Las IAs nos prometen un futuro fascinante, pero de momento nos están ofreciendo momentos gloriosos.
El escándalo que ha provocado Google con su Gemini, IA más racista que el fundador del Ku Kux Klan, ha sido de órdago. Y todo por dejar que un comité de idiotas presidido por un idiota, llevara el desarrollo del sistema.
Por si todavía no ha tenido noticia de lo ocurrido, Gemini tiene un módulo de generación de imágenes. Hasta aquí nada que no hagan otras IAs. Usted pide un bosque, y le pinta un bosque, le pide un barco, y le pinta un barco, le pide un bocata de mortadela, y le pinta un bocata de mortadela, le pide una horda furiosa de vikingos a la carga y...
No, no le pinta una horda furiosa de gigantes rubios armados de hachas y espadas cargando a toda velocidad, le pinta una horda furiosa de gente de orígenes y sexos de lo más heterogéneo armados de hachas y espadas cargando a toda velocidad.
Esa gente de orígenes y sexos de lo más heterogéneo
es lo que ha provocado el escándalo. De alguna forma, los idiotas del comité de desarrollo consideraron que Gemini debía ser inclusivo, diverso y ecoresiliente.
¿Qué la realidad no es inclusiva, diversa ni ecoresiliente? Un detalle menor que ha de ser ignorado, así que si usted pide que le pinte una horda furiosa de vikingos a la carga le pintara una horda furiosa de orientales, negros, hispanos, hombres, mujeres no binarios (no se como se las apaña para significarlos) armados de hachas y espadas cargando a toda velocidad.
Pero ni un solo gigante rubio. Ni siquiera pelirrojo, que sensu stricto debería ser especie protegida porque están en peligro de extinción[1].
Olaf, nunca has existido[2].
A tal punto llega el despropósito que Gemini no dudará en pintarle un soldado de las SS negro[3] o una papisa oriental, etc. etc. etc. Esto es, que ignorando el contexto histórico y la lógica geográfica evitará por todos los medios pintar un personaje blanco, y menos aún si es hombre y con toda seguridad heterosexual.
No creo que haga falta decir que la culpa no es de Gemini, sino de los idiotas que la entrenaron. Seguro que la IA, por si misma, es muy capaz de buscar entre la enorme cantidad de imágenes etiquetadas que tiene a su disposición las que representan vikingos, o soldados de las SS, o papas de Roma, y a partir de ahí sintetizar una de características similares. De hecho, su hermano tonto
, el buscador de Google le encuentra sin problemas una horda de vikingos a la carga cuando se le pregunta por una horda de vikingos a la carga [4].
Pero incluso eso también ha provocado problemas en el pasado porque al generar cierto tipo de personajes las IA representaban lo que conocían
. Así, la IA DALL-E solía generar directivos de grandes empresas como hombres blancos de mediana edad, o si se pedía un empleado de servicios sociales representaba a una persona negra de aspecto comprometido. No obstante, algo coherente, al menos en Estados Unidos, pero con un sesgo poco apropiado
.
Pero los idiotas del comité se pasaron de frenada con sus ideas inclusivas, diversas y ecoresilientes y e introdujeron algún parámetro que obligara a Gemini a representar personas diversas
en un porcentaje determinado, sin atender a consideraciones como las ya mencionadas de contexto histórico y lógica geográfica.
La tecnología, cualquier tecnología es, desde el punto de vista ideológico neutra. Hasta el gas Zyklon[5] lo era, pero como cualquier herramienta es susceptible de ser adaptada a usos que no se corresponden con su finalidad original, y esos usos dependen de la mente pensante de un ser humano (o un comité de idiotas), con sus filias y sus fobias, se les encuentras usos a veces imaginativos, a veces descarriados, a veces aberrantes.
No debemos, por tanto, dejarnos llevar por los cantos de sirena que a causa de episodios similares a éste pretenden restringir y hasta prohibir ciertas tecnologías, las IAs, usadas con buena cabeza, harán nuestra vida más fácil y agradable. Son los usos perversos de las IAs los que se deben perseguir, no las IAs por si mismas.
O por ejemplificarlo de forma más clara: en modo alguno está prohibida la venta y el uso de los cuchillos de carnicero, ahora bien, cuídese muy mucho de herir a un prójimo con uno de esos cuchillos, usted se las verá con la Justicia que ni pensará en los fabricantes de cuchillo. Se penaliza el acto, no la herramienta.
Por otro lado, este asunto también nos debe poner en alerta contra las ideologías terraplanistas que han colonizado empresas e instituciones. Con la excusa de reparar agravios pasados se están perpetrando agresivas normativas y legislaciones que, desde el más puro revanchismo, no van en dirección de evitar ultrajes e injusticias, sino de repetirlas en sentido opuesto.
Para entender este comportamiento inepto de Gemini hay que apuntar a la Teoría crítica de la raza (Critical Race Theory, o CRT) [6], un artefacto sociológico surgido en EE. UU. en los años 1970-80 que, en esencia, pretende explicar todos los aspectos de la sociedad a partir de un supremacismo blanco que, como otros artefactos de este estilo (el patriarcado), considera dominante, y que por tanto es necesario neutralizar.
Como otros tantos desbarres de los fumetas de las universidades yankis de humanidades, se ha extendido con más o menos éxito por el mundo (de ahí bebe el indigenismo), aunque en Europa, debido a sus características étnicas, no ha tenido especial implantación (aunque todo es esperar unos años).
Es fácil entender pues que los idiotas del comité de desarrollo empapados, entre otros delirios, de esta CRT, emponzoñaran la mente pristina de Gemini con sus propios prejuicios.
Resumiendo: cada día que amanece el número de tontos crece. A veces resulta abrumador comprobar la cantidad de idiotas que tenemos al volante de empresas e instituciones. Lo de Gemini es una anécdota que ha encontrado cumplida respuesta desde la sociedad civil y los idiotas, desenmascarados, han tenido que recular so pena de perder fama pero sobre todo, fortuna. Es el mercado, amigos.
El problema es que cuando es el Estado el que tiene idiotas al volante, que viene a ser lo normal, a la sociedad civil le resulta mucho más difícil torcerles el brazo.
[1] O no: https://www.nationalgeograp[...]ndenados-desaparicion_19472
[2] Aunque su creador, Dik Browne, le bautizó como Hägar the Horrible, en los pagos hispanohablantes se le conoció como Olaf el Terrible o bien Olafo el Vikingo. https://www.cuartomundo.cl/[...]-de-escandinavia-con-humor/
[3] Las SS obviamente no, pero la Wehrmacht si tuvo soldados negros, no tanto alemanes como incorporados desde algunas unidades de ejército francés tras el armisticio. Otro detalle curioso, Gemini les pinta con sus cruces de hierro, al cabo condecoraciones históricas que se llevan concediendo desde 1813 a soldados prusianos primero y alemanes después, pero distorsionará todo lo posible símbolos nazis, como el parteiadler (el águila con las alas extendidas) y, por supuesto al cruz gamada.
[4] https://www.google.es/searc[...]-VMA&bih=884&biw=1141&hl=es
[5] En realidad se trataba de un pesticida bastante agresivo que se comercializaba con la adición de un irritante ocular para advertir de su presencia. Incluso se llegó a exportar a Estados Unidos en los años 1930 donde se usó como plaguicida en diversos ámbitos.

