
Quien escribe este comentario se la pasó buscando durante años una secuencia animada de ciencia-ficción que lo dejó marcado cuando sólo tenía 5 años. En una matiné televisiva de un canal educativo que se transmitía en la ciudad de México ofrecían una programación con títulos de diferentes partes del mundo. En una repentina sorpresa para un futuro fan del género, un episodio de un programa animado mostraba a un ser humano que había crecido al amparo de seres alienígenas de forma globular, quienes le enseñaban sus técnicas para controlar el espacio y el tiempo. La imagen permaneció rodeada por el misterio, hasta que hace algunas cuántas semanas dicho misterio fue resuelto: ese niño disfrutó de un fragmento de la cinta rumana de animación que lleva por título THE SON OF THE STARS (1985). No está de más mencionar que se trata de una película que fue originalmente dividida en secciones y transmitida en diferentes países como parte de sus programaciones infantiles.
La cinta sigue a Kinno, un niño que viaja con sus padres a bordo de una avanzada nave espacial. La computadora central de dicha nave es una de las más avanzadas y permite que los viajeros humanos resuelvan toda clase de problemas. Pero de pronto se recibe una señal humana de auxilio, y los padres del niño, tratando de salir al rescate de quien solicita ayuda, terminan atrapados y desaparecen en lo que resulta ser un extraño fenómeno espaciotemporal. Mientras tanto, la nave se ve afectada y tiene que hacer un aterrizaje forzoso en un mundo alienígena cercano. Kinno parecerá perdido frente a las extrañas formas de vida, pero será rescatado por una comunidad de extraños seres globulares que lo criarán y le enseñarán su lenguaje, cultura y habilidades para manipular el espacio-tiempo.
Kinno se hará adulto y deberá presentar varias pruebas para demostrar que domina completamente las técnicas de los doreanos, los alienígenas globulares con quienes ha crecido. Con el tiempo, redescubrirá la antigua nave que lo trajo hasta aquel mundo, misma que será reparada, y emprenderá un viaje a lado de dos amigos extraterrestres para entender qué sucedió con sus padres. En su breve trayecto, los viajeros descubrirán un mundo tecnológico controlado por una entidad alienígena todopoderosa, misma que es responsable de los problemas espaciotemporales y que tiene atrapado en ese sector de la galaxia a decenas de visitantes extraterrestres provenientes de múltiples mundos, entre ellos, los propios doreanos. Con la necesidad de perfeccionar sus habilidades, Kinno se encontrará con un joven maestro que le ayudará a mejorar y así poder liberar a los viajeros provenientes de toda la galaxia.
Creada por el mismo equipo animador de MISIÓN ESPACIAL DELTA (1984), la historia retoma elementos del cine y la literatura para ofrecer su propia opera espacial surrealista, experimental y contemplativa. Desde TARZÁN, EL LIBRO DE LA SELVA, y hasta la propia STAR WARS, las historias clásicas son fusionadas y ejecutadas para ofrecer un ejercicio de estilo que busca dotar a la historia de extrañeza y fascinación. En este sentido, la representación del mundo alienígena en el que los doreanos están atrapados resulta de lo más estimulante, mientras que la batalla final entre la entidad villana y el héroe apuntan al sentido de la aventura más clásico.
La historia se convierte en un gran festín para todos aquellos amantes del tema de la vida extraterrestre. Si bien los doreanos ya resultan extraños pero amigables, la visualización de muchas de las otras especies alienígenas atrapadas en el sector ofrece todo un bestiario de criaturas de otros mundos, ya sean aproximaciones a la flora y la fauna terrestres, así como a seres inteligentes cuyas naves han quedado atrapadas. Extraños y simpáticos seres que pueden cambiar su estructura molecular a voluntad, bestias gigantes que recuerdan a dragones, e incluso viajeros con formas insectoides conforman parte del catálogo alienígena de la película.
Si bien la animación se muestra por momentos desgastada, ésta es efectiva al mostrar a sus numerosos personajes interestelares. Mientras tanto, para el caso de los pocos personajes humanos, la técnica del rotoscopio ofrece al espectador movimientos mucho más fluidos y realistas. Asimismo, el colorido psicodélico de la animación transporta a un viaje mucho más sesentero en donde las extrañas imágenes, algunas de ellas incluso aparentemente incomprensibles, llevan a cabo una curiosa propuesta: los mundos extraterrestres, si es que éstos existen realmente, resultarían totalmente surrealistas para los visitantes humanos.
En definitiva, una película rumana animada y metida de lleno en la ciencia-ficción que ofrece su propia versión de la space-opera de una forma más cercana a lo extraño y lo onírico.