Cada vez que me enfrento a una superproducción (o producción a secas) basada en superpersonajes propiedad de la Marvel se reaniman en mí los mismos temores. Aún no había llegado la peli de entretenimiento puro y para todos los públicos que, en mi opinión, diera en el clavo con las exigencias del espectador. Los creadores de largometrajes basados en superhéroes, hasta el momento, nos han tratado como idiotas y en el mejor de los casos han producido cintas mediocres, carentes de la más mínima originalidad o cariño por el referente a adaptar. La lista de pelis fallidas es larga y sangrante, creando una atmósfera de conformismo entre los aficionados tan extendida que al final da la impresión de que nos vale cualquier cosa.
La mayor parte de estas apuestas contienen sobredosis de efectos especiales, fotografía multicolor (incluso en situaciones que no lo piden) y personajes arquetípicos. Todo ello envuelto en un trapo con tufillo a robo, de tan evidentes que resultan sus ínfulas de comercialidad. IRON MAN no vive al margen de esta tendencia y demuestra claramente su intención de llegar al gran público en casi cada una de las secuencias del filme (una peli en la que matan a un montón de gente pero en la que no se ve ni gota de sangre) Superando ampliamente la calificación por edades.
Sin embargo hay algo en IRON MAN que es diferente, algo ausente en la mayoría de apuestas anteriores (al menos desde mi punto de vista) y esa es su capacidad para entretener. El ritmo que John Favreau le imprime al filme es extraordinario y muchos de los lugares comunes de este tipo de pelis son revisitados con éxito. Exceptuando el estupidificante mensaje moralista de la cinta, se puede decir que nada chirría en IRON MAN, y eso es un punto a favor del que no goza casi ninguna de sus películas hermanas.
Robert Downey Jr. está perfecto en su papel de Hombre de Hierro. El politoxicómano actor da vida a un genio multimillonario y excéntrico mucho más parecido a la versión ultimatizada del personaje parida por Mark Millar que al Tony Stark clásico que conocimos en los tebeos de toda la vida. La pasión que ambos (personaje y actor) demuestran en ciertos momentos por el alcohol es prácticamente evitada en la película, aunque no borrada del todo ya que la primera toma de la peli nos muestra al mítico Downey Jr. con un güiscazo en la mano (detalle realmente cachondo, para que negarlo).
Otro de los puntos fuertes, al margen de las clásicas peleas superpresupuestadas (todo es muy súper en la peli) que no resultan demasiado confusas en esta ocasión, detalle muy de agradecer, es la relación entre Tony y su secretaria Pepper Potts. Gwyneth Paltrow está realmente impresionante. Guapísima de pelirroja y ejecutando con naturalidad el papel de abnegada y sempiterna enamorada del héroe despistado. La relación sentimental con más gancho mostrada en una de supers hasta el momento (cosa que no es ninguna hazaña por otra parte) sin ninguna duda.
Otro elemento muy a favor de la peli es el de Jeff Bridges en el papel de villano, aunque en la peli se le vea venir a kilómetros. El nota se sale en cada papel que acepta, y esta vez no iba a ser menos.
IRON MAN, la película, es bastante fiel al personaje del papel. Retoma los orígenes del héroe (contados en mil y un ejercicios de retrocontinuidad) y los readapta de forma convincente. Por otro lado el uso de la tecnología está presentado de forma creíble y convincente dentro del marco del personaje que tenemos entre manos.
En definitiva, y ya que los puntos en contra de esta peli son los típicos de este tipo de producciones, se puede decir que IRON MAN es la mejor cinta del género vomitada en el siglo XXI (que tampoco es decir mucho) Se le puede echar en cara el mensaje moralista del todo insultante, pero mejor hacer oídos sordos y disfrutar con el espectáculo.
¡Ah! Una última cosa... ¡MUY IMPORTANTE QUEDARSE HASTA EL FINAL DE LOS CRÉDITOS!