Sitio de Ciencia-Ficción

30 de enero de 2011


Supervivencia y perennidad
Supervivencia y perennidad
por Ramón Batalla

Tiempo estimado de lectura: 27 seg

Hoy os hablaré de la capacidad de la ciencia-ficción para alterar las líneas de pensamiento de la humanidad y su aportación en la futura supervivencia de la especie.

A raíz de unas declaraciones llenas de intencionalidad de Michael Griffin director general de la NASA. Sobre la perennidad de la especie humana. El Sr. Griffin, necesitado de declaraciones grandilocuentes que permitan, en un momento de crisis presupuestaria, mantener las inversiones necesarias para que la maquinaria de la NASA no encalle. Pontificaba que la especie humana no podría sobrevivir si continuaba la expoliación desmesurada del entorno y el continuo crecimiento de la población. Griffin comentaba lo siguiente... puede que la única posibilidad, real y sensata que tenemos de sobrevivir, es a través de la colonización de otros planetas. Creo que es sensata porque intentar cambiar la forma de ser de los humanos tanto en el consumo de recursos como en la reproducción desenfrenada es una empresa cada vez más difícil y utópica.

De esta manera si se consiguiera realizar una colonización de planetas se generaría un nuevo éxodo, una nueva tierra de sueños para conquistar como lo fue en su momento América en general y que funciono como una válvula de escape de una población en constante crecimiento en Europa y Asia principalmente. (Genocidios indígenas aparte que no se aplicarían esta vez, por suerte)

También en otras declaraciones del astrofísico británico Stephen Hawking afirmaba no hace mucho durante una visita a Galicia, lo siguiente: Sería muy difícil, llegados a este punto, evitar un desastre sobre el planeta Tierra en los próximos cien años y por este motivo, la especie humana no debería poner todos los huevos en el mismo cesto. El hombre debería expandirse por el universo.

Así dos visiones tan parecidas pero con motivaciones e intencionalidad tan diferentes nos llevan a la misma conclusión. O nos movemos o lo tenemos crudo. La ciencia-ficción este llena de libros catastrofistas sobre el fin del mundo en mayúsculas. TODOS SOBRE ZANZÍBAR de John Brunner es un ejemplo sobre el problema de la sobrepoblación y EL REBAÑO CIEGO también de Brunner es una buena muestra de la utodestrucción del hombre por la contaminación, SOY LEYENDA de Matheson es un ejemplo de la extinción por vía de un virus letal, EL CARTERO de David Brin o CÁNTICO POR LEIBOWITZ de Millers son ejemplos del fin por vía de la destrucción nuclear, EL MUNDO SUMERGIDO de Ballard; o películas como EL INCIDENTE o DOCE MONOS donde nos habla del fin de la especie por virus naturales o militares.

Desde destrucciones planetarias a la autodestrucción del hombre. En el fondo todas estas novelas y películas no quieren ser tanto una previsión de nuestro futuro sino un aviso sobre nuestra propia mediocridad como especie más preocupada del día a día y de salvar una ecología últimamente que de salvarse a si misma. Si... ¡actualmente lo que toca es ser ecológico es el nuevo mantra religioso y la nueva forma de vendernos cualquier tontería, desde papel ecológico a dietas ecológicas y hasta coches ecológicos! Qué oximorón más cojonudo. En fin, hoy en día una fábrica es una mala cosa aunque dé trabajo, una central nuclear es un problema aunque nos abastezca de energía. Todo sea por la ecología y para salvar un mundo... ¿Pero lo podemos salvar, realmente?

Veamos si ponemos los argumentos ecológicos en perspectiva geológica.

La mayoría de los geólogos están de acuerdo en que al menos seis veces el planeta ha recibido algún impacto de un meteorito suficientemente grande de unos 500 kilómetros de diámetro como mínimo, esta dimensión es mínima necesaria para realizar un reload total de la vida en el planeta, un impacto como para acabar con casi todo vestigio de vida en el planeta durante mucho tiempo, dejando algunas bacterias sobrevivientes y volver a iniciar el ciclo vital. Pero en el último ciclo de vida-muerte-vida ha aparecido la única vida que vale la pena conservar, la humana ¿Por qué? Pues porque es la única que aporta la capacidad de romper el destino de destrucción y inicio del ciclo de vida en el que se ve inmerso nuestro magnífico planeta.

En la película THE MATRIX el Sr. Smith un programa de ordenador con cierta mala leche, sermoneaba con que el hombre es como un virus que se reproduce y acaba con todos los recursos del entorno. Todo y siendo real el resultado de nuestros actos creo que se equivocaba en la premisa, creo que el hombre es el resultado de un esfuerzo de la naturaleza por sobrevivir más allá del terrible entorno que nos rodea. A medida que conocemos el espacio se hace más evidente que la existencia de vida inteligente requiere de unas condiciones tan poco habituales que hace falta que nos enfrontemos a la supervivencia en términos de especie y no de raza o nacionalismos vestigios de nuestras raíces como simios curiosos que un día decidieron bajar del árbol y que nos llena de miedo a los extraños y a seguir siendo fuertemente territoriales.

El ser humano puede ser la única opción que tiene la naturaleza de superar la entropía del entorno y convertirse en un elemento capaz de crear vida allá donde vaya y expandir el misterio de la vida en un universo casi sin límites.

Si debemos de sobrevivir mil millones de años como especie solo existe un camino... y no es la ecología es la migración por el espacio, la verdadera frontera por conquistar y la única opción real. Mil millones de planetas nos esperan.

Mil millones de planetas para terraformar donde repetir la tragedia humana mil millones de veces y puede que tengamos alguna oportunidad de dejar de ser una especie adolescente y hacernos adultos de una vez por todas. Puede que nos carguemos el planeta Tierra en la aventura pero... ¿Importa? Si al final el ciclo volverá a comenzar, siempre podríamos dejar el planeta tranquilo para que se recupere si nos lo miramos desde otro lugar. Si algo sabe hacer la naturaleza es recuperarse si la dejamos. Sólo necesitamos un lugar desde donde disfrutar de su resurgir.

Me gustan las novelas de ciencia-ficción que hablar del esfuerzo humano por conquistar el espacio pero pocas veces entran en el único y verdadero problema; la de poner de acuerdo a todo el mundo para tener un objetivo común, una empresa de este calibre solo se puede conseguir si existe suficiente masa crítica de gente para hacerlo. Naves generacionales recorriendo el universo en la búsqueda de la vida y lugares para coloniza, un buen ejemplo de estas novelas es LA OSCURIDAD MÁS ALLÁ DE LAS ESTRELLAS de Frank M. Robison. Poética y clarividente de lo que podría ser realmente dicha aventura.

Habéis escuchado la típica y patética queja siguiente: ¿Porqué tenemos que ir al espacio con los problemas del hombre en la tierra, el hambre y gastarnos tanto dinero? Es la pregunta que más le deben hacer a Pedro Duque.

Pienso que precisamente por estos problemas hemos de ir al espacio. Un nuevo horizonte, un objetivo común es lo que necesitamos todos juntos.

A Albert Einstein se le atribuía la frase siguiente: No se como será la tercera guerra mundial, lo que si sé es que la cuarta será con piedras y garrotes. Añadiría que la cuarta no solamente será con piedras y garrotes sino que no será con humanos. La capacidad de inventiva en términos militares ha llegado a un punto que no existe capacidad para sobrevivir a un tercera guerra mundial como especie y superar el siguiente ciclo de destrucción.

La ciencia-ficción ha sido siempre un profeta de nuestra destrucción, nos informa y nos avisa sobre el que pasará pero seguimos preocupados en el día a día y en el corte plazo. Le tendríamos que hacer más caso.

Nuestra némesis esta en el espacio escondida entre las estrellas, va acercándose hacía nosotros y no se esperará a una convención de naciones para ver que hacemos, ni quien paga las facturas económicas o ecológicas de los viajes de colonización... tenemos que viajar al espacio si o si. Si queremos tener un futuro, un futuro de verdad, un futuro de mil millones de años.

Aquí una recreación del fin del mundo por metorito muy instructiva.

Origen

Traducción escrita al castellano desde su original en oral catalán. Desde la sección de ECP: Des de la Red (desde la Red) del programa OvellesElèctriques de Eugeni Guillem de la radio local Sant Quirze 89.5 FM en su emisión del día 14 de octubre del 2008.

Sobre el programa de radio

El programa fue un monográfico sobre el Festival Internacional de Cine de Catalunya, durante el programa Eugeni nos dio detalles de las conferencias de prensa y de las películas presentadas durante el Festival, un festival variado en gustos y calidades donde el Fantástico y la Ciencia-ficción sigue siendo su principal fundamento en sus raíces en el Festival de Sitges tal y como se conocía antes. El gran premio del jurado fue para SURVEILLANCE de Jennifer Chambers Lynch hija del director de cine David Lynch. La película es un thriller con visión social con una crítica a una corrupción dentro de la policía en EUA y moviendose desde el terror crudo al humor negro.

© Ramón Batalla
(162 palabras) Créditos
Publicado originalmente en En clave pública el 27 de octubre de 2008
CC by-nc-sa 2.1 es
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Disponible en forma de libro electrónico en la Biblioteca SdCF como : Actualización 733EPUB

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