Regente Virini
En el reino de los ciegos
EE.UU., 1998
Título original: In the Kingdom of the Blind
Dirección: David J. Eagle
Guión: J. Michael Straczynski
Producción: John Copeland
Música: Christopher Franke
Fotografía: John C. Flinn III
Duración: 44 min.
IMDb: tt0517656. Doblaje: (es-ES) (ca-ES) (es-MX)
Reparto: Bruce Boxleitner (Presidente John Sheridan); Jerry Doyle (Michael Garibaldi); Mira Furlan (Delenn); Richard Biggs (Doctor Stephen Franklin); Bill Mumy (Lennier); Tracy Scoggins (Comandante Elizabeth Lochley); Stephen Furst (Vir Cotto); Jeff Conaway (Zack Allan); Patricia Tallman (Lyta Alexander); Peter Jurasik (Londo Mollari); Andreas Katsulas (G´Kar); Robin Atkin Downes (Byron); Neil Hunt (Ministro Vitari); Damian London (Regente); Francis X. McCarthy (Ministro Vole); Ian Ogilvy (Lord Jano)
Episodio: 97, Orden de producción: 509

Tiempo estimado de lectura: 2 min 08 seg

Sinopsis

Garibaldi­ informa a Delenn y Sheridan de unos extraños ataques en el espacio profundo. Los asaltantes matan a tripulaciones y pasajeros y destruyen naves y mercancía, sin llevarse nada. El problema es grave porque se está extendiendo por toda la Alianza, por lo que Sheridan decide desplegar a los Ranger para averiguar quien ejecuta esos ataques al azar antes de que las sospechas se extiendan, y la Alianza se vea inmersa en una espiral de conspiraciones y acusaciones mutuas.

En Centruri Prime, Londo presenta a G´Kar como su guardaespaldas ante la estupefacción de la corte. Londo se reúne con Lord Jano, un alto funcionario y buen amigo, y se informa de la desconcertante actitud del Regente, su comportamiento errático y su repentino alcoholismo confunden a Londo. También se entera de que hay material y suministros de la flota que están siendo desviados sin justificación y sin que nadie, excepto el círculo más cercano al Regente, tenga acceso a ellos, ni siquiera los burócratas que los gestionaban hasta entonces. Pero la revelación de esos datos traen funestas consecuencias para Lord Jano.

Byron­ presenta a Lita a los suyos, revelándoles la intervención de los vorlon en la creación de los telépatas como armas en su guerra con las Sombras. Ante la desaparición de los Vorlon y las Sombras, Byron­ sugiere tomar las riendas de su propio destino. Para ello tiene un plan en el que el seguimiento de los embajadores por parte de los telépatas es parte fundamental.

Londo sigue intentando reunirse con el Regente, pero se encuentra con excusas y dilaciones. Además, la presencia de G´Kar provoca enfrentamientos de salón con el ministro Vole y los cortesanos, que se empeñan en poner a Londo y G´Kar en situaciones incómodas. Entre tanto se descubre la muerte de Lord Jano lo que aumenta las sospechas de Londo.

Byron­ pide a Garibaldi­ presentarse ante el Consejo, a lo que este se niega, pero Byron­ usa un subterfugio, leyéndole la mente, para conseguir su aprobación. Ya en el Consejo, les informa de las manipulaciones de los vorlon con los telépatas, exponiéndoles su situación actual de inutilidad y pidiendo un mundo propio para ellos. Ante la negativa, amenaza con desvelar los secretos que guarda cada raza, obtenidos de su seguimiento de los embajadores, si no se les da lo que piden. Sheridan, Garibaldi­ y Delenn analizan la petición y el chantaje, concluyendo que ni la primera es tan descabellada ni el segundo tan sólido, dejando por el momento la cuestión en el aire.

Al fin el Regente accede a recibir a Londo, aunque en realidad es una trampa de Vole con la intención de asesinarle, pero una extraña aparición le salva en el último momento.

Byron­ tiene sus propios problemas, los telépatas no terminan de seguir sus directrices lo que acaba provocando los primeros enfrentamientos violentos con los drazi. Se masca la tragedia.

El Consejo prácticamente se disuelve, las amenazas de Byron­, el enfrentamiento con los drazi, los ataques a las rutas comerciales hace que los Embajadores se encierren en sus camarotes. Los telépatas se han vuelto un problema serio y Lochley quiere detenerlos, pero necesita la aprobación de Sheridan, que vista la gravedad del problema, acaba por acceder.

Byron­ comprende que el asunto se les ha ido de las manos, así que decide atrincherarse, iniciando una resistencia pasiva, pero no todos los telépatas están de acuerdo, con esa actitud, y algunos deciden tomar la iniciativa y atacar hasta conseguir su objetivo.

Tras el atentado Londo sigue presionando para ser recibido, pero ni siquiera la feroz petición de G´Kar surte efecto. Finalmente Londo se aventura por su cuenta en los aposentos del Regente y allí lo encuentra, profundamente trastornado. O eso parece, porque aunque su comportamiento sea errático su discurso es perfectamente coherente, revelando a Londo la existencia de ciertos individuos, que le han tomado bajo su protección. El Regente le revela que Londo será Emperador muy pronto, pero que hasta entonces no debe seguir indagar ni preguntar nada. La conversación tampoco trae nada bueno para el Regente castigado por un extraño ser.

Londo decide volver a Babylon 5, el ambiente en la corte es opresivo, y le invaden las dudas. Finalmente se revela que son las naves centauri las que están efectuando los ataques.

En la estación Zack anuncia por megafonía la detención de los telépatas. Byron­ le dice a Lyta que cuando él se lo pida, ella se vaya, está claro que comprende que el destino de los telépatas depende más de ella que de él mismo.

Francisco José Súñer Iglesias
© Francisco José Súñer Iglesias,
(768 palabras) Créditos

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© 2017 Francisco José Súñer Iglesias
Publicado originalmente el 7 de mayo de 2017 en www.ciencia-ficcion.com

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Curiosidades

Robin Atkin Downes rodó este episodio con el virus de la gripe en plena expansión, de modo que debido a los medicamentos estaba groggy y se le olvidaba su diálogo. Tuvieron que cortar y unir diálogo en post-producción, pero quedó bien. Según él mismo cuenta fue horrible, iba por ahí sudando y soltando mis frases.

Publicado originalmente en Estrella Naciente

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