¿De qué se trata?
En el futuro, en la década de 1990 (¡¡!!), la sociedad se ha arrojado irreflexivamente por la pendiente de la robotización. La labor de construcción de edificios, que antes daban empleo a ocho vagos más dos que hacían el trabajo de cinco cada uno para que sumen entre todos diez, ahora están en las manos de un único operario con un robot tamaño industrial, llamado los labors. Y como no andan muy creativos, a los robots policías los llaman los patlabors, o sea, los labors de patrulla. Todo esto ha posibilitado que Japón construya... ¡¡¡ISLAS ARTIFICIALES!!! La expansión de Japón significa la del Proyecto Babilonia. ¿Para bienestar de una nueva sociedad futurista de alegres colores chillones por TV? Bueno, sí, claro, por supuesto, pero también para que el Gobierno y las corporaciones robóticas se forren, si no nos llamemos a engaño, que los contratistas son los que profitan a mansalva. Hay demasiado dinero de por medio para que algo salga mal. ¿Y qué podría salir mal? Por ejemplo, que algún que otro maldito labor, una veintena más o menos en los últimos meses, simplemente decidan mandarse solos haciendo caso omiso de los pilotos, y empezar a hacer kakagodzilla por todo Tokio, como suelen hacerlo los robots en los dibus japoneses, los alienígenas en los dibus japoneses, los dragonbolzetas en los dibus japoneses... A menor escala, que éste es un anime más realista
, pero con casitas y edificios destruidos por igual, que hay costumbres narrativas que sale caro romper. La División 2 de PATLABOR toma a su cargo la investigación, y descubre un hecho bastante inquietante: todos los labors comprometidos han sido armados con un nuevo chip que es un upgrade, ha dejado obsoletos a los modelos anteriores, etcétera. Y para hacerlo más bonito, resulta que los patlabors mismos también se supone que les han instalado el bendito chip, a ver cómo sales a hacer labor policial con un robotito de chupitantas toneladas que en cualquier minuto se ponga a hacer el demueletokio. Y para colmo, el diseñador del chip ha desaparecido, y muchos tipos lo vieron saltar desde un puente (sin volver a asomar la nariz después, claro está). Y nadie (la compañía menos que nadie, claro) quiere que salga a la luz que el chip podría tener problemas. Solos contra el mundo, la División 2 tendrá que ponerse en campaña para evitar un demente plan que tiene en la mira a todos los labors del mundo, y podría arrojar a la sociedad robótica de regreso a la primitiva Era de los Obreros Humanos.
El espíritu de los tiempos
En los 80 nació otra franquicia manga/anime en Japón (y van...), que es la de PATLABOR. La premisa era muy interesante: una historia de robots que no se centra en los robots (no Mazinger Z, no Robotech), sino en los tripulantes de los robots. Los mechas de PATLABOR en realidad eran un detalle accesorio. Si los hubiéramos cambiado por los patrulleros de toda la vida, PATLABOR bien podría haber sido Chip: Patrulla motorizada, Cops, o cualquiera de esos shows de polis con auto. Algunos consideran que la franquicia de PATLABOR es aburrida porque para qué diablos quieres ver una historia de mechas si después argumentalmente los mechas al final del día pesan menos que un paquete de papas fritas. Servidor quien esto escribe lo considera estupendo, no porque aborrezca las historias de mechas y mientras menos mechas mejor, sino porque siempre se agradecen los enfoques diferentes, los que se salgan del esquema, en particular cuando el esquema suele ser piloto molón de robot molón
, y ahí ya tienes a todos los otakus babeándose y sintiéndose un poco Eva de EVANGELION (y así de destructivos después salen afuera). El caso es que, como cualquier franquicia japonesa que se aprecie, más tarde o más temprano iban a hacer la peli. La hicieron en 1989. Y la siguieron con dos secuelas a la fecha de escribir esto (PATLABOR 2 y PATLABOR 3, ambas bastante inferiores a ésta).
¿Por qué verla?
:: Esta es la clase de pelis que desde su puesto de retaguardia pelea duramente por abrirse camino a puntos, y lo consigue. PATLABOR no tiene el brillo ni la espectacularidad de otras franquicias robóticas de su tiempo (Macross/Robotech, Gundam, Transformers, Jinete Sable...), particularmente por su tono down-to-Earth y su preocupación por los personajes, a despecho de la acción pura y dura, por lo que la tiene difícil en cuanto a ganarse un público que busca explosiones y más explosiones en los mechas. Pero asumiendo las reglas del juego (que vas a ver una franquicia sobre robots en la que los robots juegan un papel de trasfondo, salvo para la infaltable escena de acción final), resulta que la peli de PATLABOR está más que bien. La ambientación en un futuro cercano
(1999, o sea, diez años después del estreno de la peli) en realidad no es más que un recurso narrativo para plantear una sociedad igualita a la del presente, con el añadido de los robots de construcción y policiales para hacerla una de mechas
. O sea, en el fondo estamos ante una limpia parábola de nuestro presente, en el cual por cierto ya existen robots (y no me refiero sólo a los celebérrimos brazos mecánicos en las cadenas de ensamblaje de automóviles, sino también a los seres humanos que se mueven y piensan como robots). Lo que tenemos en el fondo es una historia que, so pretexto de los robots, habla de un grupo de polis empeñados en hacer lo correcto, pasando por encima de problemas tan mundanos como los intereses corporativos, las componendas gubernamentales, los intereses creados, y la interminable burocracia. Casi todo el caso se resuelve sin demasiada acción (salvo por la traca final, claro), sino por la pura aplicación de ese músculo llamado inteligencia
. Sin embargo, no se piense que es otro nihilista manga cyberpunk con una sociedad distópica y alienada que etcétera. Por el contrario, esta peli rebosa optimismo, los problemas no son irremontables, tampoco hay una conspiración omnipresente allá afuera, etcétera. Que no es una de el individuo contra el sistema
, vamos. Los resultados finales son discretos y probablemente esta peli no califique como un must-see, pero en su renuencia a aceptar las fórmulas habituales (héroes de dientes apretados luchando contra codiciosos capitalistas, muchas explosiones, etcétera) para profundizar en los personajes y el boceto social, esta peli se gana merecidamente su nicho.
:: La trama de la peli integra bastante bien las referencias bíblicas. Utilizar la Biblia como fuente de inspiración o hacer parábolas sobre ella es un recurso terriblemente socorrido y por lo general usado de manera chusca, simplemente para que la audiencia abra la boca y diga ¡¡¡GUAU, ESTO HABLA DE LA BIBLIA!!!
. Este no es el caso. El Proyecto Babilonia en realidad es lo que se supone que era la Babel bíblica, y su ambigüedad como centro cosmopolita de la realización del nuevo estadio de la sociedad humana por un lado, y como fuente de destrucción para los modos de vida ancestrales que hacían feliz a la gente por el otro, aunque no se explota a fondo, sí que se plantea en términos correctos. Y las motivaciones del villano, así como su plan, suenan razonables dentro de las coordenadas de una de mechas
. La peli puede verse como una especie de transliteración de la viejísima historia de la Torre de Babel, adaptada en el seno de una historia de mechas, y funciona muy bien.
:: ¿Es una buena peli de PATLABOR? La respuesta es sí. La situación planteada es una en que los polis deben hacer trabajo de investigación antes de utilizar la fuerza bruta, cada personaje importante tiene aunque sea un minutito de participación, y la amenaza principal ataca justamente por el flanco más característico de la serie, que son los labors (y los patlabors por extensión). De manera que los fanáticos de PATLABOR (los cuatro gatos que lo sean, y bueno, er... me cuento) no deberían sentirse decepcionados por esta peli, sino todo lo contrario, ya que captura estupendamente el espíritu de la historia original.
Ideal para: Ver una historia de mechas que, por una vez en la vida, prioriza el elemento humano por encima de la espectacularidad vacía y sin sentido.
P. S. Como dato de trivia, digamos que secuencias de esta peli fueron utilizadas para el videoclip Juke Joint Jezebel de KMFDM.