Sinopsis

La guerra contra los centauri está en su apogeo, las batallas se suceden y en Babylon 5 los atentados contra los centauri son frecuentes. Mientras Lochley anota todo esto en su diario personal recibe la visita de Sheridan para informarle que los centauri están atacando los puntos de salto, algo inconcebible puesto que supondría el aislamiento de muchos mundos. Incluso temen un ataque contra Babylon 5, aunque Sheridan ha dado orden a los Estrella Blanca de repeler todo asalto de los centauri. Desde ese momento, Babylon 5 ha dejado de ser neutral.

Ya con Delenn, Sheridan le expone que los Estrella Blanca están llegando a un punto en el que han dado el máximo de su capacidad operativa, además de que al enfrentarlas con todos los enemigos de Babylon 5 su número ha ido menguando considerablemente. Es necesario construir más y mejores naves.

Delenn está de acuerdo, pero teme que el Consejo Gris no esté dispuesto a realizar el esfuerzo, pero Sheridan lo tiene todo previsto, ha hablando con la presidente Luchenko para llegar a un acuerdo con los mimbari sobre la construcción de las nuevas naves. Ellos pondrán la tecnología y el diseño, y los terrestres la financiación y la mano de obra. Siempre y cuando los mimbari estén de acuerdo.

Delenn será la encargada de negociar las condiciones ante su pueblo. Pero todo tiene que hacerse en secreto, de modo que Delenn deberá tratarlo en persona con el Consejo Gris, lo que supone un riesgo notable puesto que con la guerra los viajes resultan muy peligrosos, aunque para ir más tranquila irá acompañada por Lennier.

Vir convoca a Franklin y Lyta para pedirles un favor. La cuestión es que los drazi no devuelven a los centauri los cadáveres de los caídos en combate. Vir sospecha que no son devueltos porque en realidad siguen vivos y los drazi los mantienen cautivos y sometidos a tortura para obtener información. Franklin accede a viajar en misión humanitaria al mundo drazi para investigar el asunto, pero Lyta exige un alto pago por sus servicios como telépata. Obviamente, ya no es la Lyta que conocíamos.

Londo y G´Kar siguen encerrados en las mazmorras del Palacio Imperial de la Base Centauri. Londo se hace su propio cuento de la lechera pensando que cuando el pueblo centauri sepa que su Primer Ministro está encerrado se rebelará, y así se podrá descubrir que ocurre en palacio, detener a los culpables de la guerra y declarar el alto el fuego.

En ese momento una intensa luz deja desvanecidos a ambos y un par de extraños entran en la celda llevándose a Londo.

Se trata de unos extraños alienígenas que depositan a Londo en una camilla y le someten a un rápido escaneo, además de acoplarle en la cabeza un extraño aparato y someterle a pruebas bastante más desagradables. En esto aparece un segundo tipo de alienígena, da su visto bueno, y vuelven a anestesiar a Londo... que despierta de nuevo junto a G´Kar en la mazmorra. Éste se muestra irónico, informándole que la rebelión no se ha producido.

Londo admite al fin que algo siniestro está pasando en la Base Centauri y que debe salir para averiguarlo. G´Kar le facilita una excusa provocándose el vómito. El vómito narn tiene tales propiedades organolépticas que alertan a los guardianes rescatando a Londo de la mazmorra.

En Babylon 5 la plana mayor se reúne con generales brakiri, narn y drazi. Éstos agradecen la ayuda de los Estrella Blanca, pero Lochley apunta a que cada uno se limita a defender sus mundos, sin prestarse apoyo mutuo y que podrían cooperar un poco más entre ellos, pero el orgullo les puede y no están dispuestos a seguir la sugerencia.

Garibaldi­ expone que la táctica centauri es extraña, es como si fueran dos ejércitos dedicado cada uno a una misión distinta, sin coordinación aparente. El general narn también muestra su desconcierto ante eso puesto que no el modo en el que los centauri operan habitualmente. Sheridan apunta más alto: esa táctica obedece a un plan estratégico superior que son incapaces de discernir.

Lochley recibe un aviso del centro de mando y debe retirarse. Entonces los generales de la Alianza proponen un asalto masivo a la Base Centauri para acabar la guerra cuanto antes, a lo que se opone Sheridan, indicando que no se atacará a civiles, solo naves de guerra mermando la capacidad militar centauri hasta que no puedan seguir combatiendo.

En el centro de mando Corwin informa a Lochley de la presencia de una nave centauri con un comportamiento errático y que no parece llevar tripulación. Lochley intuye que trata de destruir la puerta de salto, y lanza los Starfury a por ella consiguiendo frustar su misión.

Entre tanto, los generales drazi y narn parecen llegar al fin a un acuerdo. Atacarán directamente la Base Centari, pese a la prohibición de Sheridan.

En la Base Centauri Londo intenta convencer a varios políticos la necesidad de deponer al regente Virini, pero el ministro de la guerra Cholini se opone rotundamente a ello, siguiendo con la tesis de que los centauri únicamente se están defendiendo, ante el desconcierto de Londo que ha visto con sus propios ojos la actividad real de su flota.

Garibaldi­ informa urgentemente a Sheridan de la desaparición de un tercio de las flotas narn y drazi. Están seguros de que atacarán la Base Centauri, de modo que Sheridan dispone su inmediata partida en un Estrella Blanca para interceptarlos.

En el mundo drazi Franklin y Lyta andar perdidos en los laberintos de su capital, intentando buscar hotel, pero están siendo estrechamente vigilados. Al fin llegan a su hotel donde se reúnen con un médico local que les confirma que no tienen los cadáveres de los centauri, se quedaron todos en las naves destruidas ya que estaban tan destrozados que era imposible recuperar nada, pero Lyta descubre que es mentira. En ese momento dos drazi se descuelgan por el balcón intentando matarles, pero los rechazan. Lyta sondea de nuevo al médico drazi algo que le alarma enormemente.

Sheridan parte de Babylon 5 al frente de una flota de Estrellas Blanca s mientras que la nave de Delenn es interceptada en el hiperespacio por cruceros centauri, que les atacan y dañan seriamente.

Franklin y Lyta obligan al médico a llevarles a una instalación secreta, donde descubren decenas de vainas. El médico les informa que en las naves centauri no hay tripulantes, solo esas vainas acopladas a los circuitos de mando, pero son descubiertos y atacados, el médico resulta muerto y ellos huyen llevándose una de las vainas.

Londo encuentra al regente Virini esperándole en sus aposentos. Le confiesa que, en cierto modo, dio la orden de iniciar la guerra, y que está cercano a su fin, que es la hora de Londo, y que se alegra, porque no quiere ver lo que se avecina.

Franklin y Lyta informan a Sheridan del hayazgo de las vainas, sin duda tecnología de las Sombras abandonada en Z´ha´dum, y desarrollan varias teorías, que explican, entre otras cosas, como es posible la existencia de dos flotas centauri con objetivos y tácticas tan divergentes. Sheridan se da cuenta que se trata de un artimaña para poner en contra de los centauri al resto de la Alianza y lanza un llamamiento para intentar parar a las flotas narn y drazi que se dirigen a la Base Centauri.

La nave de Delenn y Lennier está muy averiada, aunque ellos siguen vivos, no saben si se está enviando la señal de socorro y Lennier tiene heridas graves. La situación es límite.

G´Kar sigue en la mazmorra, escribiendo desesperadamente algunas notas. El regente sigue conversando con Londo, dentro de su discurso inconexo le dice que al día siguiente Londo será emperador, y le confirma la presencia de ciertos elementos misteriosos, además de revelarle que ha desactivado todas las defensas de la Base Centauri.

En ese momento, las flotas narn y drazi saltan del hiperespacio y, sin oposición, comienzan el bombardeo.

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