y colecciones inundan (o deberían inundar) las estanterías de librerías y centros comerciales ofreciendo calidad o, al menos, una gran oferta. Pero las interrogantes que se plantean son las habituales ¿se trata de un globo a punto de estallar? ¿Estamos ante la consolidacion definitiva de la industria editorial alrededor del género? ¿Se edita mucho y de poca calidad media cuando se debería editar con más calma y calidad?
Personalmente creo que estamos ante esa consolidación definitiva de la industria, ya no se trata de colecciones o editoriales exclusivamente centradas en la ciencia-ficción, las colecciones, cada vez más, no se limitan a publicar ciencia-ficción pura y dura, la experiencia de las dragonadas ha creado una masa de lectores de fantasía épica amplia y muy receptiva, y eso las editoriales, e incluso los escritores, lo han comprendido y ya son pocas las líneas editoriales dedicadas en exclusiva a la ciencia-ficción, ofreciendo una gama más amplia de temáticas consiguiendo, por lo tanto, mantener constantes las ventas, garantizar la aventura editorial y como agradable añadido inciar a más y más lectores en unos y otros géneros.
Esta es mi visión de la situación actual, pero obviamente no es la única, y estas que siguen a continuación son una buena muestra.
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Publicado originalmente el 11 de enero de 2004 en www.ciencia-ficcion.com