La figura de Julio Verne siempre ha estado envuelta en una soterrada polémica entre los partidarios de su pertenencia a los autores más paradigmáticos del género y los que se burlan de esa propuesta asegurando que nada tiene que ver con la ciencia-ficción. Lo único que resulta obvio de unas posturas tan extremas es que los primeros conocen poco y mal la obra de Verne y los segundos conocen poco y mal la ciencia-ficción.
En realidad sólo unas pocas obras de Verne podrían calificarse de ciencia-ficción; DE LA TIERRA A LA LUNA, ALREDEDOR DE LA LUNA, JORNADA DE UN PERIODISTA AMERICANO EN EL AÑO 2889, UN DESCUBRIMIENTO PRODIGIOSO, y algunas pocas más, mientras que el resto de su producción literaria se mueve entre la pura aventura y el utopismo tecnológico típico de la revolución industrial. Esto, unido a que ni él mismo tenía idea de que pudiera estar escribiendo ciencia-ficción, y que el género como tal, aún no había sido inventado, hace del ejercicio de considerar a Julio Verne como autor de ciencia-ficción una práctica ciertamente voluntariosa.
Sin embargo el negar enérgicamente, y precisamente con estos argumentos, que Verne no fue un autor de ciencia-ficción es como poco una muestra de ignorancia respecto a lo que es el género en si. ROBUR EL CONQUISTADOR, 20.000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO, LOS QUINIENTOS MILLONES DE LA BEGUN, VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA son las precursoras y directas fuentes de inspiración de las primeras obras de ciencia-ficción consideradas como tal, además de que exigían y daban al lector lo mismo que ofrece la ciencia-ficción, por un lado necesitaban de la suspensión de la credulidad y por otro aportaban el sentido de la maravilla, elementos que se han hecho casi imprescindibles para definir lo que es la ciencia-ficción. Por no hablar, por supuesto, de la aventura, en la que Verne era un maestro.
No hay más que unir todo ello; suspensión de la credulidad
, sentido de la maravilla
, aventura
y tecnología
para encontrarnos ante algo que se puede parecer mucho a la ciencia-ficción.
¿Qué conclusión se puede sacar entonces? La única razonable; Verne, no fue un autor de ciencia-ficción, pero, sin saberlo, ni por supuesto pretenderlo, indudablemente escribió ciencia-ficción.

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Publicado originalmente el 27 de mayo de 2001 en www.ciencia-ficcion.com