Una película que uniera a los monstruos protagonistas de las sagas Alien y Predator era imposible de realizar de manera eficiente. Y sin embargo, ALIENS VS PREDATOR: REQUIEM (2007) es en mi opinión lo más cercano que hemos estado a ello. De entrada corrige varias de las principales carencias de ALIEN VS. PREDATOR (2004), creando una secuela directa que hasta cierto punto arranca de donde tenía que haber empezado su predecesora. Tanto es así que realmente no hace falta haber visto la película de Paul W. S. Anderson para entender esta secuela ya que toda la información que necesitamos saber se nos presenta sin palabra alguna por medio de una secuencia inicial que da pie a un argumento tremendamente sencillo: un Alien logra infiltrarse en una nave de los Predator ocupando el cuerpo de uno de los cazadores, dando lugar a un nuevo monstruo híbrido que combina las características de ambas criaturas. La nave se estrella en la Tierra, en un pequeño pueblo de los Estados Unidos, con lo que los humanos residentes deberán enfrentarse a este monstruo invasor al tiempo que un Predator es enviado en una misión secreta para destruir a la criatura y borrar toda pista de su existencia. Esto es básicamente el argumento, conciso, sencillo y sobre todo mucho más interesante que la enrevesada historia de la película de Anderson.
No es esta la única diferencia entre las dos. A la mayor sencillez argumental hay que sumar el hecho de que esta vez, y al parecer haciendo caso a las numerosas críticas que recibió la calificación PG-13 de ALIEN VS. PREDATOR, esta segunda parte intenta presentarse más como una película de terror al ser mucho más violenta y contar incluso con víctimas cuyas vejaciones han sido tradicionalmente consideradas un tabú cinematográfico, tales como niños o mujeres embarazadas. Los nuevos directores, los hermanos Colin y Greg Strause, parecen también interesados en dar a su película una oscuridad más literal: la fotografía es tremendamente oscura (en ocasiones demasiado) lo que incluso la emparenta con las primeras entregas de la saga Alien. Donde sí parecen haber acertado los hermanos es en la concepción de ALIENS VS PREDATOR: REQUIEM como una monster-movie en la que la criatura principal es realmente tratada como la amenaza que representa; una cosa que siempre definió las cintas de ambas sagas era que los auténticos protagonistas eran los humanos y los monstruos un peligro que acechaba pero que no dominaba por entero el metraje, detalle que se pierde con la concepción del enfrentamiento entre estas dos especies alienígenas como el centro de un espectáculo que cae en la irremediable sobreexposición. En este sentido, la inclusión de un ser híbrido es no sólo acertada, sino que está bien hecha gracias a la decisión de mantenerlo en segundo plano como monstruo final
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Por desgracia este es sólo un acierto a medias, ya que los protagonistas humanos, en los que la película en teoría debería depositar su mayor fuerza argumental, fallan estrepitosamente. Demasiados personajes, demasiadas historias sin mayor relación entre sí que el contexto, y un desarrollo escueto, vacío y en general poco interesante lastran considerablemente la película de los hermanos Strause. A pesar de que los Alien son mostrados como auténticos monstruos temibles y la caracterización del Predator como una especie de pistolero espacial se deriva de esa extraña concepción de antihéroe que se le ha querido dar en estas dos películas, el fallo de los personajes humanos hace que la historia no se sostenga y quede por debajo de las entregas anteriores de ambas criaturas.
A pesar de eso nunca entenderé del todo el rechazo casi general que existe hacia esta secuela por parte de un público al que le están dando lo que en el fondo pedía: el enfrentamiento sin cuartel entre estos dos monstruos aupado por un nivel de violencia mucho mayor que el de la primera parte. Pienso en todo caso que esta es la película que se debió haber hecho originalmente, un episodio que marcase una ruptura total con ambas sagas y no dependiera principalmente del guiño cómplice con el espectador (a pesar de que hay una muy clara mención de la corporación Yutani). El agridulce final augura incluso una tercera parte que dudo mucho se lleve a cabo debido a la pobre recepción crítica que ha tenido, pero a mí en particular me ha parecido mucho más digna de lo que esperaba, y especialmente recomendable si se es de los que piensan que ALIEN VS. PREDATOR tenía aspectos mejorables.