Se dice que Internet fue inventada para que los gatos pudieran tener un escaparate mundial en el que mostrarse. Todos hemos visto fotografías o vídeos de adorables gatitos en la red de redes.
En la ciencia-ficción, la presencia de gatos es bastante frecuente, también. Por ejemplo, en PUERTA AL VERANO (THE DOOR INTO SUMMER, 1956), de Robert A. Heinlein, el gato (al que le gusta el ginger ale y se llama Petronius) es un personaje más y forma parte importante de la trama.
En la serie Enano Rojo (The Red Dwarf), uno de los personajes, llamado directamente el Gato, es un exponente humanoide evolucionado de una raza de gatos descendientes de una gata preñada (la Frankenstein), que al cabo de millones de años ha adquirido inteligencia y un sentido del humor de lo más gatuno.
Puede que Gato estuviera inspirado en EL CRIMEN Y LA GLORIA DEL COMANDANTE SUZDAL, (THE CRIME AND THE GLORY OF COMMANDER SUZDAL, 1964) de Cordwainer Smith. En él, el comandante Suzdal, enviado a explorar los confines de la galaxia, conjura una formidable amenaza jugando a ser Dios con los viajes en el tiempo y ocho parejas de gatos, a los que convierte en una civilización belicosa al servicio del hombre, de uno en concreto: él mismo.
En ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO (1979), dirigida por Ridley Scott, el gato de la suboficial Ellen Ripley, Jonesy, con alergia a los entes babosos alienígenas, acaba teniendo un papel decisivo en el desenlace de la trama.
Otra nave, repleta esta de gatos, es la nave sembradora regentada por el excéntrico Tuf, del fix-up: LOS VIAJES DE TUF (TUF VOYAGING, 1976-1986), del escritor George R. R. Martin.
En Star Trek: La Nueva Generación y en Star Trek: Generations, aparece el gato mascota del comandante androide Data, llamado Spot (Mancha), quien no parece hacer muy buenas migas con el comandante La Forge y que tiene adecuadamente amaestrado a su amo.
También tenemos el caso del original gato telépata, borracho y parlanchín de NAVE DE SOMBRAS (SHIP OF SHADOWS, 1969, Premio Hugo 1970), de Fritz Leiber.
Y si el gato más famoso de la historia de la ciencia es el gato de Schrödinger, el más famoso de la literatura fantástica es, sin duda alguna, el gato de Cheshire, de ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS. Podemos disfrutar de una versión gamberra de este último en la novela corta LA TARDE DORADA (ZLOTE POPOLUDNIE, 1997), de Andrzej Sapkowski.


