Ya los oigo. Es la mitad del mundo que se me viene encima. ¿Cómo es posible que me atreva a poner en tela de juicio nada menos que a Futurama, la gran serie canónica de ciencia-ficción de nuestros días? Futurama es la clase de serie de televisión que no admite términos medios. O te gusta por completo, o te repele. Nunca me he encontrado con alguien que me diga ¿Futurama? Ah, sí, me gusta, pero no tanto, ¿sabes?
. Aunque en realidad, pensándolo mejor, sí hay alguien así. Ese alguien soy yo.
Recapitulemos un poco, por si alguien no sabe de qué estoy hablando (seguramente el mismo que dijo con voz bovina: calentamiento global, ¿cuándo...?
). Futurama fue emitida en cinco temporadas, entre 1999 y 2003. En 2007, la serie regresó con una producción directa a DVD, que como no he podido ver hasta ahora, no puedo apreciar en lo que valga o no. Ha sido repuesta varias veces, tanto en Estados Unidos como en Chile, bien sea por el cable, bien sea por la televisión abierta. La serie se trata sobre Philip J. Fry, un tarado repartidor de pizza que es accidentalmente congelado en el primer minuto del 1 de enero del 2000, y despierta mil años después, en 3000. Allí encuentra una sociedad futurista, o mejor dicho retrofuturista, con un futuro hipertecnificado en que todo ha mejorado... salvo el ser humano mismo, que sigue siendo tonto, egoísta, chabacano y gobernado por instituciones corruptas y decadentes. La serie osciló siempre entre dos aguas. Por un lado estaba la crítica abierta contra las instituciones del año 2000, que en el año 3000 han sobrevivido de una manera u otra, o en caso de haberse extinguido, alguna otra ha tomado su lugar, para desgracia de quienes habitan el año 3000, por supuesto. Por el otro está el repaso a numerosos tópicos propios de la cultura friki del siglo XX, en particular la ciencia-ficción por su contexto, naturalmente, pero también al imaginario fantástico de los superhéroes, de la magia, etcétera.
Todo eso suena bien. ¿Por qué entonces considero que la serie es discreta? Simplemente porque se esfuerzan mucho. Para empezar, rara vez consiguen el equilibrio entre la crítica social y el frikismo puro. En lo de la crítica social, Futurama nació ya vieja porque no aportaba nada nuevo después de Los Simpsons, y para la época de su nacimiento, y ya no hablemos después, estaba ampliamente superada por South Park o Padre de Familia, por ejemplo. En lo del frikismo puro había buenos capítulos, pero a veces pecaba de demasiado revisionismo. El capítulo homenaje a Star Trek, por ejemplo, era notable, pero no era ni de lejos la primera vez que una serie hacía una sátira de los trekkies.
Por otra parte, están las bromas que son buenas, pero que de tanto repetirlas, suenan pesadas. En el primer capítulo aparece, por ejemplo, el Museo de Cabezas, y es una idea genial. Pero a medida que avanza la serie, vemos un montón de cabezas metidas en frascos, y descubrimos entonces no sólo que el chiste ya no tiene gracia, sino que además es un sucio vehículo para introducir estrellas invitadas. Porque vean: en diez siglos, las únicas cabezas que hay presentes, son de celebridades contemporáneas de Futurama (es decir, 1999-2003), sin ninguna cabeza de, digamos por ejemplo, algún científico del siglo XXIII o un Presidente del siglo XXVII. O las bromas respecto de Richard Nixon, que si bien el hombre no era para aplaudirlo, tampoco era para soportar tanto encono en contra suya.
En lo que respecta al elenco, cada vez que alguien me dice simpatizar con algún personaje, me pregunto qué demonios les verán. Fry, el protagonista, es estúpido de campeonato, pero aún así, con su humanidad y buen corazón salva más de alguna vez la situación, lo que lo convierte en aún más cargante, porque... ¿a quién le gusta que un imbécil venga a darle lecciones de moral y humanidad? Creo recordar sólo dos episodios en que Fry es medianamente inteligente, y en uno de ellos, su inteligencia ha recibido un upgrade por cortesía de unos gusanos intestinales que se le han metido después de comerse un pan de huevo en una gasolinera (el otro episodio, en que por fin Fry luce un poco, es cuando conquista a Leela con un gesto tan grande, que consigue casarse con ella... aunque después terminan divorciados, y no adelantaré por qué, para los que no han visto la serie). Leela pasa de él a lo largo de toda la serie, y es evidente que cuando algo quiere llegar a pasar, es más por desesperación de Leela que por verdadero interés romántico. Leela es la única con carisma a bordo del bote, aunque sea porque usa el power girl para salvar las situaciones, pero en medio de tanta incompetencia, ¿cómo puede lucir ella? Eso, y los penosos episodios en donde afloran todos sus traumas por tener que ganarle al mundo, ser autosuficiente, haber sido huérfana... Bender, por su parte, siendo él mismo un gran personaje (el adorable granuja, como se definió alguna vez), siempre termina cayendo en crisis histéricas que lo llevan a autoderrotarse una y otra vez, lo que nos hace preguntarnos por qué no debería ser un inmoral el ciento por ciento del tiempo, capaz que le fuera mejor. A su alrededor tenemos a un profesor senil que siempre se las arregla para hacer algo estúpido cuando va ganando (usualmente alguna clase de nudismo), una langosta que es el médico incompetente del grupo que también es cargante en sus intentos por hacerse el importante, aunque no tanto porque siempre recibe su merecido y termina en el basurero (figurada o literalmente), un burócrata jamaiquino que es tan poco gracioso que casi ningún episodio lo tiene a él de centro en la historia, y la practicante Amy, que es una winner por los cuatro costados (es bonita, tiene dinero y siempre liga), pero que generalmente no tiene ninguna relevancia para las historias, lo que por otra parte quizás muestra el sentido común de esta chica, de no relacionarse en exceso con la pandilla de fracasados que tiene por compañeros de trabajo.
Por todo esto, la calidad de Futurama dependía casi íntegramente de las premisas que abordara. Si éstas eran buenas, el episodio tenía posibilidad de remontar, a pesar de las payasadas de sus protagonistas. Si eran malas... Que Dios nos ampare. Y como no quiero que de lo anterior se lea que desprecio o detesto a Futurama (aunque no insistiré en sus bondades, que ya hay legiones de fanáticos haciendo eso), terminaré este pequeño artículo con los episodios que sí de verdad, creo consiguieron sacar lo mejor de la serie. Por orden de emisión (primer número es la temporada, segundo número el capítulo dentro de la temporada { SdCF: Los títulos pueden variar en la versión española}).
LA SERIE HA ATERRIZADO (1-2). Fry viaja a la Luna entusiasmado por algo que para la gente del siglo XXXI es casi cotidiano, y descubre que la han convertido en un horrible parque temático estilo Disneylandia. Recuerdo ese episodio cada vez que veo turistas comiendo en un McDonald´s frente a las Pirámides de Gizah o debajo de la Gran Muralla China.
TEMORES DE UN PLANETA ROBOT (1-5). Bender arriba a un planeta sólo habitado por robots humanofóbicos. Al final, descubre que la humanofobia es promocionada por los incompetentes líderes robots, como medida para ocultar su propia desastrosa administración. A qué me suena...
MIS TRES SOLES (1-7). Fry se transforma en rey de un planeta desértico habitado por criaturas acuáticas. Dentro de las culturas alienígenas desarrolladas en la serie, es una de las más raras. La secuencia de Bender cocinando es impagable.
FRY Y LA FÁBRICA DE SLURM (1-13). Fry gana un concurso para visitar la Fábrica en donde elaboran la bebida Slurm, la Coca Cola del futuro. Después de ver este episodio, no querrás volver a tomar una Coca Cola en tu vida. O quizás, tan solo una más... Y sí, es buen episodio a pesar de que Fry hace el idiota con alevosía.
BRANNIGAN VUELVE A EMPEZAR (2-2). El incompetente capitán Zap Brannigan causa un desastre mayor (revienta una estación espacial amiga), y termina cayendo tan bajo como para trabajar de chuloputo... Y aún más bajo, trabajando para Planet Express. La secuencia de la entrega de almohadas es grandiosa.
¿POR QUÉ DEBO SER UN CRUSTÁCEO ENAMORADO? (2-5). Vemos el planeta natal del Doctor Zoidberg. Una vez más, vemos una brillante descripción de una sociedad alienígena, con un final que encoge el alma.
MI PROBLEMA CON LOS POPPLERS (2-14). La tripulación de Planet Express encuentra un apetitoso snack con el cual hacerse millonarios creando una franquicia, pero... ¿qué harán cuando el snack nazca y te llame mamá
...? El final del episodio es una basura, en eso estamos de acuerdo, pero el planteamiento es de un humor negrísimo, y llega a ser terrorífico.
TIEMPO A TROMPICONES (3-14). Jugar con las partículas elementales llamadas cronotones puede llevar a la extinción de la Tierra, pero puede representar la gran oportunidad de Fry para conquistar a Leela. Gran episodio, gran argumento, grandes chistes, y otro de esos finales para quedarse en silencio; quizás tenemos un Top 3 aquí.
BIEN ESTÁ LO QUE ESTÁ ROSWELL (3-19). La tripulación regresa en el tiempo y queda atrapada en Roswell. Tiene gracia si ya se conocen a los personajes, pero los intentos de Fry por salvar a su abuelo y hacer que se aparee con su abuela son impagables... Así como la autopsia al doctor Zoidberg (¿corazón? ¡Sáquelo, tengo cuatro!
).
UN DIOS ENTRE NOSOTROS (3-20). Bender termina por accidente solitario en el espacio exterior, y acaba transformándose en el dios de una civilización asteroidal, antes de tener una epifanía. Gran episodio sobre Dios, las religiones, etcétera, y una lástima que al episodio siguiente, Bender haya vuelto a ser el mismo de toda la vida. Otro eventual Top 3.
MENOS QUE UN HÉROE (4-4). Gracias a una crema misteriosa del Doctor Zoidberg, nuevos héroes llegan para luchar por la justicia: Golpicienta (Leela), Capitán Ayer (Fry) y el Súper Rey (Bender). Siempre parodiado, pocas veces se ha revisado de manera tan brillante el mito de los superhéroes. Mi chiste favorito: el crustáceo malvado que se hace llamar Cortaciudadanos (por aquello de que en las historias clásicas las personas no son personas, sino ciudadanos... ya me entienden).
LADRIDO JURÁSICO (4-7). Fry descubre a su antiguo perro fosilizado, y planea devolverlo a la vida. El capítulo es bueno sin ser brillante, pero su final es seguramente el más desgarrador de la serie, demostrando de paso que Fry es el peor de los cretinos, y no se merece siquiera la poca suerte que tiene en la vida.
LA PICADURA (4-12). Una misión de Planet Express termina desastrosamente mal. El espectador casual lo sabe, y el fanático aún más (la tripulación anterior había muerto en la misma misión). Pero quizás hay una esperanza... Estos chicos, cuando quieren abandonar el humor para hacer suspenso, son grandes. Uno de los pocos episodios mortalmente serios de la serie. Y bueno por eso.
OBSOLUTAMENTE FABULOSO (4-14). Una feroz crítica contra la obsolescencia planificada. Bender se vuelve un robot obsoleto, y en vez de acceder al upgrade, decide fugarse allí donde todavía pueda seguir existiendo. Claro, Bender es un robot, pero después de ver el episodio uno puede preguntarse, ¿y los seres humanos...? ¿Cómo se aplica esto a los seres humanos...?
LA PARACAJA DE FARNSWORTH (4-15). El profesor Farnsworth lleva a cabo un experimento mortal, que permite interconectar múltiples universos paralelos. Un argumento tópico de ciencia-ficción, pero muy bien desarrollado. Después de este capítulo, no sé como los fanáticos se han tragado nueve temporadas de Stargate SG-1, que no era tan brillante como esto.
Y para que no digan qué estaba criticando, si encuentro tan buenos esos episodios... Pues bien, los episodios con la familia de Amy en Marte son una mugre, los dos episodios de citas de Bender son aburridos, también aburrido era el planeta estilo Antiguo Egipto, Leela blatabolista o como se llame ese deporte fue un desperdicio, el episodio de la mala relación entre Fry y su hermano tendría alto contenido emocional si Fry no fuera un imbécil, las sátiras a películas como ARMAGEDÓN o TITANIC eran discretas y hubieran sido mucho mejores de no tener el antecedente de ser parodias, el giro de trama en que descubrimos que el hacer caer a Fry en una cámara criogénica era parte de un plan orquestado desde el Big Bang traiciona por completo el concepto del imbécil en un mundo de imbéciles que era la serie original... Mejor quedarse con el recuerdo de los buenos episodios, creo yo.
Notas adicionales (abril de 2015): Este artículo fue escrito y publicado el mismo año en que regresó Futurama en forma de cuatro telefilmes animados, luego de haber sido cancelada por la FOX. Después, Comedy Central siguió la serie hasta cancelarla definitivamente en 2013. De los capítulos emitidos en Comedy Central, vi unos pocos, ignoro en qué orden, pero no hubo ninguno que me llamara la atención, de los que vi. La peor parte de todo es que no hay un quiebre brusco de calidad entre los capítulos de la FOX y los de Comedy Central. Los segundos son peores únicamente porque emergieron a la superficie con mayor fuerza los problemas que ya venían desde la serie original. Por otra parte, aunque la serie original se ha mantenido con relativa frescura, en sus episodios buenos a lo menos, no es menos cierto que los chistes más contingentes han envejecido de una manera brutal, y cuelgan como una losa en los capítulos respectivos. Y por cierto, dicho sea de paso, acá en la Guillermocracia publicamos Futurama y Los Simpsons: El crossover, sobre justamente el comic en que se cruzan ambos personajes, y publicado años antes de que el episodio SIMPSORAMA de Los Simpsons hiciera lo propio en Noviembre de 2014.
Este posteo fue publicado por primera vez en el blog Tribu de Plutón, el Viernes 6 de junio de 2.008.
