
GHOST IN THE SHELL (1995), escrita por Masamune Shirow y uno de los referentes de la ciencia-ficción y la animación japonesa de la década de los noventa, forma parte del verdadero respeto que los japoneses tienen por los subgéneros de la ciencia-ficción. Si bien es común que la saturada industria de la animación japonesa ofrezca series al por mayor con historias extrañas y a veces disparatadas, existen joyas de este calibre cuya importancia radica en ofrecer tramas verdaderamente bien ejecutados que garantizan horas no sólo de buen entretenimiento, sino de verdaderas piezas de expresión artística y discusión filosófica. Esta película cuenta con una continuación titulada GHOST IN THE SHELL 2: INNOCENCE (2004) que retoma los sucesos de la cinta anterior respetando al cien los elementos ciberpunk y el estatuto contemplativo y filosófico de la primera película.
El gusto de los japoneses por la tecnología y por la novela negra tecnificada (maravillosa descripción de lo ciberpunk que le leí por primera vez al Dr. _fam) se ha visto reflejado en una exigencia de los fanáticos para que la primera película contara con más continuaciones. Derivado de ello, en 2002 se produce la serie Ghost In The Shell: Stand Alone Complex, misma que ha contado con dos temporadas y una película (que realmente sólo fue el piloto para una tercera temporada que nunca se produjo). Si bien esta serie no mantiene el nivel contemplativo de las dos películas, la trama es adulta, interesante y sofisticada y ofrece al espectador una precuela de la primera película en la que se cuenta la historia de cómo la sección 9 se encarga de investigar toda suerte de crímenes cibernéticos en un futuro en el que los humanos han integrado la tecnología a sus cuerpos y mentes. Recientemente, en 2013 se produjo la serie Ghost In The Shell: Arise, una nueva continuación que en realidad funge como precuela de la precuela que mantiene la sofisticación y cuenta en cinco episodios de una hora más una película acerca del origen de la sección 9.
La naturaleza de GHOST IN THE SHELL a partir de sus películas y series está centrada en respetar la estética que nos regaló William Gibson con su novela NEUROMANTE (1984). El individuo que cada vez está más interesado en su soledad y en integrar a sus cuerpo componentes robóticos para convertirse en un cyborg, la navegación a través de la red en tiempo y sensación reales y las megacorporaciones como entidades que han tomado el papel del estado son sólo algunos aspectos del subgénero y parte integral de la serie. Producidas por el gran estudio de animación Production I. G. (mismo que se encargó de crear las animaciones para la película KILL BILL), las películas y las series señaladas forman parte del anime seinen, es decir, un tipo de animación japonesa más atrevida y experimental, desintoxicada de muchos de los excesos del grueso de las animaciones japonesas y dirigidas a un público adulto muy atento y exigente.
Cuando nos enteramos de que vendría una adaptación estadounidense live action de esta franquicia, el miedo invadió a varios de los fanáticos aquí en México. ¿La película estaría realmente a la altura de las animaciones? ¿El componente filosófico y reflexivo tendría espacio en la gran industria cinematográfica estadounidense? ¿O se trataría de una nueva trivialización del cine extranjero para adaptarlo al espectador estadounidense promedio? Para desgracia de los seguidores de la serie, la película fue producida para este público señalado.
GHOST IN THE SHELL es en sí es una adaptación más o menos libre tanto del manga original como de la película de 1995. Es curioso observar al inicio varias escenas que representan guiños a la película original, especialmente cuando se arma el cuerpo de la mayor Motoko Kusanagi.
La cinta original relataba los esfuerzos de la sección 9 para encontrar a un hábil hacker, mismo que a la mitad de la peli se descubre que no es ninguna persona, sino un programa informático que ha tomado conciencia de sí mismo. Asimismo, la versión del 95 ofrece valiosos planteamientos acerca del transhumanismo a partir de una escena icónica en la que la Mayor y Batou, otro ciborg y un agente cercano a Motoko, reflexionan en una charla en un bote acerca de su propia naturaleza.
En esta nueva versión, el programa consciente es cambiado por un villano con intenciones ambiguas que no ofrece la sorpresa ni la fascinación que el villano de la película original posee. La mayor, interpretada por una correcta Scarlett Johansson, es impulsiva pero descuidada a diferencia de su contraparte animada, aspecto que evita la empatía con su personaje. Asimismo, uno de los aspectos más inauditos es que la conversación filosófica tan fascinante que ocurría en el bote es sustituida por una breve charla banal entre los dos personajes centrales antes de que la compañía que fabricó el cuerpo de la mayor envíe a un grupo de policías a capturarla.
El pasado de la mayor en las animaciones es una temática cuya exploración no merece ni suscita mayor atención. En cambio, en la versión estadounidense uno de los aspectos centrales es que la mayor tuvo un pasado y una vida que le fueron arrebatados para caer en su naturaleza ciborg actual. Este aspecto busca de alguna manera demonizar a las malvadas corporaciones y dota a la cinta de un sentimentalismo y un maniqueísmo un tanto ramplones que difícilmente las animaciones originales se hubieran atrevido a tocar siquiera. Si bien la mayor fue convertida en contra de su voluntad y es hora de que se rebele, este elemento narrativo nunca logra despegar como sustituto de los complots empresariales, militares y policíacos que tanto interés generaron en las series originales.
Pese a que nos enfrentamos a una trivialización de GHOST IN THE SHELL, un punto a favor de la cinta es la estética futurista en la que la saturación de anuncios publicitarios inundan por doquier la pantalla. Asimismo, en esa especie de Hong Kong del futuro, la banda sonora es penetrante y envolvente, sumergiendo al espectador en la historia.
En definitiva, una película visual y sonoramente atractiva pero fallida y torpe debido a la simplificación de la franquicia original para que sea de fácil comprensión para el público estadounidense. No obstante, una buena noticia es que debido al éxito (moderado) de la cinta, se ha anunciado por parte de la productora japonesa que la franquicia contará próximamente con más producciones para satisfacción de los fanáticos.