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MISIÓN A MARTE
MISIÓN A MARTE EE.UU., 2000
Título original: Mission To Mars
Dirección: Brian De Palma
Guión: Jim Thomas, Graham Yost, John Thomas
Producción: Tom Jacobson
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Stephen Burum
Duración: 114 min.
IMDb: tt0183523. Doblaje: (es-ES)
Reparto: Gary Sinise (Jim McConnell); Tim Robbins (Woody Blake); Connie Nielsen (Terri Fisher); Don Cheadle (Luke Graham); Kim Delaney (Maggie McConnell); Peter Outerbridge (Sergei Kirov); Kavan Smith (Nicholas Willis); Jill Teed (Renée Coté); Armin Mueller-Stahl (Ramier Beck)

Quizá deba decir aquello de que no leáis este mail si es que vais a ver la peli. Aunque en este caso creo que debo hacer una excepción y recomendaros que lo leáis si queréis evitar un buen fiasco. Y es que ayer fui a ver MISSION A MARTE... El cine estaba medio vacío y casi todos eran adolescentes, de los cuales la mitad se fue a la media hora, por no hablar de un cristiano sentado un par de filas detrás de mi y que disfruto de una tardía siesta (ronquidos incluidos).

El guión es casi una copia de 2001 sin el incentivo de HAL y mezclado con un DEEP IMPACT en otro mundo. Como película, la verdad es que no funciona, las escenas iniciales de la fiesta de despedida de los astronautas (guiño a THE RIGHT STUFF) son mas bien confusas y no ayudan para nada a simpatizar con los protagonistas. Así que te da mas bien igual cuando, no mucho mas tarde, estos mueren o (pelín mas tarde) uno se sacrifica heroicamente por sus camaradas. En cuanto a la tensión de la historia, bueno, mas bien poca. Y esa poca enseguida desaparece (en cuanto se descubre la cara).

Y la proyección u holograma del marciano llorando es de apaga y vamonos!

Así que uno tiene que entretenerse mirando los efectos especiales y analizando los avances tecnológicos que permitirán llevar al hombre a Marte... Claro que también aquí no hay mas que fiascos. Por decir algunos:

La nave que transporta a los astronautas a Marte es mas bien penosa. Diseñada de modo que se parece a la Descubrimiento de 2001, uno se pregunta por que tienen que poner los propulsores tan lejos de la zona habitada cuando estos no son nucleares. Por no decir del modulo rotatorio habitable, que es demasiado pequeño, con lo que las fuerzas de coriolis y la diferencia de gravedad centro-borde serian muy grandes.

Los astronautas se apresuran a iniciar las maniobras de amartizaje sin examinar todo el casco porque perderan la ventana de entrada. Dejando aparte el hecho de que intenten aterrizar con toda la nave (incluida la parte que rota), que prisa hay? Si están en órbita, pues esperan a la siguiente pasada y listo.

Del milagroso encuentro de la nave de carga de la otra misión, mejor no digo nada mas que eso, milagroso.

El mejor piloto de la NASA asignado a la misión estrella la nave de carga, que se supone debería ser capaz de aterrizar (¿amartizar?) automáticamente. Por no hablar de la total ausencia de un escudo antiablación en el carguero (o por lo menos yo no lo vi).

Un Marte terriblemente ventoso y con una superficie que parece recientemente desecada.

El todoterreno (Kawasaki, tambien hay propaganda encubierta de M&Ms) parecía demasiado rígido y alto para ser estable, yo no me lo llevaría de excursión ni a la sierra, mucho menos a Marte.

El invernadero no esta presurizado, sin embargo los astronautas pueden vivir en el sin ningún problema (ni se congelan ni se asfixian... por no hablar de la nula protección contra la radiación cósmica). Otra cosa es la tendencia que tiene el astronauta mas veterano (y piloto) de quitarse el traje en condiciones dudosas. Uno se pregunto como ha sobrevivido a los entrenamientos...

Los trajes espaciales que usan para misiones EVA en la nave y en el planeta son los mismos, lo que los hace imposiblemente pesados para su uso en el planeta (aunque los actores no parecen notarlo) y nada prácticos para el espacio.

Y, bueno, mejor lo dejo ahí, que me estoy poniendo de muy mala leche.

© Carlos Montes,
(604 palabras) (Lista de BEM) Créditos Créditos

Santiago L. Moreno

En tiempos remotos una raza extraterrestre se acercó a la Tierra y realizó las operaciones pertinentes que a posteriori darían como resultado el homo sapiens. Tras su marcha, dejaron en otro cuerpo del Sistema Solar un dispositivo que sólo habría de despertar cuando el Hombre lograra llegar a él, prueba fehaciente de su madurez y capacidad para reunirse con sus creadores entre las estrellas. Aunque pudiera parecerlo, esta breve sinopsis no pertenece a la obra más señera del género de ciencia-ficción, 2001, una odisea espacial, sino a un filme mucho más reciente. Y ciertamente, no por casualidad.

Brian De Palma, director al que en sus comienzos se llegó a presentar como el sucesor del maestro del suspense, Alfred Hitchcock, ha decidido un año antes de la fecha señalada realizar un excelente homenaje a la obra maestra de Stanley Kubrick, y además darle un repaso a la nueva generación de directores, más preocupados a la hora de crear tensión en mover la cámara y realizar un montaje agresivo que en utilizar el efectivo lenguaje cinematográfico de toda la vida. Las intenciones estéticas del director enfilan por el camino del pulso reposado pero firme, mostrando largos planos pausados de la superficie marciana, el viaje espacial y los protagonistas, los cuales tampoco responden al perfil que impera en el cine de palomitas actual, ese que les obliga a soltar chistes sin sentido entre taco y taco mientras se pelean sin parar entre ellos. En MISIÓN A MARTE los personajes son humanos, pero sin olvidar nunca su condición de astronautas, de profesionales con una misión que cumplir y que no tienen que mostrarse continuamente graciosos por la simple excusa del solaz adolescente. Todo está enfocado hacia la sobriedad, incluyendo el inusual (pero usual en él) score de Ennio Morricone, ausente de las habituales fanfarrias y golpes violentos de violín que adornan últimamente cualquier película con algo de acción. Algunas escenas, en especial la que incluye el imposible rescate orbital, alcanzan incluso la majestuosidad, huyendo a la vez del fácil y manido recurso del alivio final.

El filme tiene siempre presente la obra homenajeada que, menciones a CONTACT aparte como la del personaje de la difunta esposa del copiloto o la manera en que está oculto el código del ADN, aparece no sólo en la trama argumental, sino en las naves, trajes e interiores que contiene la película. Olvidándose de la lectura mística, De Palma se ha volcado en la interpretación racional de la maravilla kubriquiana, realizando un filme en el que los alienígenas no son más que eso, la religión no tiene lugar y el Monolito pasa de ser un frío y extraño objeto a convertirse en un rostro semihumano. Los procedimientos del viaje y la presentación de Marte, extrapolados de la información que la NASA facilitó sobre el tema, ayudan a hacer más creíble una historia que recuerda en muchos aspectos a otro filme de semejantes características al que sin duda le debe los primeros minutos de metraje: APOLO XIII. Incluso el melifluo final no deja de ser otra manera de representar ese encuentro directo con otra raza alienígena que Kubrick imaginara de manera tan abstracta y que De Palma convierte en más cercano a nuestra visión de las cosas. Y adornando todo el conjunto, unos maravillosos (y por una vez creíbles) efectos especiales.

Este homenaje a 2001, UNA ODISEA ESPACIAL, la mejor película de ciencia-ficción de la historia, aún siendo excelente, cuenta con un par de puntos oscuros. Uno de ellos es responsabilidad de Tim Robbins, quien acompañado por las correctas interpretaciones de sus compañeros realiza sin embargo la peor interpretación de su vida, ilustrando al espectador sobre cuál puede ser el aspecto del cartón. El otro aspecto negativo reside en la existencia (quizás homenaje a su maestro) de un rotundo McGuffin, y es que el motivo por el que nuestros vecinos pusieron la semilla en nuestro planeta, por mucho que se piense, no deja de ser un inmenso misterio. En todo caso, en estos tiempos de ritmos vertiginosos, bandas sonoras estridentes y steadycams al hombro, es reconfortante comprobar que alguien tenga la osadía de volver a los viejos tiempos.

Buen trabajo, Brian De Palma.

Salve Kubrick.

© Santiago L. Moreno, (697 palabras) (Lista de #cienciaficción) Créditos Créditos

Juan Miguel Aguilera

Ayer vi por fin MISION A MARTE, y desde luego se le pueden hacer muchas críticas a la película, pero no desde el punto de vista científico en la que es casi perfecta. ¿Cuantas películas hard de CF hay? Que yo recuerde 2001, 2010, LA AMENAZA DE ANDRÓMEDA, y no recuerdo ninguna más. A esta dudo en incluirla en ese selecto grupo porque el final es de juzgao de guardia. Cuando sale la nave extraterrestre y les pasa al lado, uf. Y el marciano tiene tela, y es absolutamente innecesario.

El problema de la película es que quiere parecerse a muchas otras. La fiesta del principio y el astronauta que se estaba preparando para la misión y no puede ir (que por cierto lo interpreta el mismo actor: lo han encasillado) es APOLO XIII. La rueda y el ritmo de la mejor secuencia de la película (el desastre en el espacio y los astronautas que tienen que abandonar la nave. Algo digno del más puro hard) tienen el aire de Kubrick. Luego está el tentáculo de arena similar al tentáculo de agua de ABYSS y el final cagada que pretendía ser emotivo como el final de ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE. Las críticas al aspecto científico de la película no las entiendo. Quizá el mar sabor de boca de la escena final hace que al recordar algunas escenas alguien se engañe.

Por ejemplo: El hábitat hinchable ¿de dónde habéis sacado que está abierto a la atmósfera marciana? Es necesario entrar en la nave presurizada y de ella se pasa al hábitat (que por cierto es uno de los proyectos de la NASA para ampliar el espacio habitable de los astronautas) y esto queda muy claro en la película. El viento golpea el exterior del globo hinchable que es el hábitat, pero este no tiene salida al exterior, sólo al interior de la nave.

Las nubes marrones. Efectivamente en Marte hay nubes mañaneras de vapor de agua fotografiadas por el Phatfinder, pero lo que se ve en la película es una tormenta de polvo que cubre medio planeta, y esto se dice con toda claridad e incluso se muestra una imagen desde la órbita de esta tormenta. Una tormenta de este tipo jodió las fotos de uno de los Mariner, creo recordar, por lo que es un fenómeno comprobado. La escena del rescate orbital es muy buena y tiene el ritmo adecuado, los personajes no se ponen histéricos y actúan como imagino que actuarían unos astronautas en una situación de tensión semejante.

Pero el final es patético, que le vamos a hacer.

© Juan Miguel Aguilera, (431 palabras) (Lista de #cienciaficción) Créditos Créditos

Ayer (aprovechando el partido de fútbol de España) aproveche para ir al cine a ver MISIÓN A MARTE (el cine estaba prácticamente desierto con lo que fue una gozada) después de verla releí todos los e-mail que había sobre el tema (menuda panzada) y he de decir que estoy totalmente de acuerdo con Cris tanto en sus valoraciones científicas (aunque yo soy historiador y no científico) como estéticas. La escena de la muerte de Robbins es magnífica y la música subraya perfectamente la acción, lo más decepcionante para mí fue el final, me quede como al principio no fue una explicación nada novedosa, ni sorprendente, ni contada de un modo novedoso (me gusto muchísimo más el final de CONTACT) parece que tienen prisa en contarlo y acabar la peli.

Pero dicho esto la película me encantó y estoy de acuerdo con Cris (creo) cuando dice que las pelis contadas con ritmo pausado (como es el caso) no atrae a una gran masa de público que prefiere la acción y el ritmo frenético (que a mi también me gusta) opino que hay sitio para degustar ambos tipos aunque hay mucha gente que no está preparada para ese tipo de cine: como ejemplo la excelente EL DILEMA, cuando fui a verla la gente abandonaba la sala a mitad de la proyección (e incluso antes) cuando a mi y a mis amigos nos enganchó desde el principio, son películas que requieren una mayor atención, concentración y tratan al espectador de tú a tú sin dárselo todo mascado para que el espectador se sienta más participante.

En fin, me he ido un poco del tema, en resumen me encantó MISIÓN A MARTE (salvo ese defecto final) y me pareció narrada con un ritmo adecuado destacando las brillantes escenas (marca de estilo de De Palma, recordad el inicio de SANKE EYES) filmadas de un tirón (toma-secuencia) como la de los títulos de crédito iniciales (no hay ningún corte) o la escena en el interior del anillo (que parece toma-secuencia sin serlo).

© Carlos Francisco Cenalmor, (339 palabras) (Lista de #cienciaficción) Créditos Créditos

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