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El otro día se me ocurrió consultar la entrada relativa a la ciencia-ficción en la Wikipedia y me llamó la atención la división en subgéneros que establecía. En general, los clásicos, pero entre los más recientes, a partir del cyberpunk, añadía el steampunk, el biopunk y el retrofuturismo.
El steampunk, que ya se incluía en muchas subdivisiones del género, es el conjunto de relatos de ciencia-ficción basados en la máquina de vapor, con ambientación decimonónica.
El biopunk es una combinación de cyberpunk, ingeniería genética y del tecno thriller generalmente oscuro, cuyo exponente más destacado sería GATTACA.
El retrofuturismo es una reinterpretación del futuro desde el pasado al estilo de SKY CAPTAIN.
Asimismo, se incluye también un importante apartado llamado postcyberpunk que, en el fondo, no es sino una continuación puesta al día del más clásico y denodado cyberpunk. Son escritores típicos de este nuevo subgénero Neal Stephenson, con su precursora SNOW CRASH, Nancy Kress, Greg Egan o Charles Stross.
Por otro lado, de la clásica space opera, nace una revisión de ésta que sería la space opera militar, al estilo de la serie de novelas de Lois McMaster Bujold en la serie de Vorkosigan o las de David Weber con la serie de Honor Harrington.
Seguir la evolución de la ciencia-ficción, que sigue viva y coleando, es algo complicado, pero necesario. Supongo que como todo, se requiere una cierta perspectiva y dentro de una década tendremos algún otro subgénero definido mientras que algunos de los clásicos se habrán convertido en piezas de museo. Pantha rei...
