El pasado sábado 6 de abril murió Charlton Heston, una de las últimas grandes figuras del cine clásico. Los cinéfilos hemos perdido a uno de nuestros iconos, y los cinéfilos españoles a nuestro intérprete preferido, pues no en vano Heston fue un gran entusiasta de nuestro país, en el que rodó algunas de sus películas más famosas. Cuando alguien menciona a don Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador, nadie se imagina a un señor de Burgos, bajito, que vivió allá por la Edad Media según dicen y que, como la mayoría de la gente de su tiempo, estaba reñido con el agua y el jabón. No. Cuando nos mentan al El Cid, inmediatamente lo asociamos con este hercúleo actor norteamericano que le dio vida en la magistral película de Anthony Mann.
Heston fue, sin la menor duda, uno de los últimos Grandes del Séptimo Arte, y para todos los que amamos el cine, verlo actuar en docenas de películas fue todo un regalo. En lo que se refiere a nuestro género, a Heston le bastaron tres interpretaciones para ser recordado con cariño y admiración por todos los aficionados. En 1968 protagonizó EL PLANETA DE LOS SIMIOS, de Franlin J. Schaffner, basada en la novela de Pierre Boulle. Un film que hoy día es uno de los clásicos más apreciados del cine de ciencia-ficción y que, según cuentan, no habría podido rodarse de no ser por la insistencia del propio actor, que según parece conocía la novela y estaba entusiasmado con el proyecto. En 1972 rodó EL ÚLTIMO HOMBRE VIVO, dirigida por Boris Sagal, una correcta adaptación del clásico SOY LEYENDA de Richard Matheson; una película que, a pesar de sus limitaciones, es muy superior a la posterior versión protagonizada por el insufrible Will Smith. Y en 1973 hizo CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE, de Richard Fleischer, sobre el argumento de la excelente novela de Harry Harrison ¡HAGAN SITIO! ¡HAGAN SITIO! Con estos tres títulos señeros, Heston entró en el Olimpo de la ciencia-ficción cinematográfica por la puerta grande, aunque luego no se prodigara mucho en nuestro género.
El coronel Taylor, el hombre que no tuvo reparo en besar a esa especie de Kim Novak en versión simia que era la doctora Zira , ha muerto. Su envoltura carnal ha dejado de latir. Pero para todos los que amamos el Cine, el buen cine de siempre y no lo que se hace ahora, Charlton Heston siempre vivirá en todas y cada una de sus interpretaciones, desde la más aclamada hasta la más modesta.
¡Adiós, coronel Taylor!