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Los males de la ciencia-ficción, 4

30 de junio de 2002


Las Paraciencias
Los males de la ciencia-ficción, 4
Las paraciencias
por Francisco José Súñer Iglesias

Tiempo estimado de lectura: 1 min 09 seg

Más frecuentemente de lo que sería deseable las obras de ciencia-ficción se ven salpicadas de toda esa lamentable parafernalia paracientífica en la que abundan telépatas, telequinésicos, adivinadores, futurólogos aficionados y portentos psíquicos varios que, digámoslo claro, lo único que hacen es degradar el género hasta un punto de no retorno inevitable.

Es una lástima que los autores se vean inclinados a usar recursos tan pobres como facilones, y si bien en la space-opera, género donde casi todos los excesos están permitidos, resulta medianamente admisibles, en otros tipos de ciencia-ficción, más preocupadas por aspectos sociales y científicos no tiene perdón alguno.

Dos ejemplos típicos de esto que digo son LA GUERRA DE LAS GALAXIAS y Babylon 5. En la primera, el socorrido recurso de La Fuerza se hace hasta simpático dentro del cúmulo de despropósitos de todo tipo que pueblan la película, pero realmente no importa, es sólo un elemento más de un producto de puro entretenimiento al que cualquiera se puede acercar con el sólo ánimo de divertirse, no buscando profundas reflexiones, enseñanzas morales o especulaciones tecno-científicas.

En el otro lado está Babylon 5, una serie excepcional en todos los sentidos, donde se cuida la ambientación, a la que se dota de una sólida base histórica, en la que los personajes son reales, con sus miserias y virtudes, en la que la sociología, la política, la diplomacia, más allá de simples descansos entre batalla y batalla, son la razón de ser de la serie, resulta difícil de recomendar a alguien con un mínimo de rigor sin sentir una gran vergüenza ante ese pegote inenarrable que son los psicorps y los telépatas comerciales.

Hasta tal punto contribuyen este tipo de inclusiones a la confusión temática y descrédito del género que no hace mucho llegó este indignado mensaje a la lista de correo, bajo el título de ¿Y dónde quedó la cienciaficción?;

¿Que este lugar no debería ser para comentar de sucesos ocultos, de ultra tumba o seres de otros planetas? ¡Ninguna de las preguntas que leí se referían a eso!

¿Me equivoque o como es este rollo?

Como la práctica mayoría de los participantes de la lista, que apenas se hicieron eco del mensaje, ya soy perro viejo y estas cuestiones ya no me causan sorpresa, del mismo modo que no me indigno cuando alguien me pregunta por las ciencias ocultas, pero me resulta triste que sea precisamente esa la visión que de la ciencia-ficción tienen muchas personas. Más de las que imaginamos.

Francisco José Súñer Iglesias
© Francisco José Súñer Iglesias
(417 palabras) Créditos

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© 2002 Francisco José Súñer Iglesias
Publicado originalmente el 30 de junio de 2002 en www.ciencia-ficcion.com

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